Descubierto un gran tesoro carolingio de 118 monedas de plata en Polonia

 


Un grupo de arqueólogos polacos ha sacado a la luz un tesoro de gran valor compuesto por 118 monedas datadas en el siglo IX. El hallazgo se registró en noviembre del año pasado en la cuenca de los ríos Osa y Drwęca, cerca de la población polaca de Biskupiec, en una zona que en el siglo IX perteneció al reino de Prusia.

El tesoro está compuesto por denarios de plata y fragmentos de monedas, con la efigie del emperador carolingio Luis I el Piadoso, quien gobernó entre los años 814 y 840, primero como rey y después como emperador; así como de su sucesor, Carlos I de Francia, apodado el Calvo, emperador entre los años 840 y 877.

La dinastía carolingia, que gobernó el centro de Europa a partir de la descomposición del Imperio romano en el siglo VIII, llegó a su punto más álgido en el año 800 con la coronación de Carlomagno. De las cenizas de la corona carolingia surgió el Reino de Francia así como el Sacro Imperio Romano Germánico.

El denario, introducido en la Antigua Roma, fue recuperado por los reyes y emperadores carolingios que unificaron la economía del Imperio en el año 794 por orden de Carlomagno, durante el Consejo de Fráncfort. De esta forma, se acordaron unas tasas de cambio comunes a todo el territorio, siendo los denarios las monedas de menor valor del imperio. La influencia de esta reforma económica llevaría a la creación de monedas propias para la mayoría de reinos europeos.


Los ríos en los que el botín fue encontrado, el Osa y Drwęca, son afluentes del Vístula. El cual desemboca a su vez en la laguna Vístula, donde se encontraba uno de los asentamientos vikingos más importantes de la zona, el de Truso.

La hipótesis de que pueda tratarse de un posible botín vikingo ha sido confirmada por Łukasz Szczepański, uno de los expertos del Museo Ostróda donde se expondrán las monedas: "En el siglo IX hubo un aumento de la actividad vikinga en la zona mientras tomaban parte en la invasión de Europa Occidental, al mismo tiempo, París era sitiada en el 845, y los pueblos escandinavos mantenían rutas comerciales activas con el Báltico, lo cual refuerza aún más esta teoría".

El Museo Ostróda ya ha anunciado que el tesoro se expondrá al público por primera vez a mediados de mayo.









Fuente:elespanol.com

Policía Nacional rescata una histórica moneda de oro de la Córdoba islámica


La Policía Nacional de Alicante ha rescatado una excepcional moneda de oro de comienzos del siglo VIII acuñada en Córdoba y que ha estado a punto de ser vendida en el mercado negro. Se trata de un dinar hispanomusulmán fechado en 716 o 717 d.C. de los que hasta la fecha sólo se han encontrado 24 ejemplares.

La pieza tiene una inscripción bilingüe. La Policía Nacional no aclara qué idiomas son, pero por sus características y fecha de acuñación, debe tratarse de uno de los dinares con la leyenda en árabe y latín en los que ya se cita el nombre «Al Ándalus».

Estos dinares fueron emitidos por los invasores musulmanes de la Península Ibérica apenas un lustro después de su llegada. Las tropas procedían en su mayor parte del norte de África y por ello acuñaron su propia moneda tanto en el Magreb como en Córdoba. Sin embargo, la pieza ahora hallada se corresponde con las series cordobesas, según la Policía Nacional, que presentan diferencias con las emitidas en las cecas del actual Marruecos. Por ejemplo, en su reverso (que no se ve en las imágenes facilitadas por la Policía Nacional) aparece una estrella de ocho puntas.


Estas monedas no sólo son importantes por su rareza, sino también por su valor historiográfico. El Museo Arqueológico Nacional, que conserva algunos ejemplares (también pueden verse en el mismo centro cordobés), los define como «gruesos y de aspecto tosco, que imitan a las acuñaciones bizantinas que circulaban en el norte de África».

La leyenda en latín reza «SPANIA (SPAN)» y en árabe «al-Andalus». Demuestran que el topómino, que aparece por primera vez en la historia en estas monedas y del que posteriormente derivó el nombre de Andalucía, comenzó a difundirse desde Córdoba.

Las emisiones de dinares bilingües como éste se paralizaron muy pronto, en torno al 720; de ahí procede su rareza, que las hace muy atractivas para los coleccionistas o «cazatesoros». Según el Arqueológico Nacional, a partir de ese año «se adoptó ya el modelo islámico de moneda epigráfica, creado años antes en Oriente, y se acuñaron dinares de oro y dirhams de plata de gran perfección técnica».

La valoración económica de estas monedas, de acuerdo con el portal especializado Numismático Nacional, se movía en 2014 entre los 9.500 y los 14.300 euros para los sólidos en un buen estado de conservación; en algún caso se han alcanzado los 30.000 euros por una sola pieza. Para la historiografía y el patrimonio nacional, sin embargo, no tienen precio, de ahí que la Policía Nacional se haya incautado de la pieza y haya detenido a quien la tenía en su poder con la intención de venderla a través de Internet.

Las piezas recuperadas han sido depositadas en el Museo Arqueológico de Alicante para su estudio y análisis.



Subastada en cientos de miles de dólares, la moneda que es considerada como el abuelo de los dólares

Una pieza de cobre que fue acuñada por la Casa de la Moneda de Estados Unidos en Filadelfia en 1794 y fue un prototipo del dinero de la naciente nación, se subastó ayer viernes 23. El empresario y copresidente de los Texas Rangers, Bob Simpson, era dueño del artículo, que se conoce como el "dólar del cabello sin estrellas".

Si bien se parece mucho a los dólares de plata que luego se acuñaron en Filadelfia, recibe su nombre porque le faltan estrellas.“Si bien las monedas de dólar posteriores acuñadas con estrellas se agregaron al frente de la moneda, los coleccionistas e instituciones consideran que las monedas sin estrellas son prototipos únicos para los ejemplos de plata que seguirían”, dijo Jacob Lipson de Heritage Auctions.

Conocido como patrón, el frente presenta el retrato de Liberty con el pelo suelto y la fecha de 1794, mientras que el reverso muestra una pequeña águila sobre una roca dentro de una corona. Ejemplos similares sin estrellas son parte de la Colección Numismática Nacional de la Institución Smithsonian.

“Es increíblemente emocionante”, dijo el numismático David McCarthy, radicado en California. “Nos da una idea de lo que estaba sucediendo dentro de la Casa de la Moneda en 1794 cuando se estaba preparando para hacer los primeros dólares jamás golpeados”.



El diseño ganador para la próxima moneda de dos euros, elegido por los ciudadanos europeos como un homenaje por el 35º aniversario del emblemático programa Erasmus, es del español Joaquín Jiménez



La Comisión Europea (CE) lo anunció este pasado jueves.

En total, se presentaron más de setenta diseños de monedas y un jurado eligió a los seis finalistas, que se sometieron a votación pública el mes pasado en busca de la opción que representara y celebrara mejor el éxito del programa Erasmus y, finalmente, Jiménez se perfiló ganador con más de 22.000 votos.


La moneda creada por Jiménez, y que estará en circulación a partir de julio de 2022, mezcla la inspiración intelectual, al propio Erasmo de Rotterdam y la alegoría de su influencia sobre Europa, explicó su autor tras ser seleccionado finalista del concurso.

La comisaria europea de Educación, Mariya Gabriel, destacó en un comunicado que el programa Erasmus es una experiencia “que ha cambiado la vida de generaciones de jóvenes” de todo el club comunitario.

“Me enorgullece conmemorar su 35º aniversario con esta hermosa moneda, que rinde homenaje tanto al propio Erasmo como a los numerosos intercambios intelectuales y humanos entre los participantes pasados y presentes en el programa”, añadió.




Cosas a tener en cuenta antes de vender una moneda antigua romana

 


Según la publicación numismática coleccionistasdemonedas.com la conservación de las monedas antiguas (españolas, romanas o de cualquier tipo) es un factor principal a tener en cuenta a la hora de fijar su precio de venta.

Este es, quizás, el aspecto más importante para poder evaluar su valor real, pues su precio puede variar drásticamente cuando una moneda se encuentra en un estado perfecto de conservación respecto a otras similares, pero cuyo estado no sea bueno.

Pero también debemos tener en cuenta algunos factores que, aunque parezcan lógicos, no siempre se tienen en cuenta. Por ejemplo, debemos saber que la moneda que tenemos es realmente antigua, que sea auténtica y de qué material está hecha. En definitiva, que tenemos un increíble tesoro con nosotros.

Una vez que determinados su autenticidad y suponiendo que esté en buen estado, debemos comenzar a investigar su procedencia, es decir, la Casa de la Moneda que la acuñó, para comenzar a tener una noción de su valor.

Para conocer la moneda que tenemos y cuál puede llegar a ser su valor, debemos revisar el catálogo de referencia por excelencia de la numismática romana, el Roman Imperial Coinage, conocido como RIC, el mismo que emplean los comerciantes y las casas de subastas para identificar una moneda.

El Roman Imperial Coinage, RIC



Es importante investigar en este catálogo y no en otros por la veracidad de sus datos.

¿Qué es y cómo funciona el RIC? El Roman Imperial Coinage es una monumental enciclopedia que se completó por varios investigadores a lo largo de los años desde 1923 hasta 1994, el cual sucedió al catálogo que compiló Henry Cohen en el siglo XIX.

El trabajo de Cohen consistió en clasificar las monedas por emperador romano y de forma alfabética según el texto que las monedas poseían.

En 1923, Harold Mattingly, numismático del Museo Británico, mejoró el catálogo de Cohen al desglosar la clasificación según la fundición y la serie de procedencia de cada moneda.

El resultado, una monumental enciclopedia de 13 volúmenes, de los cuales Mattingly participó en los primeros 6 tomos. Los restantes fueron realizados por asistentes suyos y sucesores, quienes terminaron de dar forma al RIC.

Los 13 volúmenes del RIC

Volumen 1: Augusto – Vitelio (31 a.C.-69 d.C.).
Volumen 2: Vespasiano – Adriano (69-138).
Volumen 3: Antonino Pio – Cómodo (138-192).
Volumen 4a: Pertinax – Geta y Caracalla (193-217)
Volumen 4b: Macrino – Pupieno (217-238).
Volumen 4c: Gordiano III – Uranio Antonino (238-253).
Volumen 5a: Valerian – Florian (253-276).
Volumen 5b: Probo – Maximiano (276-310).
Volumen 6: La reforma de Diocleciano – Maximino Daya (294-313).
Volumen 7: Constantino I – Licinio (313–337).
Volumen 8: La familia de Constantino I (337–364).
Volumen 9: Valentiniano I – Teodosio I (364–395).
Volumen 10: La división del imperio (395–491)
Imperio Romano de Occidente: Flavio Honorio – Rómulo Augústulo (395-476).
Imperio Romano de Oriente: Arcadio – Zenón (395-491).

Clasificación de las monedas

¿Por qué es importante el RIC? Porque este catálogo trae, para cada una de las moneas, no sólo una detallada descripción sino también una clasificación en función de su rareza. Esta clasificación es la siguiente:

C: ComúnR1: raro, solo unos 20 conocidos
R2: entre 5 y 15 conocidos
R3: 4 o 5 conocidos
R4: 2 o 3 conocidos
R5: solo uno conocido, único

Con esta clasificación, podremos conocer el precio de mercado de la moneda que tenemos que irá desde unos pocos euros hasta cientos de miles en aquellas monedas que sean verdaderamente extrañas.

Sin embargo, el estado de conservación también influye y mucho en una moneda. Tener una rara, pero en mal estado, puede hacer bajar drásticamente su valor.

Es importante utilizar este catálogo y no otros, y menos aún si lo que queremos es determinar su valor. Si bien hay muchos que nos ofrecen un valor aproximado, debemos tener en cuenta que los precios varían entre países y entre años.

En caso de querer conocer su valor aproximado, debemos realizar búsquedas en acsearch.info, y una vez encontrada la moneda deseada en una subasta, podemos visitar la página de Sixbid para conocer qué precio alcanzó en la misma.

De todos modos, el mejor consejo que podemos daros es siempre consultar con un especialista en numismática para que pueda ayudarnos a valorar correctamente una moneda, y así asegurarnos totalmente de su valor.








Fuente: redhistoria.com

Unas monedas antiguas revelan el destino del pirata más buscado del siglo XVII



Moneda árabe del siglo XVII (arriba), acuñada en 1693, junto a una estadounidense de 1652 (abajo) y otra española de 1727, en foto tomada en Warwick, Rhode Island, el 11 de marzo del 2021. La moneda árabe podría ser una prueba de que un famoso pirata fue a parar a Estados Unidos.

Un puñado de monedas viejas encontradas en un huerto de frutales en Rhode Island y en distintos rincones de Nueva Inglaterra podrían esclarecer uno de los crímenes sin resolver más viejos del planeta.

El responsable un pirata inglés que fue el delincuente más buscado del mundo tras robar un barco que transportaba a peregrinos musulmanes de la Meca hacia la India y que luego evitó ser capturado haciéndose pasar por un traficante de esclavos.

“Este es un nuevo giro de un crimen casi perfecto”, comentó Jim Bailey, historiador aficionado que usando un detector de metales encontró la primera moneda árabe intacta en un prado de Middletown, estado de Rhode Island.

Las monedas —las más antiguas jamás halladas en América del Norte— podrían explicar cómo fue que el capitán Henry Every, célebre pirata de su época, desapareció del mapa.

Henry Every (o Avery), uno de los primeros piratas que inspiraron a las generaciones


El 7 de septiembre de 1695, el barco pirata Fancy, al mando de Every, emboscó y capturó el Ganj-i-Sawai, nave real del emperador indio Aurangzeb, por entonces uno de los hombres más poderosos del mundo. Abordo iban no solo los peregrinos que regresaban a su patria sino decenas de millones de dólares en oro y plata.

Fue uno de los robos más lucrativos y crueles de todos los tiempos.

Se supone que los piratas torturaron y mataron a todos los hombres a bordo del barco indio y violaron a las mujeres, para luego escaparse hacia las Bahamas, que era un refugio de piratas. Al correrse la voz de los crímenes, el rey inglés Guillermo III, bajo fuerte presión de la India y de la gigantesca empresa mercante East India Company, ofreció una suculenta recompensa por su captura.

Hasta ahora los historiadores solo sabían que Every llegó a Irlanda en 1696. Allí se le perdió la pista. Pero Bailey dice que las monedas son un indicio de que el famoso pirata llegó a las colonias americanas, donde él y sus hombres usaron el botín para sobrevivir mientras permanecían prófugos.

La primera moneda entera apareció en el 2014 en la Sweet Berry Farm de Middletown, una granja que había despertado el interés de Bailey dos años antes, tras hallar allí monedas de la época colonial, una hebilla de zapato del siglo XVIII y algunas balas de mosquetes.

Su detector de metales empezó a sonar un día, excavó un poco y fue como si se sacase la lotería: Dio con una pequeña moneda oscurecida que inicialmente pensó era de España o de Massachusetts.

Pero al examinarla mejor, notó que había algo escrito en árabe y se le aceleró el corazón.

Jim Bailey, historiador aficionado y detector de metales

Los investigadores confirmaron que la exótica moneda fue acuñada en Yemen en 1693. Esto de inmediato planteó interrogantes ya que no se tenía noticias de que colonos que trataban de sobrevivir como pudiesen en el Nuevo Mundo hubiesen viajado al Medio Oriente, de acuerdo con Bailey. Eso se dio mucho después.

Posteriormente se hallaron otras 15 monedas árabes de la misma era: Diez en Massachusetts, tres en Rhode Island y dos en Connecticut. También apareció una en Carolina del Norte, donde desembarcaron algunos hombres de Every, según archivos históricos.

“Parece que algunos miembros de la tripulación se radicaron en Nueva Inglaterra y se integraron”, expresó Sarah Sportman, arqueóloga oficial de Connecticut, donde se encontró una moneda en el 2018 durante una excavación de una granja del siglo 17.

“Fue como una operación de lavado de dinero”, comentó.

Pareciera imposible, pero Every pudo pasar inadvertido a plena visita, fingiendo que era un traficante de esclavos, una profesión importante a fines del 1600 en Nueva Inglaterra. Camino a las Bahamas pasó por la isla francesa de Reunion para comprar algunos esclavos de raza negra, señaló Bailey.

Archivos históricos indican que una nave llamada Sea Flower, usada por los piratas tras deshacerse del Fancy, llegó a la costa oriental de Estados Unidos en 1696. Llevó casi medio centenar de esclavos a Newport, Rhode Island, que era un importante puerto del comercio de esclavos en el siglo 18.

“Hay abundante documentación que indica que las colonias estadounidenses eran usadas como bases de operaciones por los piratas”, dijo Bailey, de 53 años y quien completó estudios de antropología en la Universidad de Rhode Island. Trabajó en exploraciones del barco pirata Wydah Gally en Cape Cod a fines de la década de 1980y ahora trabaja como analista de seguridad de las prisiones del estado.

Publicó sus hallazgos en una revista de la Sociedad Estadounidense de Numismática. abocada al estudio de monedas y medallas.

Arqueólogos e historiadores dicen que las teorías de Bailey podrían arrojar luz sobre uno de los misterios policiales más viejos del mundo.

“La investigación de Jim es impecable”, manifestó Kevin McBrice, profesor de arqueología de la Universidad de Connecticut. “Es algo bien interesante”.

Mike Hanna, profesor de historia de la Universidad de California con sede en San Diego y experto en la piratería, dijo que cuando vio por primera vez fotos de la moneda de Bailey, “me volví loco”.

“Encontrar esas monedas, para mí, es algo enorme”, declaró Hanna, autor de libro “Pirate Nests and the Rise of the British Empire” (Nidos de piratas y el florecimiento del imperio británico), publicado en el 2015. “La historia del capitán Every es de trascendencia mundial. Estos objetos pueden ayudarme a explicarlo”.

Las andanzas de Every inspiraron el libro de Steven Johnson “Enemy of All Mankind” (Enemigo de la Humanidad), del 2020, y la popular serie de videojuegos “Uncharted” y una versión cinematográfica de “Uncharted”, de Sony Pictures, con Tom Holland, Mark Wahlberg y Antonio Banderas, a ser distribuida a principios del 2022.





Fuente:
ASSOCIATED PRESS
Por WILLIAM J. KOLE - Rhode Island, EE.UU

Hallada en Ceuta la primera moneda de época bizantina, acuñada entre los años 602 y 610



Una excavación en Ceuta ha permitido descubrir e identificar una moneda de cobre de la época bizantina –la primera que se localiza en la ciudad– acuñada por el emperador Focas entre los años 602 y 610, según ha informado este sábado el Gobierno ceutí.

El hallazgo ha sido realizado por los arqueólogos que están procesando y documentando los materiales procedentes de la excavación realizada el pasado verano en el Baluarte de la Bandera, de las Murallas Reales.

Estos expertos han identificado una moneda bizantina de cobre, un follis, acuñada por el emperador Focas entre el 602 y el 610 de nuestra era, la primera moneda bizantina identificada en Ceuta hasta el momento.

Desde que culminó el pasado verano la última campaña de excavaciones arqueológicas en este baluarte de las Murallas Reales, los arqueólogos que participaron en ella se afanan en la limpieza, documentación, clasificación y estudio de un ingente volumen de materiales arqueológicos que se siguen clasificando desde entonces. Esta moneda de cobre es la única bizantina identificada en Ceuta hasta el momento

Se trata de una pequeña moneda (su diámetro apenas supera los dos centímetros) y, como es habitual en estas piezas, la conservación es deficiente. A pesar de esto, la doctora Moreno Pulido de la Universidad de Cádiz, especialista en numismática antigua, ha llevado a cabo la lectura de las leyendas.

En el anverso de la moneda aparece una representación frontal del emperador, con corona adornada con pendientes y toga, en su mano derecha sostiene un mapa y en la izquierda una cruz. Alrededor puede leerse la leyenda Dominus Noster Focas Perpetuus Augustus (Nuestro Señor Focas Perpetuo Augusto). En el reverso se incluyen las letras XX·XX que hacen alusión a su valor: 40 nummi.

FOLLIS FOCAS 602-610

Apenas medio centenar de monedas de Focas

Hasta el momento, las monedas de este emperador en Occidente (Mauretania Tingitana, Hispania, Gallia y Britannia), incluyendo tanto las de oro como las de cobre, apenas alcanzan el medio centenar, muchas de ellas hallazgos causales que hacen difícil su interpretación. Su distribución esencialmente costera o fluvial viene a poner de manifiesto la implicación de Bizancio en el tráfico comercial marítimo y fluvial.

Por ello, el hallazgo de este follis en Ceuta, si bien no es extraño, reviste particular interés al haber sido documentado en un contexto arqueológico. Los arqueólogos han destacado que se conocen pocos datos de la biografía del emperador Focas antes de alcanzar la dignidad imperial ya que era un soldado, de origen posiblemente tracio, que desarrolló una exitosa carrera militar que le permitió ser nombrado oficial.

Aprovechando el malestar del Ejército tras las campañas a orillas del Danubio, marchó sobre Constantinopla donde derrocó al emperador Mauricio en 602. Su mandato es relativamente breve pues fue también destronado y ejecutado en el 610.


FOCAS, 12 FOLLIS, 602-610 d.C., XX CONE, Costantinopoli


¿Por qué al lanzar una moneda se da a elegir entre ‘cara o cruz’?



Existe un conocidísimo juego o apuesta que consiste en decir algo lanzando una moneda al aire y escogiendo cara o cruz. Incluso es habitual realizarlo en los eventos deportivos, donde se decide de ese modo qué equipo elige campo o saque.

Pero los antecedentes más antiguos los encontramos en los escritos de Pollux, un retórico del siglo II, quien describe un juego denominado “ostrakinda” (ostrakinda), que consiste en lanzar al aire un fragmento de concha de ostra (u otro molusco bivalvo, e incluso pequeños fragmentos de ánfora), y ver si la cara que queda hacia arriba es la oscura de la superficie externa del animal o la nacarada más clara del interior de la concha. Otro juego similar, e incluso más antiguo, es el del astrágalo, conocido popularmente como “taba”, que es un hueso corto, parte del tarso del pie. Con la taba de algunos animales, normalmente de cerdo o vaca, se practica un juego de apuestas muy simple que consiste en lanzarla al aire, ganando el jugador si queda la parte convexa del hueso hacia arriba o perdiendo si queda la parte cóncava en la cara superior,

En realidad, el juego del astrágalo sería más bien el precursor del de los dados, donde se recuperan estrictamente las leyes del azar (los primeros dados se fabricaban en hueso), y posee también un componente mágico adivinatorio (aún en uso en culturas primitivas).

Onza de Aes grave, (Roma, 269-240 a.C.) mostrando un astrágalo.

En su práctica con monedas, hay constancia de realizarse ese tipo de apuestas para decidir algo desde la época de la Antigua Roma, donde era conocido como ‘Navia aut Capita’ -Barco o Cabeza- (en algunos lugares se menciona como ‘Navia aut Caput’, con idéntico significado), debido a que la moneda tenía en una parte una cabeza humana con dos rostros y en la otra una nave y a veces, una guirnalda, y representarían sin duda la cabeza simbólica de Jano y la nave con la cual pasó a Italia esta divinidad o héroe, considerado como el primero que introdujo el uso de la moneda de metal.


En castellano las palabras “cara” y “cruz” hacen alusión a las antiguas emisiones en cobre de los monarcas Borbones de la segunda mitad del s. XVIII y del s. XIX, donde aparecía el busto del rey en el anverso y la cruz de San Pelayo en el reverso.

Carlos III - 8 Maravedíes Segovia 1773

Pero también podemos encontrar variantes más arcaicas, por ejemplo en algunas zonas rurales del País Vasco, la expresión fosilizó mucho antes bajo la forma de “leon-kastillo”, en clara reminiscencia a las abundantes emisiones de maravedís de cobre, acuñados por los monarcas de la casa de Austria durante los siglos XVI y XVII, que llevaban en una cara la figura de un castillo y en la opuesta la de un león rampante (símbolos de Castilla-León)


En la época colonial las monedas que circulaban en el Imperio español tenían obviamente la cara del emperador y en el anverso una cruz, pero cuando se produce el proceso de independencia hispanoamericana los nuevos estados, como una manifestación de su soberanía, acuñarán sus propias monedas. En ese caso al otro lado de la moneda se le llama escusón, palabra que proviene del francés medieval escuçon, cuyo significado es ‘escudo’.

Moneda de 4 Reales de 1820

En época medieval, en Francia este juego se denominó “croix et pile”, términos alusivos a la iconografía de los dineros torneses, que circularon por gran parte de Europa durante los siglos XIII y XIV, en un trágico período de tiempo marcado por la guerra y la peste en el que -como suele ocurrir en tiempos de crisis-, proliferaron todo tipo de juegos de azar. En estas monedas aparece por un lado la cruz y en el otro, el denominado “castillo tornés” simplificado en forma de triángulo, y que recuerda al cuño de anverso o “pila” utilizado en el proceso de fabricación de la moneda, y la expresión francesa “n’avoir ni croix ni pile” podía traducirse por nuestra popular frase de “estar sin blanca”, es decir sin dinero.

Carlos II de Navarra - Imitación del “dinero tornés” de Francia, muestra por una cara la cruz, y por la otra la “pila”.

Los ingleses también llaman a esta práctica como ‘Cross and Pile’, debido a que en muchas monedas, antiguamente, eran acuñadas con una cruz en un lado y una columna (pilar) en el otro. También se conoce en el mundo anglosajón como ‘Heads or tails’ (de idéntico significado que el dado al que realizaban los romanos, aunque su traducción literal es ‘cabeza o cola’).

En otros, describe las características de las actuales monedas. Como en el caso de México donde los lados de la moneda se llaman "águila" o "sol" ya que una cara de la antigua moneda de 20 centavos (la más usada en el volado como también se le llama al lanzamiento) tenía el águila del Escudo de México mientras que la otra cara tenía la pirámide del sol de Teotihuacan con un gorro frigio del que salían rayos como de un sol.


En otros lugares del planeta, por poner unos pocos ejemplos, se le llama ‘testa o croce’ (cabeza o cruz) en Italia; ‘pile ou face’ (columna o cara) en Francia; ‘cara o sello’ en varios países de Hispanoamérica.

Cabe destacar que desde hace varias décadas, cada vez son más los países que acuñan sus monedas en las que no aparece ninguna cara ni escudo o cruz en alguno de sus lados, pero de todos modos se ha mantenido la misma denominación para esta práctica.

Como dato curioso, el uso de una moneda para determinar en qué mitad del terreno de juego jugará cada equipo es obligatorio.


La primera línea de la regla ocho del reglamento establece que «se lanzará una moneda al aire y el equipo favorecido decidirá la dirección en la que atacará en el primer tiempo del partido».
Y aunque no especifica qué moneda hay que lanzar, la FIFA proporciona a sus árbitros internacionales una moneda especial con un lado azul y el otro amarillo, con logotipos de FIFA a cada lado, conocida como moneda fair play [o del juego limpio]. Dicha moneda también se utiliza en los lances del juego en el que se precise una decisión o un saque neutral.

La moneda del juego limpio se utilizó por primera vez en el partido que enfrentó a Estonia y Escocia que se disputó el 11 de febrero de 1997 con motivo de la celebración de un partido entre ambas selecciones valedero para la clasificación del Mundial de Fútbol Francia 1998. El encargado de estrenarla fue el árbitro yugoslavo Miroslav Radoman.

Algunas federaciones entregan monedas parecidas a sus colegiados y algunas tiendas especializadas crean sus propias monedas dirigidas a árbitros.







El real de a ocho



Imaginemos una moneda tan, pero tan fuerte que ya en el siglo 17 podías con ella comprar algún recuerdo al pie de la Muralla China, un plato picante en un mercado perdido del sudeste asiático, algo de tabaco o maíz en todo el continente Americano y hasta pagar un alojamiento en cualquier rincón de Europa. Esa moneda existió, perteneció al imperio español y los invito a descubrirla.

En un comienzo, el ser humano se basó en los bienes que poseía o generaba para comercializar con sus semejantes. Así nació el trueque, donde por ejemplo un pastor intercambiaba con un agricultor, su oveja por un saco de harina. Pero este comercio poseía una dificultad: ¿cómo hacía el pastor para conseguir harina si por alguna razón se había quedado temporalmente sin ovejas? La respuesta fue buscar un objeto que tuviera un valor representativo y que toda la comunidad lo aceptase. Claro que para que ese objeto intercambiable tuviera cierto valor, debía ser escaso y por cuestiones logísticas, de fácil traslado.

Las monedas más antiguas que se conocen fueron encontradas en la actual Turquía y datan del siglo 7 a.C. Las fábricas de monedas se llamaban cecas (se escribe con c) y su trabajo comenzaba con conseguir un metal de cierto valor, como oro, plata o cobre e intentar darle una forma y peso constante. Dado que por entonces el metal disponible era muy rudimentario y de calidad variable, una vez fabricadas las monedas muchas veces se les quitaba metal si excedían el peso convenido quedando sus bordes como mordidos, completamente irregulares. 


El último paso en la ceca o fábrica de moneda, era imprimirle a cada una un sello distintivo. Para esto se utilizaba un cuño, una especie de sello tallado en metal duro, que al martillar sobre cada moneda dejaba dibujado de qué fábrica había salido. Las monedas que se acuñaban en la ceca de Segovia por ejemplo, que funcionó desde épocas romanas hasta 1870, llevaron como sello la imagen del famoso acueducto de esa ciudad. Hoy en día, los cuños no son muy encontrados en el registro arqueológico, dado que cada ceca era muy celosa de este instrumento guardándolo bajo siete llaves y una vez gastados eran destruidos para no correr el riesgo de ser usados por terceros para falsificar monedas. A propósito, la palabra moneda tiene su origen en la ceca de Roma, que al encontrarse por entonces muy cerca del templo de la diosa romana Moneta, con el tiempo tomó su nombre.

Real de a Ocho 1350-1540 



Felipe II- 1500

Tras la abdicación de Carlos I en 1556, Felipe II pasó a gobernar: Castilla, Aragón, Navarra, el Franco Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, territorios en el norte de África y los territorios americanos. Durante su reinado (1556-1598) añadió las Filipinas (de ahí su nombre) y la anexión de Portugal y su imperio Afroasiático. Por entonces el Imperio español estaba en su máximo apogeo.

Felipe III - Ceca de Potosí

Durante la colonización de América, el imperio se encontró con grandes yacimientos de plata que rápidamente comenzó a explotar. Los números hablan por sí solos: en el archivo de Indias de la ciudad de Sevilla consta que tan sólo los primeros 150 años de colonización, llegaron a esa ciudad desde tierras americanas 16 millones de kilos de plata.

8 reales de plata con el escudo de los Reyes Católicos, acuñado en Sevilla. Sin fecha pero posterior a 1497.

El real de a ocho fue una moneda de plata que acuñó el Imperio español a partir de 1497. Conocido también como peso duro, de ahí el dicho “no tengo ni un duro”, su valor equivalía a 8 reales. Si bien existían monedas españolas de otros metales, al tener en sus colonias todos estos recursos disponibles de plata, fue el Real de a ocho el que comenzó a acuñarse en enormes cantidades. Si bien en un principio los españoles no quisieron trasladar las cecas a sus colonias, para el siglo 18 lo hicieron. Tal fue el rédito económico que obtuvieron, que a modo de ejemplo, las cecas mexicanas producían ellas solas en un mes, lo que producían todas las cecas de Europa juntas en un año.

Columnario-México-1770

Al estar el imperio español expandido por todo el mundo, durante los siglos 16, 17 y 18 el Real de a ocho se convirtió en la moneda por excelencia para comerciar en cualquier rincón del planeta. Incluso si bien en 1792 Estados Unidos creó su moneda nacional, el dólar, tuvo que prohibir pasados sesenta años el uso del Real de a ocho en su territorio, ya que por entonces sus ciudadanos aún seguían prefiriendo la moneda española. De hecho, se cree que el signo del dólar, esas dos rayas sobre la letra S, provienen de las dos columnas de Hércules que el Real de a ocho tenía dibujado en una de sus caras. Tras ser usado por más de tres siglos, el Real de a ocho es considerado hoy en día como la moneda de mayor uso a escala mundial de forma ininterrumpida en nuestra historia.

Un soldado israelí encuentra moneda romana de hace 2 milenios




El soldado Ido Gardi se encontraba realizando ejercicios militares en las lomas del monte Carmel cuando vio en el suelo un objeto que llamó su atención. Se trataba de una moneda con la efigie de un importante emperador romano de hace unos 1.800 años.

"Esta moneda se une a sólo otras 11 de este tipo provenientes de ubicaciones conocidas y que están en la colección del Departamento de Tesoros Nacionales", precisó Donald Tzvi Ariel, jefe del Departamento de Numismática de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI). "Todas las otras monedas han sido encontradas en el norte de Israel, desde Meguido y Tzipori hasta Tiberíades y Arbel".

Gracias a las imágenes y textos impresos en la moneda, los investigadores pudieron identificar con precisión su origen y fecha. En su anverso, está el emperador que gobernó entre los años 138-161; 


y el reverso muestra al dios sirio MEN, (el dios luna) y la frase "del pueblo de Geva Phillipi", año 217 (158-159 d. C.).


Geva Philippi, conocida también como Geva Parashim, era una ciudad que disfrutaba de un cierto nivel de autonomía y reconocimiento por parte del gobierno romano, incluido el derecho a acuñar sus propias monedas.

"El año marcado en la moneda es el año en que evidentemente se estableció el consejo municipal y se permitió a sus ciudadanos el autogobierno bajo el Imperio Romano", indicó Avner Ecker, profesor de arqueología clásica en el Departamento de Estudios de la Tierra de Israel de la Universidad Bar-Ilan.

"Desenterrar monedas acuñadas en una ciudad o en su periferia nos permite saber más sobre su economía, dónde se aceptaba su moneda y hasta dónde podía viajar. Por eso, estos descubrimientos son siempre muy importantes", señaló Ecker.

Geva es una ciudad antigua, que aparece mencionada en los escritos del historiador judeo-romano del siglo primero, Flavio Josefo, y se refiere a ella como ubicada el valle de Jezreel, no lejos del Carmel.
"Herodes el Grande instaló allí una caballería", señaló Ecker. "Estratégicamente, era un buen lugar para establecer la caballería porque otorgaba control en ambas entradas de la costa al valle", lo que según Ecker sirvió al Ejército Romano durante la Primera Guerra Judeo-Romana que tuvo lugar entre el 66 y el 73 d. C. durante el cual fue destruido el Antiguo Templo de Jerusalén.

Israel es un país tan rico en ruinas y tesoros arqueológicos enterrados que en cada excavación de infraestructura se suelen encontrar restos de algo. No es extraño tampoco que algunas personas decidan llevarse a sus casas lo encontrado, si bien es ilegal.

La AAI trata de disuadir a los cazadores de tesoros otorgando certificados de buena ciudadanía a quienes informen a las autoridades de sus hallazgos, como ha hecho con el soldad Gardi.
Porque según la ley israelí las antigüedades son tesoros nacionales y está prohibida su búsqueda activa.

"El soldado, Ido Gardi, demostró un comportamiento cívico ejemplar y esperamos que sirva de ejemplo para quienes descubran hallazgos antiguos", enfatizó Nir Distelfeld, inspector de la Unidad de Prevención de Robos del Distrito Norte de la IAA.