
Un descubrimiento arqueológico de gran importancia ha salido a la luz en el norte de Alemania. Cerca del pequeño pueblo de Borsum, en el distrito de Hildesheim (Baja Sajonia), un equipo de investigadores ha recuperado uno de los mayores tesoros de la época romana jamás hallados en esta región.
Bautizado como “tesoro de Borsum”, este hallazgo de extraordinario valor arqueológico e histórico tiene una antigüedad estimada de 2.000 años y aporta nuevas pistas sobre los complejos vínculos entre el Imperio romano y las tribus germánicas, en los márgenes del imperio.
El tesoro fue originalmente encontrado en 2017 por un buscador de metales no autorizado y cuya identidad no ha sido revelada. Este individuo desenterró el tesoro sin notificarlo a las autoridades, lo que condujo a la destrucción de gran parte el contexto arqueológico de los objetos. Varios años después, probablemente aquejado de mala conciencia, se presentó voluntariamente ante la policía de Hildesheim y las autoridades de patrimonio para confesar lo que había hecho y el valioso tesoro que estaba en su posesión.
Tras tener conocimiento de lo sucedido, la agencia gubernamental alemana Landesamt für Denkmalpflege (NLD) realizó una inspección inicial del lugar en abril de 2025, y una excavación completa en colaboración con la Oficina de Monumentos del Distrito de Hildesheim y la Arqueología Municipal. Gracias a esa intervención, se recuperaron más monedas y se logró asegurar el conjunto completo del tesoro.
“Esta fue una época de coexistencia, interacción y, en ocasiones, de confrontación”, declaró un portavoz de la Oficina Estatal de Baja Sajonia para la Preservación de Monumentos (NLD). “Solo tras una restauración y un estudio detallados podremos determinar la edad exacta de las monedas, su origen y las razones por las que fueron enterradas aquí”.

Según las fuentes oficiales, se han identificado más de 450 monedas de plata romanas, varias barras de plata, un anillo de oro y una moneda de oro. Las monedas, que datan del periodo del Alto Imperio Romano (siglos I-II d.C.), están siendo sometidas actualmente a un proceso de restauración y análisis en el laboratorio y se espera que este examen permita determinar con mayor precisión su procedencia, cronología e incluso las rutas comerciales por las que circularon antes de ser enterradas.
“El tesoro de Borsum es un descubrimiento extraordinario”, concluyó la NLD, “pero también pone de relieve la importancia de preservar el contexto arqueológico. Cada moneda cuenta una historia y, en conjunto, revelan un capítulo de nuestro pasado común”.
El hallazgo se enmarca en un periodo histórico caracterizado por la interacción entre romanos y pueblos germánicos. Aunque el Imperio romano nunca logró una conquista sostenida del territorio que actualmente ocupa Baja Sajonia, su influencia se hizo sentir mediante el comercio, la diplomacia, la guerra y la cultura. Los arqueólogos desconocen si el tesoro fue enterrado por romanos -quizás soldados, comerciantes o colonos- o por tribus germánicas que habían adquirido estas riquezas por comercio, botín o gracias a algún tributo.
De nuevo, el motivo por el que este tesoro acabó bajo tierra también es un enigma. Algunas teorías planteadas por los expertos apuestan por algún tipo de ritual religioso, quizá una reserva económica de emergencia durante una época de guerra o tensión política; aunque también podría haber sido ocultado por un comerciante para recuperarlo más adelante o como simple medida de seguridad individual ante amenazas locales. Los estudios liderados por especialistas intentarán dar respuesta a todas las incógnitas.
Fuente:historia.nationalgeographic.com

No hay comentarios:
Publicar un comentario