¿Por qué algunas monedas tienen ranuras y marcas en los bordes?


A lo largo de toda la historia de la humanidad, las monedas se han hecho a partir de oro y plata entre otros metales preciosos. Cuando aún no habían aparecido los billetes, las monedas eran la única forma de poder comprar cosas.

El uso de estos metales preciosos en las monedas daba pie a la picaresca. Muchas personas se dedicaban a limar las monedas, para así vender el oro o la plata y conservar al mismo tiempo la moneda. De esta forma, se ganaban un dinero extra con el polvo de los metales, y utilizaban la moneda como si esta tuviera el mismo valor que antes de limarla.

Para evitar engaños, los mercaderes decidieron pesar las monedas. Si el peso estaba por debajo de lo acordado, pedían más monedas, pues era señal de que alguna de ellas estaba limada y no tenía el valor que le correspondía. Ahora la picaresca la tenían los mercaderes, pues trucaban las básculas para pedir más monedas.

En 1696 Isaac Newton fue nombrado director de la Casa de la Moneda Inglesa, un puesto que ejerció durante 30 años. Durante ese periodo logró mejorar el sistema monetario en Inglaterra gracias a la imposición de estrictos estándares de precisión y calidad.

Una de sus medidas fue la de acuñar las monedas con ranuras y marcas en los bordes, así, cuando faltara alguna de estas marcas, se podía saber con facilidad que esa moneda había sido limada y por tanto ya no tenía el valor asignado. Con esto, Inglaterra fue el primer país que comenzó a acuñar monedas con marcas en sus bordes.

Primer plano de pila de monedas antiguas de una libra. 
Palabras en latín y galés en los bordes - Inglaterra, Reino Unido.

Las marcas siguen siendo necesarias por otros motivos

Aunque en la actualidad el componente principal de las monedas ya no es ni oro ni plata, las marcas en sus bordes siguen siendo muy útiles. Para las personas invidentes podría suponer un problema diferenciar el valor de las monedas si todas fueran iguales. Cuando en los noventa, el Banco Central Europeo (BCE) estaba creando el euro, llegaron a un acuerdo con la Unión Europea de Ciegos (UEC), para diseñar monedas y billetes que facilitaran la diferenciación a las personas con problemas de visión.

“Un diseño que responda a las necesidades de los invidentes o personas con problemas de visión responde también a las necesidades de los demás ciudadanos”, explica el BCE que este fue el principio en el que se basaron para diseñar los billetes y monedas en los años noventa.

Como explica el BCE, las monedas de 2€ tienen unos caracteres grabados en el canto, las de 1€ intercalan secciones muy finas con tres secciones lisas, las de 50 y 10 céntimos tienen un canto con festón fino, las de 20 céntimos tienen un canto liso y siete acanaladuras, las de 5 y 1 tiene el canto liso y las de 2 céntimos tienen una ranura alrededor de todo el canto.

Además de todo esto, las monedas tienen distintos tamaños, pesos y grosor según su valor, “cuanto más elevado es su valor, mayor es el peso, excepto en el caso de la moneda de 1€”, explica el BCE. Se suele decir que el canto es la tercera cara de las monedas, y conociendo esto quizás ahora tenga más sentido que nunca.


Los cantos de todas las monedas de 2 euros y sus variantes

Para algunos coleccionistas, como yo, el canto de la moneda es lo ultimo que miramos y algo en lo que no reparamos demasiado. En cambio para otros muchos es una parte muy importante de la que también coleccionan sus diferencias, si las hay.


Los compañeros de Les Amis De L’Euro han publicado un documento PDF en el que podéis ver todos los cantos y sus variantes, conocidas popularmente como tipos A y B, de todas las monedas de 2 euros emitidas hasta la fecha.


Básicamente para saber si la moneda es tipo A o tipo B debemos poner la moneda con la cara común hacia abajo y según las inscripciones que se vean, comparándola con el documento enlazado más arriba, sabremos que tipo es.



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