Las monedas de oro de la dinastía Tudor.
Los expertos consideran que el tesorillo habría sido ocultado por un comerciante acaudalado o por un miembro del clero. "El valor total de las monedas supera con creces el salario medio anual en el período Tudor, pero aún no está claro si se trataba de un tesoro de ahorro en el que se depositaba regularmente o si las acuñaciones se enterraron todas a la vez", ha informado el Portable Antiquities Scheme del Museo Británico, un programa dedicado a controlar los hallazgos que realiza el público no especializado, en una nota de prensa.
Ejemplo de moneda de oro del reinado de Enrique VIII -
En lo que va de año, este plan ha documentado más de 47.000 descubrimientos, que se realizan fundamentalmente con detectores de metales —la ley británica es muy diferente a la española en este sentido—. De ellos, 6,251 tuvieron lugar durante el confinamiento de la primavera. El PAS ha asegurado que la pandemia ha provocado un aumento de los hallazgos en los jardines privados de la gente, muchos de los cuales han sido "completamente inesperados", como las monedas de los Tudor.
"Estaban removiendo el suelo y, de repente, estas monedas salieron del suelo... milagrosamente", ha asegurado Ian Richardson, experto del Museo Británico, citado por el periódico The Guardian. "Es un hallazgo bastante impactante para ellos y muy interesante para nosotros". La mayoría son "ángeles", piezas de oro que en una de las caras contienen una imagen del arcángel Miguel matando al dragón y típicas de la esa época a caballo entre la Edad Media y la Edad Moderna.
Retrato de Enrique VIII por Hans Holbein el Joven hacia 1540
Inglaterra presenció un cambio en los materiales y las técnicas de acuñación durante el reinado de Enrique VIII. En 1526, el monarca y el cardenal Wolsey cambiaron los pesos e introdujeron nuevas monedas, como la de oro de cinco chelines, que terminaría reemplazando a la del arcángel. Además, el rey decidió incluir las iniciales de sus tres primeras esposas. Una decisión de la que no había registro y calificada de "muy extraña" por los expertos, que no saben explicar el porqué.
Enrique VIII se divorció de Catalina de Aragón en 1533 al no lograr concebir un heredero varón. Lo mismo le sucedió con Ana Bolena, pero esta, acusada de adulterio y traición, acabaría siendo decapitada en 1536. Jane Seymour, por su parte, murió al año siguiente por unas complicaciones en el parto del futuro Eduardo VI. De sus tres mujeres siguientes —Ana de Cléveris, Catalina Howard y Catalina Parr— no se tiene constancia de que sus iniciales también fuesen incluidas en las monedas.
Enrique VIII se divorció de Catalina de Aragón en 1533 al no lograr concebir un heredero varón. Lo mismo le sucedió con Ana Bolena, pero esta, acusada de adulterio y traición, acabaría siendo decapitada en 1536. Jane Seymour, por su parte, murió al año siguiente por unas complicaciones en el parto del futuro Eduardo VI. De sus tres mujeres siguientes —Ana de Cléveris, Catalina Howard y Catalina Parr— no se tiene constancia de que sus iniciales también fuesen incluidas en las monedas.
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