El reinado de Alfonso XIII 1886-1931

El reinado de Alfonso XIII es quizás el más interesante desde el punto de vista iconográfico de todo el Centenario de la Peseta, debido a la gran cantidad de retratos del rey que existen (sólo siendo superado por Carlos I en número) y que muestran su evolución desde que es un bebé, hasta que con 40 años se realiza su último retrato. Todas las piezas de este periodo son acuñadas en la ceca madrileña.
Fotografía de Alfonso XIII a principios del siglo XX.

Alfonso XIII nace en 1885, 6 meses después de la muerte de su padre, Alfonso XII. Hasta que no cumplió la mayoría de edad, en 1902, la regencia del Estado la ostentó su madre, Dña. María Cristina. Durante los dos primeros años de la Regencia, no se labraron monedas a nombre del nuevo Rey; se acuñaronmonedas póstumas de Alfonso XII.
El primer retrato de Alfonso XIII para usos en monetarios fue el denominado pelón. El rey sólo tenía un año. Se acuñó entre 1888 y 1892.
La primera moneda fue el duro de 1888. Se labraron más de 10 millones y medio de piezas. Las 5 pesetas siguieron con esta imagen hasta 1892 sin ningún cambio (salvo la fecha; y en 1888 1890, que cambian las iniciales de los Grabadores y el Juez de balanza). En total salieron de la ceca de Madrid más de 34 millones de duros “pelones”. Su peso es de 25 gramos de plata de 900 milésimas.

37 mm.
A parte de las monedas de 5 pesetas; las de 50 céntimos y 1, 2 y 20 pesetas también se acuñaron del tipo “pelón”. Las primeras se acuñaron en plata de 835 milésimas y con 2,5 gramos en 1889 y 1892 las segundas en 5 gramos de plata de la misma pureza en 1889 y 1891 y las cuartas en 1889 y 1890 en 6,45 gramos de oro de 900 milésimas.
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La segunda efigie del rey se le denominó “bucles”, debido al pelo rizado del pequeño monarca. En esta ocasión el rey cuenta con 5 años. Fue aprobado por la Real Orden del 17 de agosto de 1891. Al año siguiente se empezó la acuñación de monedas con la nueva imagen del rey. Con esta representación se acuñaron más de 21 millones de monedas entre 1892 y 1894. En todas las monedas a excepción de las 20 pesetas, el monarca mira a izquierdas. En este caso las monedas en las que se graba el retrato tienen en mismo facial y características que los anteriores.

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En 1895 Alfonso XIII tiene 9 años, y se encarga su tercera representación a Bartolomé Maura, el nuevo diseñador de la Casa de la Moneda; que acabará siendo uno de los mejores y más reconocidos grabadores del finales del s. XIX y principios del XX en España. Con esta representación se acuñaron las últimas monedas de ultramar de España entre 1895 y 1897. Perdíamos Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Se conoce a esta efigie como “tupé”; y estuvo en uso desde 1896 hasta 1902. Es el retrato más usado, estando presente en casi 112 millones de monedas (sin contar con las de los territorios de ultramar. Contando con estos territorios la cifra asciende a 132 millones de piezas). En 1899 se acuña en España el último duro de plata, debido a la gran falsificación que había de estas monedas. Con este nuevo retrato se acuñan monedas de 50 céntimos y 1, 5, 20 y 100 pesetas. Todas mantienen las mismas características que sus predecesoras. La única moneda "novedosa" es la de 100 pesetas que pesa 32,25 gramos de oro de 900 milésimas.

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Alfonso XIII en 1902 cumple 16 años y releva a su madre en la regencia del Estado. Dos años más tarde, se realiza su cuarta imagen numismática, esta vez con 18 años. Este es el último retrato de Maura del monarca para monedas, ya que desde 1898 trabajaba en el Banco de España como jefe grabador de sellos y billetes. Este busto se le conoció como “cadete” por el alzacuello que presentaba el uniforme de militar del Rey y se uso desde 1904 a 1906. Se utilizó el retrato para las monedas de 1, 2 y 50 céntimos; y 1, 2 y 20 pesetas.

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Alfonso XIII se casa con Victoria Eugenia de Battenberg el 31 de mayo de 1906. Antes de la ceremonia, el anarquista Mateo Morral perpetra un atentado contra el cortejo nupcial de los reyes. Milagrosamente los reyes salen ilesos, pero varias personas perdieron la vida en el acto terrorista.
4 años después, con 24 años, se realiza su quinto retrato. Es muy similar al cuarto. Sólo se usa para las monedas de 1, 2 y 50 céntimos. Las monedas de 1 y 2 céntimos serían las últimas monedas que se acuñan en España de ese valor facial.

15,5 mm.

20,5 mm.

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El Gral. Miguel Primo de Rivera da un golpe de estado y se hace con el poder desde 1923 hasta 1930. Durante este periodo, sólo se acuñan 3 monedas diferentes, dos de 25 céntimos y una de 50 céntimos. 1925 en un año relevante para la numismática española, ya que por primera vez en nuestra historia se acuña una moneda en níquel, a imitación de otros países europeos que habían introducido el níquel en la producción de sus monedas. Además, se trata de la primera moneda fiducidiaria de España (es decir, que el valor facial no va respaldado por el valor metálico de la moneda). En el anverso aparece una carabela, la leyenda de España, y el año de acuñación. En el reverso, el valor facial debajo de una corona. El grabador fue José Espinós. En 1926 Enrique Vacer realiza el sexto y último retrato de Alfonso XIII. Es en esta moneda de 50 céntimos la última vez que se representa al rey. Además, es la última moneda de 50 céntimos de plata acuñada en España.

25 mm.

18,5 mm.

Al año siguiente se acuña una moneda de 25 céntimos. Es la primera moneda en la historia numismática de España en que la moneda lleva un taladro, que servía principalmente para diferenciarla de las monedas de 2 pesetas de plata, que tenían en mismo color y diámetro. En ella aparece en el reverso un martillo, una corona, la leyenda España y el año de acuñación . En el reverso, el valor facial. Esta es la última moneda de Alfonso XIII, y hasta 1934, durante la II república, no se volvería acuñar moneda alguna en España.

25 mm.

El 14 de abril de 1931 se proclama en España una república, la segunda de su historia. Alfonso XIII y su familia se exilian de España, transladándose a París. El 28 de febrero de1941 Alfonso XIII muere en Roma a causa de una angina de pecho. Sus restos se transladaron 1980 al Panteón Real del Monasterio del Escorial, donde descansan actualmente. La Familia Real no volvería a España hasta los años 60, durante el régimen de Franco.


Fotografía de Alfonso XIII (derecha) y Miguel Primo de Rivera (izquierda) tomada en la década de 1920

El reinado de Amandeo I. 1871-1873

En 1870, se hace evidente que España necesita a un rey, es decir, convertirse en una monarquía. Hay varios candidatos de diferentes monarquías europeas a optar a ser rey de España. El príncipe Amadeo de Saboya, hijo del rey italiano Víctor Manuel II; apoyado por el general Prim, su principal valedor (que sería asesinado antes de que Amadeo fuera coronado) es elegido por las Cortes como futuro rey de España en noviembre de 1870. El 2 de enero del siguiente año es coronado Rey de España.

El rey Amadeo I según un cuadro de la época.
Su reinado no ofrece grandes cambios numismáticos, ya que la única moneda a su nombre que circula es la de 5 pesetas, con las mismas características técnicas que las anteriores del G. Provisional. En el escudo se añade la corona real (sustituyendo a la corona mural) y el escusón de los Saboya en el centro. En el anverso se ve al monarca mirando a izquierdas, con una tupida barba. Se acuñaron en 1871 y 1873, siendo el duro del 73 el más escaso de los dos, solo con 46.000 piezas batidas.



         



En calidad de pruebas numismáticas se labraron monedas de 25 y 100 pesetas en oro. Pesaban 8 y 32 gramos respectivamente. Nunca circularon.



           

El 11 de febrero de 1873 Amadeo I abdica de su cargo y terminándose así el reinado del último rey extranjero que regentó España, proclamándose por primera vez la República Española.

Escudo de España durante el reinado de Amadeo I.





Unos trabajadores encuentran la moneda más extraña de todo el Imperio romano

Unos obreros, que se encontraban realizando obras de reparación en la carretera A-14 de Reino Unido, hallaron una moneda de Leliano, un emperador que solo gobernó dos meses.

La extraña moneda de Leliano, una reliquia muy difícil de encontrar. (CC)

Una aguja en un pajar: eso es lo que unos obreros de Reino Unido se han encontrado cuando estaban realizando obras de reparación en una carretera, un descubrimiento no solo único, sino que los expertos denominan como "extremadamente extraño". Y es que, cuando han levantado el asfalto para reacondicionar el tramo vial, entre varios elementos de incalculable valor se han dado de bruces con una moneda romana realmente excepcional.

En plena obra de la A-14, de repente un pequeño trozo de metal comenzó a brillar bajo el sol. Pronto, los trabajadores se acercaron hasta él, para tratar de descubrir de qué se trataba: cuando pudieron cogerlo, vieron que era una antigua moneda. Cuando las autoridades llegaron hasta la zona, pronto entendieron que lo que tenían entre manos era una verdadera joya: una pieza de la que solo se han encontrado dos unidades en todo el mundo por su rareza.

Se trataba, ni más ni menos, que de una moneda romana, datada en el siglo III. Pero la gran curiosidad es que no se trata ni de un gran emperador ni de uno de esos hombres que pasaron a la historia por su liderazgo en el Imperio romano sino, simplemente, de un personaje que estuvo de paso: Ulpius Cornelius Laelianus, o lo que es lo mismo, de Leliano, un emperador que gobernó durante poco menos de dos meses en el año 269 antes de ser asesinado.

Poco se sabe de Leliano, solo que fue un oficial veterano que regía Baja Germania hasta que se rebeló ante el emperador Póstumo. Murió poco antes de cumplir dos meses en el cargo, sin saber si fue a manos de sus propios soldados o por los fieles seguidores de Póstumo. Pero en ese corto periodo de gobierno tuvo tiempo para mandar acuñar sus propias monedas, de la que ahora se ha conseguido recuperar la segunda unidad en todo el mundo.

Se trata de un áureo en el que aparece grabado su nombre, acompañado de su cara con una corona de laurel en la cabeza. Es la segunda moneda de Leliano que se encuentra y, curiosamente, ambas en Reino Unido: "El hecho de que una haya llegado a las costas británicas demuestra una eficiencia notable y hay muchas posibilidades de que Leliano ya hubiera sido asesinado cuando esta moneda llegó a Cambridge", indica Julian Bowsher, del Museo de Arqueología de Londres, a la BBC.

Aunque dos meses de gobierno fueron suficientes para mandar diseñar sus propias unidades monetarias, no se trata de un periodo tan grande como para crear un volumen elevado. Es más, los siguientes emperadores incluso podrían haber mandado fundirlas para volverlas a crear con su propia efigie.


Un mamut y cerveza

Las obras de la carretera A-14, que une Cambridge y Huntingdon, han sacado a la luz otros increíbles descubrimientos. En solo 33 kilómetros de reparaciones se han hallado: la moneda de Leliano, otra moneda francesa del año 57 antes de Cristo, restos de un mamut lanudo de la Edad del Hielo, evidencias de la elaboración de cerveza durante el siglo V y construcciones similares a Stonehenge, pero de menor tamaño.





Los portugueses descubrieron Australia 300 años antes de la llegada del Capitán Cook

Oficialmente, el británico James Cook fue el primer europeo en desembarcar en tierras australianas en 1770. Sin embargo, varias monedas descubiertas en las australianas Islas Wessel han sido identificadas como incusas de la isla de Kilwa Kisani, uno de los puertos más importantes de la actual Tanzaniadurante el medievo. Ello indicaría que navegantes lusos alcanzaron el mayor territorio de Oceanía en el siglo XVI.

Imagen de un cuadro en el que se ve al Capitán Cook tomando posesión de Nueva Gales del Sur. 
Hulton Archive (Getty Images)

Utilizando el método de carbono, el arqueólogo Mike Hermes ha establecido que las monedas fueron acuñadas a final del siglo XV y, con esta anomalía confirmada, el investigador afirma que queda demostrada la teoría que los navegantes portugueses descubrieron Australia 300 años antes que los ingleses.

Entre los siglos IX y XVI Kilwa Kisani era uno de los puertos más importantes de noreste de África, un sitio donde comerciantes africanos y árabes intercambiaban oro, marfil, joyas, especies y esclavos.

En 1499 el navegante portugués Pedo Álvares Cabral –eventual descubridor de Brasil– visitó la isla, y a su vuelta a Portugal habló extensivamente de la riqueza de esa tierra. Su descripción resultó fatal para el puerto comercial, pues hizo que otros se interesasen por ella, entre ellos Vasco de Gama, quien invadió y saqueó el puerto en 1502. Cuando se marchó, dejó un destacamento de tropas cuya única misión era cobrar un tributo anual al sultán de Kilwa Kisani, y cuando éste se negó a entregar el pago en 1505, los soldados portugueses se vengaron destruyendo la ciudad y edificando una fortaleza sobre sus ruinas.

En sus sucesivos saqueos de Kilwa Kisani los navegantes lusos se hicieron con enormes cantidades de la divisa descubierta en las Islas Wessel cinco siglos después. Dado que los portugueses alcanzaron Timor en 1514, el arqueólogo Hermes razona que estos mismos navegantes también llegaron a las islas australianas –a apenas 150 kilómetros de distancia– en la misma época, y cita a las monedas halladas como evidencia física de ese primer desembarque europeo.

Moneda Kilwa descubierta en la isla de Wessel - Edad Media, aprox. año 1400.

“Sólo se han descubierto monedas Kilwa en la actual Tanzania, la Península Arábica y las Islas Wessel. Esa distribución da mucho que pensar”, afirma Hermes en declaraciones a The Guardian.“Ahora mismo son las monedas más antiguas halladas en tierras australianas, y bien podrían obligarnos a replantearnos cómo vemos la historia de éste país”.

En Portugal el hallazgo se ha visto como motivo de orgullo adicional para un país obsesionado con sus “héroes del mar” de antaño. Bartolomeu Dias fue el primero en alcanzar el Cabo de Buena Esperanza, Vasco de Gama el primero en llegar a la India, Álvares Cabral el primero en avistar Brasil, Francisco Zeimoto el primero en desembarcar en Japón. Contar también con el descubrimiento de Australia es la guinda del pastel.

Indicios decimonónicos

Las monedas dan peso físico a una teoría que circula desde el siglo XIX, cuando varios historiadores avanzaron la teoría del descubrimiento luso de la actual Australia.

El llamado Mapa de Dieppe, elaborado a mediados del siglo XVI con testimonios de marineros lusos, incluye una masa de tierra denominada “Java la Grande” que historiadores decimonónicos identificaron como la costa oriental de Australia.

Otros basan sus teorías en el testimonio del historiador renacentista João de Barros, quien afirma en sus memorias que el navegante portugués Cristóvão de Mendonça lideró una expedición a “las islas doradas más allá de Sumatra” que resultaron ser el norte de Australia y la isla norteña de la actual Nueva Zelanda. Los creyentes de esta teoría afirman que los documentos relacionados con esa expedición –cuya historia supuestamente fue suprimida porque habría violado los términos del Tratado de Tordesillas– se perdieron en el Terremoto de Lisboa de 1755, en el que ardió el equivalente luso del Archivo General de Indias.


Sin duda el elemento más intrigante para quienes apoyan la teoría es un texto litúrgico portugués de 1580 que incluye un dibujo de un animal que parece ser un canguro. Descubierto en 2014, el manuscrito también incluye el dibujo de dos hombres desnudos que podrían representar aborígenes australianos.







Fuente principal: cadenaser.com

El desconcertante hallazgo de antiguas monedas españolas en el desierto de Utah


Un excursionista ha encontrado supuestamente en un parque nacional del sur de Utah, en Estados Unidos, dos monedas españolas que podrían remontarse a antes de la llegada de los conquistadores españoles al lugar, e incluso antes del descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Aún no ha sido confirmado el origen ni la antigüedad de las monedas, pero se cree que la mayor coincidiría con las que fueron acuñadas en 1660 en Madrid y la menor, con monedas de la década de 1290.


«Esto es muy emocionante», dijo el arqueólogo Brian Harmon, del servicio de parques, al diario Deseret News. «Nunca he visto nada como esto en mi carrera».

El Servicio de Parques Nacionales lleva tratando de responder a la pregunta de qué hacían en el parque Glen Canyon de Utah estas monedas, en el caso de ser auténticas, desde que el excursionista de Colorado notificó su descubrimiento en el lago Powell el pasado septiembre. Los funcionarios del parque mantienen en secreto la ubicación exacta del hallazgo ante la posibilidad de que en el lugar puedan encontrarse más piezas y también han tenido ocultas las dos monedas, hasta que la prensa local tuvo conocimiento de ellas.

Actualmente se encuentran en los archivos del parque Glen Canyon, en Page (Arizona). La técnica del museo Lisa Riedel cree que una es probablemente de plata y la otra de cobre, según señaló a Deseret News.

El hombre de Colorado, que entregó las monedas al servicio de parques, investigó por su cuenta en internet y descubrió el origen español de estas antiguas monedas. Desde entonces, el servicio de parques está contactando con expertos en monedas antiguas para poder corroborar si son auténticas y si las conclusiones del descubridor son correctas.


Primera expedición de 1776



En el caso de que se confirmaran ambos extremos, la perplejidad será mayúscula. La primera expedición española documentada en esta zona de Utah fue la que dirigieron los sacerdotes Atanasio Domínguez y Silvestre Vélez de Escalante en 1776, pero se sabe que éstos nunca se acercaron al lugar donde se encontraron las monedas, cerca del conocido como «Halls Crossing Marina» en el Lago Powell.

Se trata de una zona popular entre los turistas, que en el pasado ha estado sumergida, sobre todo en las décadas posteriores a la construcción de la presa de Glen Canyon, en los años 60 del siglo XX.

Para Harmon, es posible que hubiera cierta presencia española en esa área que no esté documentada, o que las monedas fueran intercambiadas con nativos americanos por los primeros exploradores españoles.

Rory Naismith, profesor de historia medieval británica en el King's College de Londres, cree sin embargo que pueden haber sido arrojadas por un coleccionista moderno, ya que las monedas no habrían estado en circulación al mismo tiempo en España y sería muy extraño encontrar monedas de periodos tan separados en un depósito genuino. «Las monedas antiguas también eran un recuerdo favorito para los soldados que regresaban de Oriente Medio y en las dos Guerras Mundiales», señaló al « Daily Mail».

O también es posible que todo sea un engaño o simplemente basura moderna de algún tipo de baratija hecha a semejanza de antiguas monedas españolas.







Fuente: ABC.es

El Gobierno Provisional. 1868-1870

El 19 octubre de 1868, tras el derrocamiento de Isabel II, el Gobierno Provisional presidido por el Gral. Serrano y siendo ministro de Hacienda Laureano Figuerola se instituiría en España la Peseta como moneda nacional. Hasta aquel momento, en España convivían todo tipo de monedas, que pese a las reformas el caos monetario era evidente, y el Gobierno Provisional tomó medidas.

El Gobierno Provisional, en una foto de 1869.

Pese a que España no estaba adherida a la UML (Unión Monetaria Latina, creada por Francia, Bélgica, Italia y Suiza), adapto la nueva moneda a la métrica de esta unión internacional.
La primera moneda del G. Provisional se acuñó en 1868 en la ceca de Segovia. En ella aparece en el anverso la leyenda “Soberanía Nacional” y una representación del acueducto de la ciudad. En el reverso se lee “España Libre” y en valor facial (25 milésimas de escudo). Esta moneda representa un altor valor histórico para los numismáticos, ya que se trata de la última moneda acuñada en Segovia y la primera del G. Provisional. Además, es la única que no llevaría el valor facial en Pesetas. Existen menos de 10.000 ejemplares de esta histórica moneda.


26 mm. de diámetro.

Durante el G. Provisional se acuñarían monedas de 1, 2, 5 y 10 céntimos en cobre, de 0.20, 0.50, 1, 2, 5 pesetas en plata; y de 100 pesetas en oro.

Las de cobre las labraría la empresa Oeschger, Mesdach & Cia en Barcelona (teniendo una estrella de ocho puntas como marca de ceca). Destacan por su gran calidad. Están datadas en 1870, pero se seguirían acuñando años más tarde sin cambiar la fecha. Como curiosidad, estas monedas no llevarían el nombre de su patria, si no la leyenda Gobierno Provisional. Eran las primeras monedas en varios siglos de historia de España en los que no se incluía el nombre del país. A las monedas de 5 céntimos se la bautizó como las “perras chicas”, y a las de 10 como "perras gordas”. Esto se debió al león del reverso, que se asemejaba a una “perra”, posiblemente por el desgaste del continuo uso; ya que circularon desde 1870 hasta 1939 (casi 70 años) Este término se siguió usando para todas las monedas de ese valor facial. Más tarde, “perras” se usó como sinónimo de dinero.

15 mm.

20mm.

25 mm.

30 mm.

Estas monedas se siguen acuñando durante todo el Gobierno Provisional, continúan con Amadeo I, siguen con la I República y su labrado termina en 1876, con la Restauración borbónica y la vuelta al trono de Alfonso de Borbón, el hijo de Isabel II.

Como característica general, toda moneda del Centenario de la Peseta lleva dos fechas. Una en grande y en relieve, que corresponde al año de la ley que ordena acuñar dicha moneda; e incrustado en dos estrellas de 6 puntas (marca de ceca de Madrid) se halla la fecha real de dicha acuñación. Generalmente en la primera aparece un 18 o un 19. En la segunda, el año que corresponda. Otra característica son las iniciales de los ensayadores y el juez de balanza. Son dos letras para los ensayadores y una para el juez de balanza.

Las monedas labradas en oro y plata se acuñaron en Madrid. De la moneda de oro (100 pesetas) sólo hay 12 ejemplares (5 de ellos en el museo de la FNMT-RCM en Madrid). El diseño fue realizado por D. José Lozano. Por ello recibió 25.000 pesetas. El peso es de 32,25 gramos de oro de 900 milésimas. . Esta moneda es de las más valiosas de la historia reciente España, siendo valorada en casi 200.000€

36 mm.

El Gobierno Provisional acuñó en 1870 las celebérrimas monedas de 5 pesetas. Estas monedas serían los primeros duros acuñados tras el derrocamiento de Isabel II. Luis Marchioni, grabador de monedas y excelente medallista, trabajaba en la Casa de Moneda de Madrid como Grabador Principal desde 1854. Se le encarga el grabado de estos duros y sus divisores (2 y 1 peseta y 50, 20, 10, 5, 2 y 1 céntimo). Sus iniciales, LM, quedan grabadas en el exergo de todas sus monedas.

Los “duros”, adaptándose al sistema monetario de la UML, tienen un peso de 25 gramos y están acuñados en plata de 900 milésimas. En el canto lleva el lemaSoberanía Nacional, alusivo a la "Gloriosa", revolución que destronó a los Borbones.

El 20 de enero de 1870 se procede al grabado de estas piezas. Como no se disponía de cuños con la fecha 1870, se realiza un reducido número de acuñaciones con fecha de 1869. Aunque hay cierta discrepancia sobre la tirada real, los expertos atribuyen 100 ejemplares fechados en la citada fecha, tirada a la que habría que añadir 15 ejemplares en calidad "fondo de espejo", que supuestamente habrían servido como piezas de presentación al Gabinete del Gobierno. Es la pieza de plata más valiosa de todo el monetario español del siglo XIX. La pieza que se expone abajo fue subastada por la firma Cayón, y su precio de salida fue de 45.000€ y su estimación fue de 75.000. El lote quedó desierto.

A mediados de 1870 comienza la producción de los duros con la fecha real, siendo acuñadas 29.617.275 pesetas en monedas de este valor (5.923.818 piezas)

37 mm.

De 2 pesetas se acuñaron monedas en 1869 y 1870. Pesan 10 gramos y su ley es de 835 milésimas. Se las conocía popularmente por “pesetones”. En total, casi 4 millones de piezas se acuñaron en estos dos años.

27 mm.

En 1869 se ordenó hacer dos emisiones de monedas de 1 peseta. Al igual que las monedas de cobre, la peseta no llevaba el nombre de España, si no la leyenda “Gobierno Provisional”. De esta moneda sin patria se acuñaron 7 millones de piezas, mientras que de la otra emisión, apenas 370.000. Al año siguiente también se acuñaron pesetas, en este caso 4 millones.


23 mm. (Primera emisión, sin patria; con la leyenda Gobierno Provisional)


23mm. (Segunda emisión, esta vez con la leyenda España)

Entre 1869 y 1870, 500.000 pesetas en monedas de 50 céntimos salieron de la casa de moneda madrileña. Pesaban 2,5 gramos y la plata era de 835 mil.

18 mm.

En los susodichos años, se batieron 5.091 monedas de 20 céntimos, en calidad de pruebas para coleccionistas. En el primer año acuñaron 91 monedas, y en el siguiente las 5.000 restantes. Ambas son extremadamente raras, además de ser las únicas monedas de ese valor facial en la Historia numismática de España.

16 mm.

En todas las monedas de plata y cobre (a excepción de las 25 milésimas de escudo) aparece una figura alegórica, inspirada en las monedas romanas del emperador Adriano. Representaba a la matrona Hispania recostada sobre los Pirineos, a los pies el peñón de Gibraltar y sosteniendo en la mano una ramita de olivo.
El escudo presente en estas monedas se compone de los escudos de los reinos de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada. El timbre es una corona mural y a los lados del escudo se representan las dos columnas de Hércules con el lema Plus Ultra (Más Allá, en latín)
El Gobierno Provisional acabó con la coronación de Amadeo I de Saboya como rey de España en 1871.

Escudo de España entre 1868 y 1871.





El tesoro que encontró el abuelo en Valsadornín


Miguel de la Hera, nieto de Tomás Roldán

A Gramedo era donde su abuelo Tomás y la hermana de este, Eusebia, regresaban el 19 de agosto de 1937 después de haber acudido en Cervera a la feria de San Roque acompañados de su burra para aprovisionar a la familia. En el trayecto de vuelta hubo una tormenta y descubrieron junto a un muro una olla parcialmente desenterrada por la corriente del aguacero. Eran dos hermanos de 41 y 36 años en el momento del hallazgo, vecinos de Gramedo y residentes en la misma vivienda familiar. Viudo Tomás, con dos niñas de 12 y 10 años, y soltera Eusebia, luchaban por sacar adelante un futuro más prometedor. El hallazgo de los 50 kilos de monedas romanas no contribuyó precisamente a mejorar las cosas.

Resultado de imagen de caldero de monedas romanas palencia

La noticia en cuestión de horas llegó a Cervera, y allí, a la autoridad competente en Palencia, el gobernador civil, que dio la orden precisa de requisarlo, en 24 horas se presentó la Guardia Civil en casa con una orden de requisar lo encontrado. Así fue, y la ley era clara: «Todo hallazgo de valor histórico y cultural encontrado en terreno comunal es propiedad del Estado y su valor se repartirá al 50% entre el Estado y sus halladores». No obstante, las reclamaciones fueron constantes a lo largo de los años ante las autoridades provinciales y nacionales civiles y eclesiásticas. Ambos hermanos viajaron varias veces a Palencia y Madrid. Todo en vano.

Si malos fueron los tiempos de guerra, no mucho mejores fueron los años siguientes, su abuelo Tomás estuvo en dos ocasiones al borde de la muerte cuando la Guardia Civil fue a buscarlo para llevárselo. «Pronto sufrió en carne propia el 'paseíllo' por dos veces, una cuando estaba en la tierra en 1940 y la otra, cuando cuidaba sus ganados, al año siguiente. En ambas fue liberado por la intervención de alguno de sus vecinos y la 'autoridad' de Cervera, que lo calificó en las dos ocasiones como 'hombre bueno'» ¿Las causas de su doble detención? La envidia y las monedas.

Las hijas de Tomás crecieron, llegaron los nietos y las continuas reivindicaciones no dieron ningún fruto. El gobierno de turno bien sabía del valor histórico del tesoro romano de Valsadornín. En 1945 lo presentaron como pieza única y singular en la Feria Internacional de Cultura en Bruselas, fue merecedor de la medalla de plata como hallazgo y valor referente de la época.

¿Y qué hacían 50 kilos de monedas romanas del siglo III de nuestra era, en un camino de Gramedo a Valsadornín? Hay varias hipótesis; una de ellas, la establecida por la historiadora y directora del museo provincial, Valentina Calleja, que hizo su tesina sobre las monedas del tesoro que quedaron en Palencia. El caldero con las monedas encontradas por Tomás y Eusebia fue trasladado para su restauración al Museo Arqueológico Nacional en 1951. El tesoro podría ser la soldada del ejército que debía cobrar en un momento concreto, pero que por causas diversas no llegó a efectuarse y se escondió en medio de la huida. Otra teoría es que fue fruto de un robo y que alguien lo escondió y no pudo recogerlo.

«Todo el valle de Valsadornín, Rabanal de los Caballeros, Gramedo, Vergaño… es un auténtico tesoro de restos históricos que nos hablan de celtas, romanos y civilizaciones invasoras. Toponimia, arquitectura y restos funerarios son indicadores de lo que estoy diciendo», señala el nieto de Tomás Roldán, que añade que el camino romano que pasa por Campo de Gramedo y las calzadas para cruzar el Pisuerga entre Cervera y Ligüérzana para unirse con el camino romano que desde Herrera de Pisuerga unía a Velilla, nos indica la importancia de la zona en el mundo de invasión romana.

Miguel de la Hera y dos de sus sobrinos, hijos de su hermano fallecido, siguen reclamando lo que corresponde a su familia. «Más allá del valor monetario está el valor histórico y cultural que aporta», apunta De la Hera, para quien se trata de «una reivindicación más a nuestra tierra rural y empobrecida por los expolios continuados de siglos en su patrimonio, en su cultura y en sus gentes».

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El tesoro que los hermanos Eusebia y Tomás Roldán encontraron en 1937 en Valsadornín fue restaurado a finales de 2018, tras dos años de trabajo. Y se espera que se ultimen las obras de rehabilitación del Museo de Palencia para su traslado al mismo. En 1951, el caldero de cobre, que contenía un amasijo de monedas unidas y oxidadas, prácticamente soldadas unas a las otras, se envió al Museo Arqueológico Nacional para su restauración y tratamiento (había 2.421 monedas que estaban desprendidas y se depositaron en el Museo de Palencia), pero no la restauración no comenzó hasta 2016.

Se trata de un tesoro que contiene entre 10.000 y 12.000 monedas acuñadas en el siglo III después de Cristo, entre el año 238 y el 270 de nuestra era, durante los reinados de 18 emperadores y emperatrices de Roma, cuyos rostros –Galieno, Claudio, Valeriano, Salonina, Emiliano, Trebonio o Macrino– aparecen en ellas. Durante su depósito en el museo madrileño, la madre de Miguel, que falleció hace nueve años, fue a visitarlo y comprobó que era el caldero que, por 24 horas, permaneció en su casa y pudo ver en su infancia. Miguel también tuvo oportunidad de verlo en la exposición que en la vitrina se mostró a lo largo de un mes tras su restauración. Ahora la familia está pendiente de su traslado y de que el Estado les otorgue la recompensa por el hallazgo.





Fuente:elnortedecastilla.com

Las monedas antiguas más caras del mercado

El dinero es algo que usamos para cuantificar el valor de algo. Cada moneda tiene un valor nominal que se muestra claramente, y este es el sistema global que se aplica para que las personas puedan intercambiar dinero por productos en el proceso de compra. Sin embargo, hay monedas que su valor se vuelve superior a la de cualquier otra moneda existente. Esto suele ser porque son extremadamente raras o muy viejas. Pueden haber sido parte de una producción limitada de una moneda particular o ser uno de los pocos ejemplos restantes de una moneda de una era específica en la historia. En https://monedasantiguas.net/ podrás conocer el staff de monedas antiguas que actualmente hay en el mercado.




Si este es el caso, la moneda se vuelve altamente coleccionable y los coleccionistas están dispuestos a pagar enormes sumas de dinero para poseer las monedas raras. Por ejemplo de ellos es el Florín de Eduardo III 1343 la cual está valorada en 6.8 Millones de Dólares. Cuando consideras que esta moneda ha existido por más de 670 años, es una maravilla que alguna haya sobrevivido.

Solo piensa cuántas monedas se pierden con la circulación a lo largo de los años porque las personas las han dejado caer por el desagüe o las han perdido en el respaldo del sofá. Ahora solo hay tres ejemplares conocidos de un florín de Eduardo III en existencia. También está el doblón de Brasher 1787 valorado en 7.4 millones de Dólares. Una firma de inversiones de Wall Street pagó 7.4 millones de Dólares por un doblón de Brasher en una subasta. La moneda fue diseñada por Ephraim Brasher, quien era un orfebre con talento.

Quería que el estado de Nueva York comenzara a acuñar monedas usando su diseño en cobre. Sin embargo, en ese momento no se estuvo muy de acuerdo con la moneda ya que el estado no las quería de cobre. Brasher siguió adelante con su diseño de todos modos, pero acuñó la mayoría de las monedas en bronce. Hizo solo unos pocos de oro de 22 quilates y son estos los que ahora son tan valiosos.

El águila doble de Sant-Gaudens 1907 es una moneda que está valorada en 7.6 millones de Dólares y es otra moneda que se ha vendido en una subasta por dicho precio. La moneda fue diseñada originalmente por Augustus Saint-Gaudens. Desafortunadamente, este diseño era extremadamente complicado y planteaba un problema en cuanto a cómo la Casa de la Moneda de los Estados Unidos podía producir esa moneda.

Para simplificar el diseño para la producción comercial, el jefe de grabadores de Mint, Charles Barber, decidió hacer algunas modificaciones al diseño original. Eliminó la frase 'In God We Trust' del diseño de la moneda. El Congreso no estaba satisfecho con esta modificación, por lo que, aunque se produjo, solo se hizo un número limitado.

Por otra parte está el Águila Doble 1933 valorada en 7.6 Millones de Dólares y es una moneda que se ha vuelto tan valiosa debido a una peculiaridad circunstancial. Esta moneda de oro se presionó en 1933. Sin embargo, la moneda nunca se lanzó a la circulación. Esto se debió a que el presidente Franklin D. Roosevelt había prohibido a todos poseer oro en el mismo año. Hizo esto como parte de un intento de poner fin a la crisis bancaria, ya que la situación financiera del país estaba causando problemas devastadores en el país en ese momento.

Finalmente está la moneda conocida como el cabello que fluye plata o dólar de cobre 1794 valorado en 10 millones de Dólares. Si en ese entonces cada dólar en tu bolsillo valía 10 millones, ¿podrías imaginarte lo rico que eras en aquel tiempo? Desafortunadamente, solo hay un dólar en el mundo que ha alcanzado este valor en una subasta.

Probablemente te estés preguntando qué hace a este dólar tan especial en comparación con los dólares que están actualmente en circulación. Bueno, el dólar más valorado de todos los tiempos fue el primer dólar emitido por el Gobierno Federal de los Estados Unidos. La moneda se remonta a 1974 o 1975 y está hecha de un 90 por ciento de plata y un 10 por ciento de cobre. Eso y su antigüedad, hace que la moneda tenga valor que tiene en este momento.



Fuente: elmundofinanciero.com