Viajes de descubrimiento: Magallanes

La ceca de Nueva Zelanda recuerda al navegante portugués en una nueva moneda de esta colección, en la que le acompañan Marco Polo, Colón y Vasco de Gama. Las piezas, en emisión limitada, están acuñada con dos onzas de plata.

foto Viajes de descubrimiento: Magallanes

La cuarta emisión de la colección denominada “Viajes de descubrimiento” de la ceca neozelandesa se encuentra ya a disposición de todos los coleccionistas. Como indica su título esta serie busca homenajear a aquellos intrépidos viajeros que emprendieron rumbo hacia lo inexplorado. Los protagonistas son bien conocidos por todos, desde Marco Polo a Colón, pasando por Vasco de Gama y ahora Magallanes. Aunque quien realmente consiguió completar la vuelta al mundo por primera vez fue Juan Sebastián Elcano, no le vamos a quitar méritos a Magallanes para aparecer en esta selección. Cada una de las monedas está acuñada con 2 onzas de plata de 999 milésimas de pureza. Su módulo es de 40 milímetros y el valor facial de cinco dólares neozelandeses, con el archipiélago de Niue como autoridad emisora. De ahí que el anverso lo ocupe, como es preceptivo, el retrato de la reina Isabel II realizado por el escultor Ian Rank-Broadley.




















En cuanto al diseño del reverso, llama la atención el acabado de tipo antiguo que se ha aplicado a toda la colección, así como el detalle en el tratamiento de la escena, que nos muestra a Fernando de Magallanes combatiendo contra un indígena de Filipinas, en alusión a las luchas en las que encontró la muerte en 1521. El volumen de emisión es de un total de 2.000 monedas, que se presentan en un bonito estuche de madera dentro de un saco de arpillera, para completar ese efecto de antigüedad que busca esta colección.




















Información e imágenes: New Zealand Mint.

Moneda de la Visita del Papa Francisco a México 2016



La moneda conmemorativa por la visita del Papa a México fue presentada este febrero de 2016, misma que será entregada al jerarca católico. La Arquidiócesis de México presentó en la Catedral Metropolitana la medalla de 5 onzas de plata pura que fue entregada al Papa Francisco elsábado 13 de febrero en la Ciudad de México.

La medalla fue acuñada por La Casa de Moneda de México y en la parte frontal tiene la imagen del pontífice, con la cúpula de la Catedral de San Pedro al fondo y el nombre del Papa Francisco en latín Franciscus.

En el anverso, la medalla tiene acuñada la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y la leyenda en latín Mexicum Visit y la fecha Feb. MMXVI (Visita a México), seguido por la fecha: febrero de 2016.

El estuche en que se le entregará al pontífice este recuerdo de su visita a la Catedral también es de plata y fue elaborado por artesanos de Taxco, Guerrero.

Cabe destacar que la Arquidiócesis de México decidió realizar otra moneda más pequeña -de 1 onza de plata- para entregar a obispos y la cual saldrá a libre circulación para que las personas la puedan adquirir como un recuerdo de la primera visita del Papa a México. En la que sólo cambia el reverso con la leyenda Franciscvs Pont. Maximvs (Francisco Sumo Pontífice).

Una moneda similar a esta fue puesta a la venta por la Casa de Moneda de México, con un precio de 990 pesos mexicanos (52,4 dólares).

Fuente:noticias.starmedia.com

Más de 3.000 denarios del siglo III d.C. hallados en Inglaterra

Un operario de una excavadora, Mark Copsey, que restauraba y nivelaba un campo de hokey hierba en la localidad británica de Yeovil, en el condado de Somerset, al suroeste de Inglaterra, realizó recientemente un hallazgo espectacular: encontró 3.339 monedas romanas del siglo III d.C.



Según la prensa británica, como “The Telegraph” y el “Daylimail”, Mark Copsey, de 44 años, tiene derecho a un tercio del valor del hallazgo después de que fuera declarado tesoro bajo la Ley del Tesoro del Reino Unido.

Cuando estaba trabajando en la nivelación de un terreno, un campo de hokey hierba, el Sr. Copsey paro la excavadora cuando vió que había algo verde que sobresalía del suelo. La máquina había arrancado la tapadera de una olla que contenía miles de monedas muy antiguas, algunas de ellas con la imagen de un elefante y otras con un hipopótamo que resultaron ser denarios del siglo III, posiblemente enterrados en el año 270 d.C. Tras introducir todo el material encontrado en una bolsa de plástico, el Sr. Copsey declaró el hallazgo a las autoridades locales y al museo de la localidad para que fuera estudiado y determinado su posible valor.



Los expertos dicen que las monedas fueron acuñadas durante una época de inflación y su descubrimiento ha motivado una investigación arqueológica que reveló un pequeño asentamiento romano.

Steve Minnitt, jefe de los museos de South West Heritage Trust fue informado y junto a Steve Membury, oficial superior de ambiente histórico, se desplazaron de inmediato al lugar del hallazgo.

El tesoro fue posteriormente enviado al Museo Británico para su análisis.

Los expertos establecieron en un primer análisis que las monedas eran de los siglos II al III después de Cristo, con 164 denarios de plata, cuatro sestercios de bronce, y el resto radiates o monedas equivalentes a 1/200 parte de un sólido, introducidas con la reforma monetaria de Diocleciano.




El laboratorio del museo encontró que algunas monedas habían sido apiladas y cuidadosamente atadas y envueltas en un paño, y rodeado todo por una cadena, de la que algunos eslabones se mantuvieron intactos. Algunas de las monedas llevan bustos de las emperatrices, y otros emperadores, entre ellos Marcus Iulius Philipus, Filipo I “El árabe”, nacido en Siria, alrededor del 204 d.C.



Fotografía ampliada del estado en el que se encontró el tesoro de monedas romanas. Foto British Museum/SWNS.

La persona que hizo el hallazgo y el propietario del terreno tienen derecho a una parte igual del valor de mercado, dijo el Sr. Minnitt: “El Sr. Copsey actuó de forma absolutamente correcta, la presentación de informes que permite el descubrimiento de inmediato una investigación arqueológica adecuada que significa que tenemos mucha más información sobre el hallazgo. Estamos muy satisfechos”.

El experto numismático Chris Martin de CJ Martin Coins Limited (Londres), comerciante miembro de la British Numismatic Trade Association comentó sobre el contenido del tesoro: “Los denarios acuñados a mediados del siglo III d.C., tienen un valor de mercado de entre 10 y 100 libras, los radiates en plata entre 10 y 50 libras y los sestercios puede ser valer entre 20 y 100 libras según estado de conservación y rareza”. El valor total del hallazgo casual podría tener un valor de mercado de unas 175.000 libras (unos 225.000 euros).


Algunas de las monedas con efigies de emperatrices romanas. Foto British Museum/SWNS.

Los denarios fueron acuñados durante los reinados de Antonino Pío (138-61 d.C.), Septimio Severo (193-211 d.C.), Caracalla (198-217 d.C.), Macrino (217-8) d.C., Heliogábalo (218-222 d.C.), Severo Alexander (AD 222-35), Maximino I (AD 235-8) y Gordiano III (238-44 d.C.), según el Museo Británico.

Los cuatro sestercios fueron acuñados a nombre de la emperatriz Faustina II (130-175 d.C.), Lucilla (la segunda hija del emperador romano Marco Aurelio) y Cómodo, emperador romano desde 180 a la 192 d.C. con Marco Aurelio.

Fuente:numismaticodigital.com

Ni reales ni pesetas, ‘pellofes’



No fue moneda de curso legal, ya que no las emitió un Estado o un monarca, pero si atendemos al largo periodo de tiempo en el que circularon y se usaron —desde finales de la Edad Media hasta bien avanzado el siglo XX—, las pellofes o plomos, unas pequeñas fichas metálicas utilizadas en muchas comunidades religiosas de Cataluña, Valencia y Mallorca, podemos considerarlas las emisiones que más han perdurado en el tiempo. Pero su perdurabilidad, su gran variedad, ya que se han localizado cerca de novecientos modelos, y su difusión, no han ido paralelos a su conocimiento ya que se trata de un patrimonio prácticamente desconocido. Un congreso organizado por el Gabinete Numismático de Cataluña del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y un libro publicado recientemente arrojan luz sobre estas emisiones que, en la mayoría de casos, consiguieron traspasar los muros religiosos y acabaron circulando por su entorno como moneda menuda.

Las pellofes servían para pagar a los miembros de las comunidades su participación o asistencia a los actos litúrgicos. Desde cantar en el coro —de ahí la denominación castellana ‘tantos de coro’—, hasta asistir a procesiones, misas de difuntos o de fiesta mayor, hacer plegarias para acabar con las numerosas plagas que hacían peligrar las cosechas, rogativas para que lloviera, oficiar bodas, enterramientos o aniversarios y un largo etcétera. Estaba claro que era un incentivo para los no siempre voluntariosos religiosos. Albert Estrada-Rius, conservador del Gabinete Numismático e impulsor de las jornadas y la publicación recuerda que en la documentación consta como para recibir estas pellofes y dar por buena la asistencia, había que participar en el oficio desde el principio hasta el final, hacerlo de una forma activa, cantando y celebrando. El administrador de la comunidad, cuando liquidaba las mensualidades a los religiosos, las cambiaba por moneda de curso legal.



Gracias a estas jornadas se han localizado nuevas piezas y se han realizado nuevas atribuciones, además de comprobar que también los monasterios acuñaron pellofes, algo que no se sabía. En Sant Cugat se localizó un conjunto en el interior de un armario de la rectoría y en Sant Pere de Rodes apareció otro en una excavación arqueológica conservado dentro de la bolsa donde las guardaba el administrador.

La mayoría de estas pequeñas piezas son redondas como las monedas, pero también las hay cuadradas, en forma de escudos y ovaladas y tienen un tamaño que va desde el centímetro y medio hasta los tres. Muy pocas llevan impresa la fecha en que fueron emitidas. “En la iglesia de Sant Server de Barcelona se conservan tres piezas de un sueldo, dos sueldos y un dinero y cada una de una forma diferente, para que sean fácilmente distinguibles”, explica el investigador. Todas son objetos parlantes ya que llevan impreso el emblema del centro religioso, la imagen o las iniciales de su origen: como la cebolla que identifica la iglesia de Sant Felix de Sabadell, los dos ojos de Santa Lucía de Vilafranca, un pino y una o dos piñas las de Santa Maria del Pi, una M en el caso de Santa Maria del Mar, una gran cruz las de la catedral de Barcelona, unas llaves de San Pedro con mitra en la catedral de Vic o dos fémures cruzados con un cráneo en el caso de las de Esparreguera. “Aunque futuros estudios obligarán a cambiar atribuciones", remarca Estrada-Rius. En las jornadas han tomado valor las bolsas donde se guardaban; todas de piel, con abrazaderas de madera y compartimentos para separarlas según sus valores. En la catedral de Barcelona se guardaba en un armarito en el centro del coro.

El congreso ha servido también para comprobar que Mallorca es el único lugar donde se acuñaron siempre en plomo mediante unos moldes, obteniendo piezas más gruesas, mientras que el resto se elaboraron por acuñación a martillo a partir de unas matrices de hierro sobre unas láminas de metal, generalmente de latón. “Sin duda el sistema primero empleado fue el fundido, el encuño a martillo fue posterior y a pesar del cambio de la técnica y material, el nombre perduró”, aclara el numismático.



Uso no religioso

Hasta la desamortización del siglo XIX casi todas las ciudades y pueblos contaban con un centro religioso importante en el que se pagaban con pellofes a sacerdotes, beneficiados y presbíteros. No es de extrañar que estas piezas acabaran saliendo fuera de los templos. “Hay que tener en cuenta que la calderilla escaseaba pese a que es la que más se utiliza, por lo que muchas veces estas fichas son sustitutivas. Además, un cura y un canónigo tenían credibilidad y en las pellofes aparecían los símbolos de las catedrales y las iglesias que avalaban el valor real que garantizaban que se acabaría cobrando. Por eso fueron aceptadas”. Pero la situación creó conflictos. “En la documentación se conserva actas de reuniones de los capítulos en los que se prohibía e intentaba controlar la salida de estos plomos y su uso no religioso”.

Fuente:elpais.com

Nueva web del Instituto Uruguayo de Numismática




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Fuente:numismáticos.org