Siguen apareciendo valiosos tesoros… Mira estos dos

Aunque ocurre con cierta frecuencia, no deja de ser extraño que, en premio al oficio y afanes de profesionales especializados, o por "suertuda" casualidad, sigan apareciendo valiosos tesoros, como en los dos casos de esta historia, en forma de monedas antiguas.


Un arqueólogo aficionado descubrió una vasija de arcilla con docenas de monedas de oro de mediados del siglo XVI y principios del siglo XVII.

Durante varios siglos en Moravia, una región histórica que conforma la República Checa, estuvo enterrado este tesoro de 74 monedas de oro. La moneda más joven tiene la imagen de Fernando II Habsburgo, quien fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico durante buena parte de la Guerra de los Treinta Años.


Tras el hallazgo, el arqueólogo aficionado decidió informar y entregar el tesoro al museo local. Actualmente, las monedas fueron transferidas a la colección del museo de Moravia en Zlín.


Los arqueólogos de momento desconocen el origen del tesoro aunque manejan varias teorías.

“Pudo haber sido propiedad de un residente local que lo escondió durante la Guerra de los Treinta Años o podría pertenecer a uno de los soldados que nunca regresó”, dijo la arqueóloga del Museo Jana Langova al medio Novinky. Por su parte, el director del museo en Zlín, Pavel Grubets, destacó que este hallazgo es uno de los más valiosos en la región en las últimas décadas. Los arqueólogos del museo de Zlín y el Instituto de Conservación Arqueológica de Brno planean realizar una búsqueda adicional en el lugar del hallazgo para comprobar si no hay otras monedas en el lugar y documentar toda el área.

En Francia han descubierto por casualidad un “tesoro excepcional” de 14.000 monedas medievales, algunas de ellas acuñadas en los tiempos de Ricardo Corazón de León (años del reino 1189-1199).


El tesoro ha sido parcialmente expuesto en el ayuntamiento del municipio de Guéret cinco años después de su descubrimiento durante los trabajos en una granja.

“Es un tesoro excepcional en términos de cantidad y no de valor”, explica Dominique Dussot, numismático y arqueólogo que estudió estas monedas.

Las más antiguas datan del año 1106, también hay algunas que datan de 1223, así que el arqueólogo supuso que este tesoro habría sido enterrado alrededor de 1223 o más tarde. Las monedas provienen de 28 orígenes distintos en Francia. La mitad del lote proviene del departamento de Creuse.

Las piezas fueron descubiertas por casualidad en el 2014 en la ciudad de Vareilles, al noroeste de Guéret, cuando Roger Mutel, un maquinista jubilado, vino a ayudar con la granja de una amiga. Halló el tesoro trabajando con la excavadora.

Según Dussot, la razón por la que hay tantas piezas en el tesoro es que debe haber pertenecido a un comerciante ambulante que tenía muchos bienes para vender. O podría haber sido un recaudador de impuestos.

Roger Mutel y la propietaria del terreno han recuperado sus monedas y ahora son copropietarios del tesoro, que les gustaría vender a los coleccionistas. Algunas piezas se estiman en unos cien euros, otras, muy dañadas, tienen un valor mucho menor.






Pero está claro que estos no serán los últimos, y ¿quién dice que el próximo tesoro no va a ser el que, quizás también por casualidad, te encuentres tú mismo, en alguna parte?



Fuente: Sputnik

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