El hallazgo, recuperado en la región alemana de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, está formado por más de seiscientas piezas de plata, en su mayoría troceadas, entre las que se incluyen monedas, torques, brazaletes, fíbulas y otras joyas. La fecha de las monedas más modernas podría llevar su ocultación al reinado de Harald Diente Azul.
De nuevo el uso de un detector de metales ha estado detrás de un importante hallazgo numismático, aunque, por suerte para la arqueología, los autores del descubrimiento dieron parte a las autoridades de la región y el tesoro se ha podido preservar parece que en su totalidad. Según las noticias publicadas hasta el momento, en enero de este año un joven estudiante de 13 años acompañado de otro aficionado a la arqueología, se encontraban prospectando con un detector en las cercanías de la localidad de Schaprode (distrito de Pomerania Occidental, en las costas del mar Báltico), cuando se toparon con las primeras piezas del tesoro. Informadas las autoridades locales, el pasado fin de semana se procedió a la excavación del lugar del primer hallazgo y a la extracción del tesoro.
El hallazgo está compuesto por más de seiscientas piezas de plata, entre ellas monedas, torques, fíbulas, cuentas de collar, incluso un amuleto en forma de Mjölner, el martillo de Thor. Alrededor de un centenar de monedas, las más modernas, son acuñaciones del rey danés Harald “Diente Azul”, que reinó entre, aproximadamente, el 958 y el 986 d.C.
Entre otros logros, a Harald se le atribuye el mando sobre toda Dinamarca y la cristianización de ese territorio. Además acuñó abundante moneda en la que aparece como tipo la cruz, un indicio más de que en estas regiones la monetización y la implantación del cristianismo fueron de la mano.
Si como parece las monedas de Harald, acuñadas a finales del siglo X, son las piezas más modernas del conjunto, esta podría ser la fecha a partir de la cual se fecharía la ocultación. Las primeras interpretaciones del tesoro lo relacionan ya con la lucha que enfrentó al soberano con su hijo Svend “Barba Partida” -posteriormente Svend I de Dinamarca- que le llevó a huir a Jomsburg, asentamiento situado en el estuario del Oder, posiblemente cerca de la actual Wolin (Polonia), donde habría muerto.
A partir de los escasos datos ofrecidos, basándose en noticias de agencias, hora a hora cada periodista ha ido agrandando poco a poco la magnitud de este tesoro y, si bien es posible que se trate del mayor hallazgo de monedas de Harald en esta región del sur del Báltico, de ahí a afirmar que es el tesoro del rey hay un gran trecho.
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