Explorador en prácticas descubre monedas y joyas medievales al norte de Alemania



El tesoro, que data de hace unos 800 años, fue encontrado durante un entrenamiento con detector de metales.

El arqueólogo aficionado alemán Nicki Andreas Steinmann comenzó a formarse como buscador de metales con el objetivo de solicitar permiso para buscar artefactos antiguos con un detector.

Al tercer día, el explorador encontró, en un área agrícola cerca del antiguo asentamiento vikingo de Haithabu, un tesoro de varias monedas de plata y dos joyas de oro, según un comunicado de la Oficina Estatal de Arqueología de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania. .

Investigaciones posteriores revelaron alrededor de 30 monedas de plata más, así como artículos de plata y oro, incluidos colgantes, anillos y broches. Con base en el grabado en relieve de las monedas, los expertos suponen que un viajero escondió los objetos en ese lugar hace alrededor de 800 años. Restos de tela en las monedas indican que fueron enterradas en una bolsa.

El tesoro medieval fue descubierto en la península de Jutlandia, no lejos de Hedeby, un asentamiento comercial de los vikingos daneses, mencionado por primera vez en los anales del reino franco y ubicado en el norte de Schleswig-Holstein. En esta región alemana está permitido buscar antigüedades con un detector de metales, pero para ello es necesario completar una formación y aprobar un examen en la Oficina Estatal de Arqueología.






Fuente: RT.com

La peseta de los “Peseteros” (1836-1837 Barcelona)



Detrás de don Carlos están los partidarios del absolutismo más tradicional, los llamados “Apostólicos” de los últimos años de Fernando VII, que habían llegado a conspirar contra el rey por su excesiva moderación.

En defensa de Isabel II se agrupaban aquellos que defendían la necesidad de una evolución más liberal para la sociedad española, (Isabelinos o Cristinos).

Carlistas: Fueron apoyados por, religiosos de las órdenes afectadas por las desamortizaciones, militares que nunca destacaron, nobles provincianos (viejos hidalgos-propietarios) y campesinos que les era difícil salir adelante por la situación en la que se encontraba el país. El bando carlista recibió apoyo de: Austria, Prusia y Rusia.


Isabel II niña. Retrato de V. López Portaña.

Isabelinos o Cristinos:  La mayoría de la población defendió al bando isabelino, también la mayor parte de los cargos de la administración, la burocracia provincial y municipal, los miembros del ejército, clases medias, financieros y comerciantes, los de profesiones liberales, alta nobleza, gran parte del clero secular y la mayoría de los sectores populares. El bando isabelino recibió apoyo de: Inglaterra, Francia y Portugal.

En 1836 mientras los dos bandos luchaban y la guerra se extendía por toda España, se labraron una serie de monedas por el bando Isabelino.

La casa de la moneda de Barcelona se cerró por orden gubernamental en 1823, pero conservó toda la maquinaria y útiles de que disponía.

Durante el reinado de Isabel II, y siendo Espoz y Mina capitán general del Principado, la Diputación provincial de Barcelona dispuso la reapertura de la Casa de Moneda de Barcelona en agosto de 1836. El gobierno central no estaba de acuerdo en la apertura de esta ceca ya que cuando se cerró esta ceca por última vez se mandó llevar a la ceca de Madrid todas las maquinas, cuños y de más materiales de acuñación, por lo que se promulgó una Real Orden en diciembre de 1836 en la que dispuso el inmediato cierre de la ceca barcelonesa, pero la Diputación de Barcelona alegó la imposibilidad de cumplir esta disposición a causa de “la necesidad y del apuro en que se encuentran para poder socorrer al ejército, para atender a los gastos de la guerra civil y su urgencia para pagar a las tropas ”.

Las acuñaciones de la moneda de 1 peseta en plata y calderilla de 3 y 6 cuartos en cobre se iniciaron el 11 de septiembre de 1836, y la ceca quedó bajo control y responsabilidad de la Diputación de Barcelona que nombró una comisión gestora presidida por Joan Reynals. La dirección del establecimiento en su vertiente técnica se encomendó a Francesc Paradaltas.

Estas monedas fueron de necesidad durante la I Guerra Carlista (1833-1840), y tendrían carácter de moneda provincial y su circulación quedaría limitada al Principado.

A esta peseta se le llamará “la peseta de los peseteros”.

Peseteros

Al comenzar la Primera Guerra Carlista el ejército isabelino no era demasiado grande como para invadir y poder adentrarse en los territorios carlistas, por lo que inmediatamente se crearon tropas francas sobre todo en las zonas fronterizas del País Vasco y Navarra. Estos soldados se dividían en cuerpos y compañías como los Chapelgorris, Tiradores de Isabel II, Cazadores de montaña, Urbanos, Compañías sueltas y Peseteros, etc. Solían ser personas sin recursos, campesinos, etc., todos ellos voluntarios liberales.

Recibían armas, munición y equipo pagado por el gobierno y su sueldo variaba de una a dos pesetas diarias.

Por este sueldo que recibían eran llamados genéricamente “Peseteros” por las tropas carlistas. (Éstas recibían solamente un real al comenzar la guerra).

Con el tiempo, “peseteros” fue el mote que los carlistas dieron a todos los soldados isabelinos.

Estas tropas francas solían cometer muchos saqueos y abusos, por lo que en cuanto eran atrapados por el ejército carlista eran fusilados.

Pero esto cambió rápidamente cuando el general isabelino Baldomero Espartero los incorporó a al ejército regular, imponiendo una dura disciplina.

Cazadores de la Guardia Real de Isabel II
Biblioteca Nacional de Paris.

Eran tiempos difíciles y el transporte del dinero para pagar a las tropas isabelinas a veces se hacía esperar, los pagos en el frente norte eran irregulares y poco puntuales, por lo que en ocasiones los motines solían estar presentes, como el motín que llevó al asesinato del general moderado Pedro Sarsfield por sus tropas el 26 de agosto de 1837 en Pamplona.


Año: 1836 – 1837. Valor: 1 Peseta. Metal: Plata. Peso: 5,9 gr. Diámetro: 25 mm. Canto: Las monedas acuñadas en 1836 tienen diferentes cantos, unas se labraron con el canto estriado y otras con el canto labrado con un cordoncillo. Y las monedas acuñadas en 1837 solamente se labraron con el canto estriado. Ceca y Marca: Barcelona, “B”.

Anverso: Escudo, en el que aparecen las armas de la Corona de Aragón, y encima la corona real, rodeado por la leyenda "ISABEL 2A REYNA CONST. DE LAS ESP.". Abajo; Estrella de cinco puntas, Marca de ceca, Estrella de cinco puntas, Marca de ensayadores, Estrella de cinco puntas, (+ B + PS +).

Reverso: Leyenda “1 PESETA” entre dos estrellas de cinco puntas. Principado de Cataluña. Fecha.

Ensayador: Francisco Paradaltas y Simeón Sala i Roca.

No fue acuñada con virola.

Esta moneda circulo junto al sistema monetario de reales de vellón y maravedís: 1 peseta = 4 reales; 1 Real = 34 maravedís.


La palabra “peseta” viene del siglo XVII, así se llamaba popularmente a las monedas de 2 Reales, pero no aparece inscrita en moneda alguna.





Fuentes:

http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/la-primera-guerra-carlista-1833-1840
https://albalathistoria.files.wordpress.com/2010/01/las-guerras-carlistas.pdf
http://slideplayer.es/slide/3504859/
http://es.slideshare.net/artesonado/la-oposicin-al-sistema-liberal-el-carlismo
http://jadonceld.blogspot.com.es/2013/11/la-primera-guerra-carlista-1833-39.html
Pere Pascual Domènech, “La reforma de 1824 y la acuñación de moneda en Barcelona (1836-1848).”

Monedas españolas época medieval - Denominación




AGNUS DEI - Moneda de vellón de los reyes Juan I y Juan II. Por una parte tenían una Y coronada y por la otra el cordero de San Juan Bautista. 


ALFONSI - Moneda castellana de oro de Alfonso XI.


ARDITE - Moneda catalana de vellón y de cobre, del valor de un dinero catalán.


BARBA ROBEA ó BARBOT - Moneda catalana de oro, circulaba durante los primeros años del siglo XIII en el Principado con el nombre de Morabatín de la Barba Rogé.

BLANCA - Moneda de vellón de Castilla, empezó posiblemente en el tiempo de don Pedro I hasta los Reyes Católicos.


BRUNA - Moneda posiblemente de vellón negro: 'Anno Domici MCC currebat Barchina moneta quae dicebatur Bruna, et duravit usque in anno MCCIX' (cita por Pedro de Marca).

CASTELLANO - Moneda castellana de oro. Se daba este nombre al alfonsi de oro, a la dobla, al enrique y al excelente. 


CINQUEN - Moneda castellana de vellón. Es la misma que la Blanca.


CORNADO - Moneda castellana de vellón, se llamaba también dinero cornado, posiblemente por la cabeza coronada del anverso.


CROAT- Moneda barcelonesa de plata, acuñada desde don Pedro III hasta Felipe V. Se llamaban también dineros de plata barceloneses, reales de plata y gruesos blancos. Su nombre viene de la cruz grande que llevan en el reverso.


CUATERNO - Moneda catalana de vellón creada por don Pedro II de Aragón por decisión del IX de las Calendas de Abril de 1212. Su fabricación duró doce años, fue llamada también 'moneda de Cort', su pasta se componía de cuatro marcos de plata y de ocho de cobre.

DINERO - Palabra que proviene del denario romano, cuyo valor era el de diez ases. En Castilla, antiguamente diez maravedises hacían un dinero, después su valor y su ley fueron cambiando continuamente. En el siglo XI eran los dineros de plata con muy poca liga, pero llegaron a ser de verdadero vellón. Había dineros de Castilla, viejos y nuevos, jaqueses, dineros barceloneses, prietos de Navarra, etc., nombres que se les daba según el lugar donde se los acuñaba. En el siglo VIII un dinero de Aragón equivalía a 20 dineros de Castilla, o un dinero y 5/16 de Cataluña, o un dinero y 11/34 de los mismos según se hacían los pagos en oro o plata.

DINERILLO - En Aragón y Cataluña llamaban 'dinerillo de la cruz' a una moneda de vellón acuñada en Aragón que valía la mitad de un dinero, era tanto como una meaja o un óbolo. La fabricación de los dinerillos de la cruz de Aragón fue suprimida de real Orden en 1718.

DINERILLOS DE LA CRUZ - Moneda aragonesa de vellón. Abolida en 1718.


DOBLA - Moneda de oro de Castilla. Se daba el nombre de Doblas mayores las que valían 4, 8,10, y más doblas. Las Doblas de la banda de ley inferior a las demás fueron emitidas por Juan II.


DOBLER o DOBLENGA • Moneda de vellón a la ley de tres dineros creada en 1510 y 1513 por Fernando el Católico, tenían 20 sueldos, ocho dineros por marco, y cada onza debía rendir 31, y el marco, 248, en un lado llevaban la cabeza real, y en el otro, las armas de la ciudad.


DUCADO - En Castilla era la unidad de las monedas de oro, por consiguiente, valía medio doblón, su valor variaba según su ley.


DUPLO - Moneda de vellón barcelonesa, cuyo marco se componía de dos partes de plata con diez de cobre.

ENRIQUE - Monedas de oro castellano que valía una dobla, un castellano o dos ducados, se labraban enriques de dos, cuatro y más. Había también medios enriques. Se batieron de diferentes leyes, desde 23 1/2 quilates hasta 18 y menos.


ESCARACHELLE DE ARGENTO - Moneda acuñada en tiempos del conde de Barcelona don Ramón Borrell.

FLORIN - Moneda de oro aragonesa labrada en 1346 por los reyes de Aragón, por orden de don Pedro IV en la Ceca de Perpiñan y a imitación de los de Florencia. Se acuñaron en Perpiñan, Barcelona, Gerona, Valencia y Mallorca, pero nunca en Aragón.


GRUESO DE PLATA - Es uno de los nombres que recibían los reales de plata en Cataluña.

JAQUESA - Moneda de vellón aragonesa creada por don Jaime el Conquistador.


LIBRA - La libra aragonesa o jaquesa valía 320 dineros aragoneses, 320 octavos de Castilla. La libra de Cataluña valía 240 dineros de Cataluña, 182 ochavos, uno y 5/7 maravedís. La libra de Navarra valía 620 maravedises de Navarra o 53 ochavos y dos tercios de maravedí de vellón. Moneda imaginaria

MEGALONA o MELGORIENSE - Moneda de vellón de los condes de Melgueil, durante el siglo XII tuvo curso en Rosellón y en Cataluña. Tenía de ley cuatro dineros. Jaime I prohibió su circulación en Cataluña, por privilegio de primero de agosto de 1258.

MALLA o MEALLA - Moneda de vellón catalana que valía un medio dinero del Principado. Era lo mismo que un óbolo.


MANCUSO - Moneda árabe de oro y plata, tuvo curso en Rosellón, Cerdeña y Cataluña desde el siglo IX hasta el XII. Los mancusos habían sido imitados por algunos príncipes cristianos. Siete mancusas barcelonesas de oro pesaban una onza.


MARAVEDI - El origen de este nombre proviene de morabithis, devotos a Dios, calificación dada por Abd Allah-ben-Yasim o los sectarios que llamamos almorávides. La palabra moravedinos se encuentra después de la invasión de los almorávides en España. Los árabes labraron monedas de oro, plata y cobre que se llamaban, respectivamente, dinars, dirhems y felous. Los cristianos acabaron por dar el mismo nombre de morabatín a los tres metales, haciendo a esta moneda sinónimo de moneda. En efecto, había maravedís de oro, de plata y de cobre.


MEAJA - Malla u óbolo, valía la mitad de un dinero catalán o seis dineros melgorienses.


MENUT o MENUDO - Moneda de vellón catalana, valía lo mismo que un dinero.

ÓBOLO - Moneda de plata ligada y de vellón, valía medio dinero, en Cataluña más tarde se llamó malla.

PACIFICO - Moneda de oro aragonesa y barcelonesa, se acuña por primera vez después de la derrota del ejército del contestable de Portugal en 1465 por don Fernando, el hijo primogénito de don Juan II de Aragón. Estas monedas tenían en el anverso la cabeza del rey de frente, con cetro en la mano, y en el reverso las armas coronadas. Se conocen pacíficos de oro de don Juan II y de los pretendientes de Renato de Anjou y don Pedro de Portugal, pesaban un florín, valían 20 sueldos y eran a la ley de 20 quilates. Se labraron también medios pacíficos.

PEPION - Moneda de vellón castellana labrada en Burgos en el siglo XIV, en tiempo de don Alfonso X valía un medio dinero burgalés. 


PICHOL - Llamada también marca de cabildo y pallofa, monedita de latón o de cobre.

PRINCIPAT - Moneda de oro mandada acuñar el 4 de noviembre de 1493 por don Fernando el Católico. Fue acuñada en las Cecas de Barcelona y de Perpiñan a la ley de los ducados de Venecia y con los tipos de los ducados de Barcelona, es decir, que los ducados de Barcelona acuñados en estas ciudades después del 4 de noviembre de 1493, con la efigie de don Fernando el Católico, son los 'principáis' de que habla la precipitada ordenanza. Las monedas acuñadas en Cataluña durante el levantamiento de 1640 también se llamaron principats.


PUGESA - El nombre de Pogesus, Pogesia y Pogesius tiene su origen de la moneda Pictaviense que tuvo mucho curso en Aragón durante los siglos XIII, XIV y XV. En las monedas de cobre de Lérida se lee con todas las letras el nombre de Pugesa, valían la cuarta parte de un dinero. Don Alfonso IV de Aragón concedió privilegios a simples particulares para batir pugesas.


QUARTILLO - Moneda de vellón castellana del valor de la cuarta parte de un real de vellón. En las cuentas se hacía uso de monedas de tres cuartillos.


QUATERNO - Moneda de vellón hecha con cuatro partes de plata y ocho de cobre. Moneda creada por don Pedro III de Aragón por mandamiento de 11 de las calendas de abril de 1212, su fabricación duró nueve años.

REAL - Había real, medio real, cuarto y sexto de real de plata de once dineros y cuatro granos de ley y talla de sesenta y seis piezas de un real por un marco desde don Pedro I. Los reyes don Enrique II, don Juan I, don Enrique III, don Juan II y don Enrique IV, labraron los suyos a la misma ley y talla.


ROCABERTINS - Dineros menudos, probablemente acuñados a nombre de los vizcondes de Rocaberti que tenían el fuero de labrar moneda.

SEISENO - Moneda de plata que valía seis dineros menudos de terno. En 1400, , don Martín mando que el croat se dividiese en tres partes. Como el croat valía 18 dineros, la tercer parte era el seiseno. Cuando el croat tuvo el valor de un sueldo, el seiseno era un medio croat y cuando el croat valía 24 dineros, el seiseno era el cuarto de croat.


SUELDO - Don Pedro III de Aragón mando batir en 1285 sueldos de plata barcelonesa que valían cada uno 12 dineros de moneda de terno. 

TARJA - Moneda imaginaria del reino de Navarra que valía 14 2/9 maravedís de vellón.


TERNO - Se daba este nombre en Aragón y Cataluña a las monedas labradas con plata de tres dineros. La moneda jaquesa era moneda de terno. En Valencia se estableció la misma moneda de terno.


Monedas hispánicas de la Edad Antigua. Sylloge Nummorum Graecorum España online



El Museo Arqueológico Nacional conserva la colección de moneda hispánica más importante del mundo, formada por cerca de 16.000 ejemplares de todas las series acuñadas en la Península Ibérica en la Edad Antigua: con leyendas en escritura griega, feno-púnica, indígena o latina y, finalmente, las emisiones hispanorromanas o provinciales.

Desde las primeras acuñaciones en el siglo V a.C. hasta su desaparición en el I d.C., con Hispania ya plenamente integrada en el Imperio romano, las monedas se revelan como un testimonio arqueológico esencial para conocer la enorme complejidad cultural y política de la Península en la Antigüedad.

El catálogo, integrado en la serie internacional Sylloge Nummorum Graecorum (SNG), está compuesto por fichas de consulta en línea complementadas por documentos descargables, organizados por series culturales y cecas emisoras, para facilitar el acceso completo a la información. Dichos documentos proceden de los catálogos impresos publicados hasta el momento, a los que se añade una adenda con las nuevas incorporaciones.

Es un trabajo en constante crecimiento, al que se van añadiendo nuevas aportaciones a medida que se van digitalizando los fondos, actualizando catalogaciones e incorporando piezas mediante compras y donaciones.


Las monedas son el testimonio arqueológico más revelador de la complejidad, cultural y política, de la Península Ibérica en las últimas centurias antes de la Era, hasta su integración en el Imperio romano.

Exceptuando las series acuñadas por los cartagineses en las décadas finales del siglo III a.C., así como algunas emisiones romanas supeditadas a necesidades de guerra, en Iberia la fabricación de moneda está vinculada a las ciudades. Desde que los griegos de Emporion (Ampurias, Gerona) comenzaran a producir sus primeras piezas en el siglo V a.C., más de 150 ciudades, especialmente durante el siglo II y parte del I a.C., emitieron en algún momento moneda propia, con una gran variedad en tipología, pesos y escrituras.

A finales del siglo I a.C. las ciudades hispanas están ya completamente integradas en las estructuras romanas y también lo están sus monedas, auténticos documentos oficiales de la reorganización llevada a cabo por Roma. Las acuñaciones hispanorromanas, o “provinciales”, ya todas en latín, tuvieron una existencia de menos de un siglo, pero fueron uno de los signos de identidad de las grandes ciudades de Hispania.

La identidad hispana permanece bajo las formas romanas, tal como el poeta Marcial, nacido en Bilbilis (Calatayud), decía aún bien entrado el siglo I d.C.: nos Celtis genitos et ex Hiberis. "Nosotros, nacidos de celtas y de iberos".


En la actualidad están disponibles en línea, en formato SNG, 3564 monedas hispánicas correspondientes a las emisiones hispano-cartaginesas, las ciudades feno-púnicas y las acuñaciones con escritura indígena del área meridional.

Además puede descargar en ficheros independientes (pdf) en alta calidad los catálogos de cada ceca, textos explicativos e índices, tal como fueron publicados en los volúmenes impresos, conservando el orden de las emisiones y la paginación original.

Por otro lado, en el Catálogo General del Museo  podrá encontrar monedas acuñadas en otras cecas hispanas que aún no han sido incluidas en el catálogo SNG.


Desde 1931, los catálogos de la serie Sylloge Nummorum Graecorum (SNG) publican sistemáticamente las monedas acuñadas en el ámbito cultural griego presentes en las mejores colecciones numismáticas de los museos del mundo, con el objetivo de dar acceso y promover el conocimiento y la investigación de la moneda en la Antigüedad. Su nombre, Colecciones de monedas griegas, refleja el concepto numismático tradicional y un tanto ambiguo de “mundo griego”, que abarca desde la costa atlántica europea hasta el noroeste de la India, aunque excluyendo las acuñaciones de Roma.

El proyecto nació en el Reino Unido de la mano de la British Academy y pronto se extendió como referencia fundamental para la catalogación y estudio de la moneda antigua. Está patrocinado y dirigido por la Unión Académica Internacional y el Consejo Internacional de Numismática, cuya autorización deben solicitar todas aquellas instituciones que deseen participar. Con ello se garantiza el rigor científico de los trabajos publicados, que deben seguir, además, un formato normalizado.

España se incorporó en 1994 a través de las colecciones del MAN, que ha publicado hasta el momento tres volúmenes impresos y, desde 2007, la base de datos en línea.

La versión en línea se ajusta a la ficha normalizada SNG, basada en la imagen y una breve y clara descripción, una herramienta imprescindible para investigadores de todo el mundo y para contribuir a proyectos colaborativos, y también muy eficaz para dar a conocer nuestras ricas colecciones de moneda antigua al público no especializado.






Fuente: man.es

Así son las nuevas monedas de 200, 50 y 10 euros

 


Con motivo de la celebración del 'Centenario Sorolla', la Real Casa de la Moneda, dependiente de la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre, ha impreso una nueva colección de monedas de 200, 50 y 10 euros. Se trata de piezas de coleccionista, es decir, no se puede utilizar como método de pago.

Según ha publicado recientemente el Boletín Oficial del Estado (BOE), estas piezas conmemorativas corresponden al centenario del fallecimiento de Joaquín Sorolla. De esta forma, se emite una serie de monedas de colección, no destinadas a la circulación, que son acuñadas normalmente en metales preciosos, con un valor nominal y diseño diferente a las destinadas a la circulación.

"Estas monedas deberán diferir perceptiblemente de las circuladas en, al menos, dos de las tres características siguientes: color, peso y diámetro", señala el documento oficial en su artículo 81.

Sobre la pieza de 200 euros, el documento oficial señala que se acuñarán 1.500 ejemplares. En su diseño explica que, en el anverso, llevará el motivo de la obra que lleva por nombre 'Autorretrato', realizada por Joaquín Sorolla en 1909, que se conserva en el Museo Sorolla, de Madrid.


A su derecha, en sentido circular descendente y en mayúsculas, la leyenda 'ESPAÑA'; a la izquierda del retrato, el año de acuñación 2023. En la parte superior de la moneda, en sentido circular y en mayúsculas, la leyenda 'AUTORRETRATO'. En la parte inferior, en sentido circular y en mayúsculas, aparece la leyenda 'CENTENARIO SOROLLA'. Rodea los motivos y leyendas una gráfila.

En el reverso, se reproduce la obra titulada 'Clotilde con traje gris', realizada por Joaquín Sorolla en 1900, que se conserva en el Museo Sorolla, de Madrid. En la parte superior izquierda, en sentido circular ascendente y en mayúsculas, la leyenda 'CLOTILDE CON TRAJE GRIS'. A la derecha de la imagen, el valor facial 200 EUROS; y a su izquierda la marca de Ceca.


De la moneda de 50 euros, se acuñará un máximo de 3.000 ejemplares. En su diseño, en el anverso, se reproduce en colores la obra titulada 'Paseo a la orilla del mar', realizada por el pintor valenciano en 1909, que se conserva también en el Museo Sorolla, de Madrid.


Respecto al ejemplar de 10 euros, se emitirán 7.000 unidades. Tendrá un diseño particular porque será cuadrado. En su anverso, se reproducen colores de la obra titulada 'El baño del caballo', realizada en 1909, que se conserva en el Museo Sorolla de Madrid.








El pirata inglés Henry Every se ocultó en colonias de EEUU en el siglo XVIII



Unas monedas de plata deslustradas y documentos recién descubiertos fortalecen los argumentos de que el bucanero británico Henry Every —objeto de la primera cacería humana mundial— se ocultó en Nueva Inglaterra antes de navegar hacia Irlanda y desaparecer de manera misteriosa.


“Sin duda alguna, Every uno de los piratas más despiadados del mundo deambulaba prófugo por las colonias americanas con total impunidad", indica Jim Bailey, historiador y especialista en detección de metales, que ha dedicado años a resolver el misterio.

En 2014, después de desenterrar una moneda peculiar grabada con una inscripción en árabe en el huerto abierto al público de Middletown, Rhode Island, Bailey comenzó a rastrear los pasos de Every.

Una investigación confirmó que la moneda exótica fue acuñada en 1693 en Yemen. Entonces Bailey descubrió que concordaba con los millones de dólares en monedas y otros objetos de valor que Every y sus hombres saquearon audazmente el 7 de septiembre de 1695 del Ganj-i-Sawai, una embarcación real armada cuyo propietario era el emperador indio Aurangzeb.

Desde entonces, especialistas en detección de metales y arqueólogos han encontrado 26 monedas similares entre Maine y las Carolinas. Todas las monedas, a excepción de tres, aparecieron en Nueva Inglaterra, y ninguna se puede fechar después de la captura del navío indio.

“Cuando escuché por primera vez acerca de ello, pensé: ‘Hey, un momento, esto no puede ser cierto’”, dijo Steve Album, especialista en monedas raras que reside en Santa Rosa, California, y que ayudó a identificar todas las monedas árabes de plata que aparecieron en Nueva Inglaterra.


“Estas monedas han sido halladas legítimamente y, en algunos casos, de forma arqueológica; cada una de ella es anterior al saqueo del barco”, aseguró Album, que ha vivido en Irán y ha viajado extensamente por el Medio Oriente.

Especialistas en detección de metales también han descubierto una pepita de oro que pesa tres gramos (un décimo de onza) —ligeramente más pesada que un peñique estadounidense— en un campo de papas ubicado en la cima de una colina en el pueblo costero de Little Compton, Rhode Island.

No hay evidencia documentada que demuestre que en el estado se haya hallado oro en la naturaleza. Bailey y otros expertos creen que probablemente la pepita proviene de algún punto de la Costa del Oro de África, centro del comercio de esclavos a finales del siglo XVII y en los primeros años del XVIII. Para sumar a la intriga, se recuperaron dos monedas árabes de plata no lejos de la pepita, y se sabe que Every robó una cantidad considerable de oro en la costa de África Occidental.

La evidencia más reciente que sitúa a Every en territorio estadounidense no es sólo metálica, sino que también incluye papel y pixeles.


Bailey ya había encontrado registros que muestran que el Sea Flower, un buque en el que navegaron Every y sus hombres después de abandonar la embarcación que utilizaron en su asalto mortal, llegó a Newport, Rhode Island, en 1696. Desde entonces ha hallado documentos que demuestran que el capitán pirata estaba acompañado por tres habitantes de Rhode Island que subió a bordo desde otra embarcación pirata cuando huyó de la India. Los tres desembarcaron con Every en las Bahamas el 30 de marzo de 1696, y Bailey dijo que en esencia le ayudaron a escapar a cambio de un botín.

El 27 de agosto de 1696, los piratas capturados William Phillips y Edward Savill testificaron que uno de los dos barcos que partieron de las Bahamas fue a Virginia y Nueva Inglaterra antes de llegar a Irlanda. Algo crucial, dijo Bailey, es que los registros aclaran una cronología confusa que los historiadores han malinterpretado desde hace años para sugerir que Every estuvo dos meses en la isla del Caribe, algo que nunca hubiera hecho como fugitivo.

“No hay manera de que se haya quedado en las Bahamas para sentarse en la playa y mejorar su bronceado mientras aguardaba a ser capturado”, señaló Bailey. “De hecho, Every estuvo en Nueva Inglaterra más de un mes sopesando sus alternativas para reiniciar su vida en las colonias o volver a casa a Inglaterra”.

Las hazañas de Every inspiraron el libro de Steven Johnson, “Enemy of All Mankind” (“Enemigo de toda la humanidad”), y la última entrega de la popular franquicia de videojuegos “Uncharted” de PlayStation. Este año, Sony Pictures estrenó una adaptación cinematográfica de su historia con Tom Holland, Mark Wahlberg y Antonio Banderas.

El próximo desafío de Bailey: dilucidar qué le pasó a Every cuando le perdieron la pista después de que llegó a Irlanda el 20 de junio de 1696. Es el elusivo último capítulo de este misterio, que espera detallar en un próximo libro sobre el caso no resuelto.

“Estamos rastreando la historia perdida de uno de los mayores crímenes del siglo XVII”, comentó.










Fuente:latimes.com

Cuándo se inventó el dinero y en qué momento el dólar se convirtió en la principal moneda del mundo



La historia del dinero es apasionante. Desde hace miles de años no solo ha servido como medio de pago y depósito de riqueza, también ha sido una unidad de cuenta, es decir, un sistema que nos permite fijar precios y registrar deudas.

El origen del dinero es tan controvertido como su definición. Arqueólogos, historiadores, filósofos y economistas tienen sus propias teorías sobre el misterioso salto que dimos los humanos cuando desarrollamos los primeros sistemas comerciales nacidos después del trueque.

Podemos encontrar el origen del dinero en las transacciones que hace miles de años se hacían con cereales, gramos de plata, objetos de arcilla, conchitas de mar o semillas de cacao, hasta llegar a las monedas de metal acuñadas oficialmente por reyes en el antiguo Irak.

Mucho más tarde surgieron los primeros billetes de papel en China, creados cuando las monedas pesaban tanto que cargarlas era una pesadilla.

Y recientemente, hace apenas 70 años, en secretas negociaciones políticas hasta altas horas de la noche en un hotel perdido en medio de unas montañas, un billete verde llamado dólar llegó a imponerse como la moneda más poderosa del mundo.

Seguidamente contamos contamos la historia del nacimiento y la evolución del dinero, una clave esencial para entender cómo han cambiado a través de los años las transacciones comerciales que han marcado el desarrollo de la humanidad.

Las transacciones comerciales de los sumerios

Si pensamos en el dinero como algo material que nos permite hacer transacciones, algunos expertos argumentan que su origen se puede encontrar en los gramos de plata o la cebada, un cereal con el que los sumerios en Mesopotamia (actualmente Irak) comerciaban hace unos 5.000 años.


Esos productos que, por un lado, tenían un valor en sí mismo, también servían como una unidad de medida y se utilizaban para cuantificar el valor de otras cosas a través de su peso, como por ejemplo, el valor de un esclavo, del trabajo, los intereses de una deuda y hasta las promesas de pago.

Algunos trabajadores recibían su salario en cantidades fijas de cosas como cerveza o muebles, cuenta Jon Taylor, curador de las colecciones cuneiformes y sellos cilíndricos del Departamento de Medio Oriente del Museo Británico.

También era común que las materias primas tuviesen un valor al ser comparadas entre sí. La lana y los dátiles, por ejemplo, podían tener un valor equivalente en gramos de plata.

Incluso los comerciantes que hacían operaciones a larga distancia se ofrecían unos a otros una especie de crédito, mediante el cual podían retirar recursos en un lugar y devolverlos en otro, o transferir el derecho a los recursos a otra persona.

Los préstamos con intereses

Todo depende de cómo definimos los conceptos. El director de campo del Proyecto Ur del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos, William B. Hafford, argumenta que el dinero es "un intento de cuantificar el valor", mientras que la moneda "es una forma física de dinero, un artículo estandarizado".

Desde ese punto de vista, la cebada y la plata eran formas de moneda y, problemente, el tipo más antiguo de dinero físico conocido hasta ahora. Ahora bien, la raíz del dinero está en lastransacciones de crédito-deuda que existían en la antigua Mesopotamia.


Estas transacciones estaban basadas en que una persona podía obtener algo de otra, prometiéndole una cosa a cambio en el futuro. Surge así el concepto de deuda.

Entonces, esa forma de intercambio que primero surgió en comunidades pequeñas, luego se desarrollaría en comunidades más grandes, hasta que, con el paso del tiempo, la deuda termina cuantificándose cuando se inventa la escritura, señala el experto.

"Tenemos muchas tablillas de préstamos y deudas en la antigua Mesopotamia. Por lo general, también tienen intereses", agrega. El Código de Hammurabi, por ejemplo, establece que la tasa de interés sobre la plata es del 20% y la del grano es del 33%.

El peso de la plata

La plata fue la forma más común en que se cuantificó el valor de la mayoría de las cosas durante gran parte de la historia de Mesopotamia.

"A menudo encontramos tesoros de plata enterrados debajo de los pisos para protegerlos. Estos contienen trozos de plata cortados de jarrones, de cuentas viejas, fundidos en lingotes o convertidos en anillos en espiral", explica Hafford.


Los anillos en espiral eran la forma más fácil de transportar el metal, incluso a veces atados al cabello. Una parte de la espiral se podía romper para pesar y pagar las cosas.

El tipo de cambio típico era de 1 siclo de plata (8,4 gramos) por 1 GUR de grano (alrededor de 300 litros). El grano se podía moler hasta convertirlo en harina, un producto esencial para alimentarse.

El debate sobre las tablillas mesopotámicas

En algunas tablillas de arcilla de la antigua Mesopotamia quedó el registro de deudas. Según el historiador Niall Ferguson, algunos de esos objetos (más pequeños que el tamaño de una mano) eran en sí mismos una promesa de pago al portador de la tablilla o una especie de orden de compra.

En algunas quedó escrito que, por ejemplo, una deuda de cuatro medidas de cebada debía ser pagada al portador de la tablilla de arcilla, lo que en la práctica, transformaría a ese objeto en un tipo de dinero.


Según argumenta Eckart Frahm, profesor de Lenguas y Civilizaciones del Cercano Oriente de la Universidad de Yale, los comerciantes mesopotámicos ocasionalmente usaban formas de dinero más "virtuales" que los tradicionales metales.

"Las empresas comerciales a larga distancia de los comerciantes asirios de los siglos XX y XIX a. C., por ejemplo, documentadas por unas 24.000 tablillas de arcilla de la ciudad de Kanesh en el centro de Turquía, incluyen elementos modernos como cheques al portador. El pago se hacía a la persona que sostenía el cheque, el cual venía en forma de tableta de Kanesh".

Pero no todos comparten esa visión del uso de tablillas mesopotámicas como forma de dinero. Nicholas Postgate, arqueólogo de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y exdirector de la Escuela de Arqueología Británica en Irak, argumenta que en el contexto de Mesopotamia, las tablillas de arcilla incluían registros de transacciones, pero no se usaban como monedas.


"Lo más cercano que tenemos al dinero, pero mejor decir moneda, es la plata junto con la cebada".

Lo mismo plantean investigadores como Jacob Dahl, profesor de Asiriología en la Facultad de Estudios de Asia y Medio Oriente de la Universidad de Oxford, Reino Unido.

"Las tablillas cuneiformes no funcionaban como dinero. Tenían documentos de préstamo que obviamente podrían valer el dinero prestado y el interés, y en los períodos posteriores de la antigua Babilonia y la antigua Asiria había pagarés".

En esa época, agrega, la plata funcionó como un medio de intercambio bastante parecido a lo que podría pensarse como dinero, "pero como nunca estuvo respaldado por un banco central o un Estado, aún no puedes llamarlo dinero".

La primera moneda acuñada oficialmente

Las primeras monedas oficialmente acuñadas por un gobierno habrían aparecido alrededor del año 640 a.C. en Anatolia, actualmente Turquía, con el sello del rey Aliates de Lidia.

Esta moneda, el estatero lidio, fabricada comúnmente con una aleación de oro y plata conocida como electro, fue más antigua que las monedas acuñadas en China, India, o en civilizaciones como las de los egipcios, los persas, los griegos o los romanos.


La acuñación de monedas tuvo éxito por su durabilidad, la facilidad para transportarlas y porque tenían un valor propio.

Al volverse tan eficientes y valiosas, se convirtieron en un instrumento de control político. Facilitaban el cobro de impuestos para mantener a las élites, permitían financiar a los ejércitos y expandir el comercio más allá de las fronteras.

Junto a las monedas siguieron utilizándose otras formas de dinero. De hecho, la palabra salario viene del latín salarium, cuyo origen está en la sal. En la época del Imperio Romano, a los soldados y funcionarios públicos se les pagaba con sal, un producto muy valioso que servía, entre otras cosas, para conservar los alimentos.

Algunas de las monedas antiguas son tan raras como hermosas y, gracias a que se han mantenido en el tiempo, entregan valiosa información a los estudiosos de las civilizaciones previas a nuestra era. Una de ellas es el Tetradracma de plata acuñado en Atenas, hacia el 450 a. C., con una lechuza, emblema de la diosa Atenea.


La llegada del billete de papel: el jiaozi chino

¿Y cuándo surgieron los billetes? Durante mucho tiempo, la unidad monetaria básica en China fueron las monedas de cobre o de bronce con una perforación cuadrada en el centro, que les permitía colgarlas en un hilo formando una cadena.

Pero en la medida que los viajes y el comercio fueron expandiéndose, también aumentó aceleradamente la demanda por monedas para realizar las transacciones. Hubo una época en que el cobre comenzó a escasear, pero aún más importante, los gobernantes se dieron cuenta de que era clave mantener el control de las divisas.

Como no querían que sus valiosas monedas se filtraran hacia tierras extranjeras, impusieron una regla: solo se podían usar monedas hechas de hierro.


Pues bueno, las monedas de hierro eran tan pesadas que ni las mulas ni las carretas con bueyes resistían tanta carga cuando había que hacer grandes transacciones.

Imagina que, por un puñado de plata, te daban un saco gigante de monedas de hierro, tan grande como el cuerpo de una persona.

Habrían sido los comerciantes quienes primero comenzaron a experimentar con "instrumentos financieros" de papel para evitar el traslado de grandes cantidades de monedas.


Fue durante la dinastía Song, alrededor del año 1.000 de nuestra era, en la provincia de Sichuan, que el imperio emitió oficialmente el primer papel moneda del mundo, el jiaozi, fabricado a partir de la corteza del árbol de la mora.

Desde ese entonces, los mercaderes dejaron de utilizar sus propios pagarés y los gobernantes tomaron el control del sistema convirtiendo al jiaozi en un billete oficial.

Tan oficial como el dólar cuando se convirtió por decreto en la moneda de Estados Unidos en 1792.

Las negociaciones que dieron origen a la supremacía del dólar

Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba llegando a su fin, los gobiernos aliados se dieron cuenta de que tenían un problema: las economías estaban devastadas y se preguntaban con qué moneda se haría el comercio internacional cuando comenzara la reconstrucción.

Fue entonces cuando los representantes de 44 países se reunieron durante 22 días en julio de 1944 en el hotel Mount Washington, en el pueblo de Bretton Woods, Estados Unidos, a negociar el futuro de las finanzas y el comercio de la posguerra.


Los países europeos llegaron a la reunión con profundas carencias económicas y Estados Unidos con las mayores reservas de oro del mundo.

Fueron 22 días de reuniones con intensas luchas políticas que se desarrollaban en los salones durante el día y en el bar del hotel "The Moon Room" en la noche, entre whiskies y puros, según cuenta Ed Conway, en su libro "La Cumbre".


Dos hombres se enfrentaron en un duelo intelectual: el británico John Maynard Keynes (con su utópica idea de crear una moneda común para todo el mundo llamada "bancor") y el estadounidense Harry Dexter White, del Departamento del Tesoro, quien terminó ganando la batalla.

Al final de Bretton Woods, quedó establecido que el dólar estadounidense sería la moneda para hacer las transacciones internacionales. Y las dos instituciones que se crearon en aquella reunión, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, realizarían préstamos en dólares a los países con problemas económicos tras el fin de la guerra.





Fuente: bbc.com