
La puesta en circulación de las monedas es la culminación de un proceso que comenzó en octubre con la autorización del cambio por parte de la Secretaría del Tesoro y Política Financiera, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad. Tras la orden oficial, el pasado uno de enero se inició el proceso de acuñación de las piezas con el rostro del nuevo jefe de Estado. Esta entidad pública ya había fabricado, a finales de 2014, un total de 10.000 unidades conmemorativas de la llegada al trono de Felipe VI: de 30 euros, edición de coleccionista, y de dos euros. En aquella ocasión, la tirada total ascendió a 30.000 unidades.
El retraso en la puesta en circulación de las nuevas monedas se debe, parcialmente, a que la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre ya había cubierto su cupo de emisión para el pasado año cuando se produjo el relevo en la jefatura del Estado.
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