Las monedas del siglo XV fabricadas en Jaén que llegaron a todo el reino de Castilla




El Archivo Histórico Municipal de Jaén está celebrando este año a su manera el 1.200 aniversario de la capitalidad de la ciudad y el documento que han seleccionado para mostrar en este mes de junio es una nueva prueba de ello. En esta ocasión se trata del que propició que se acuñara moneda en la ciudad de Jaén.

Fue el rey Enrique IV el que, en junio de 1466 y desde Segovia, ordenó levantar una casa de la moneda en la capital jiennense y que en ella se acuñaran monedas de oro, plata y vellón. Y no sólo eso sino que dictó que cualquier tipo de género que se fabricase en esta nueva factoría recibiese el nombre de moneda jahenciana.

Según apuntan desde el Archivo, la política monetaria de Enrique IV consta de diferentes fases que abarcan desde los inicios de su complejo reinado, en que llegan a multiplicarse las casas de acuñación de moneda hasta la existencia de 150 según algunos autores, lo que provocó una devaluación del maravedí y períodos de gran inflación y desorden monetario; hasta finalizar en una etapa de control en los últimos años de su reinado, en los que acotó el permiso o licencia real para acuñar a las seis cecas oficiales (Burgos, Toledo, Sevilla, La Coruña, Cuenca y Segovia), a las que por un privilegio se añadió Jaén.

Gracias a los documentos que todavía se custodian en el edificio Moneo sabemos que en Jaén se acuñó moneda entre los años 1468 y 1471. "Si bien es poco el tiempo que estuvo en activo la ceca de Jaén, es de suponer que acuñase gran cantidad de moneda, teniendo en cuenta la cantidad de ejemplares de moneda jahenciana que existen aún hoy en día entre los coleccionistas especializados en numismática", explican desde el Archivo Histórico Municipal.

Según algunos especialistas, es probable que el ensayador de la ceca de Jaén procediera de fuera y trabajase como una especie de funcionario real, al que se unió algún herrero de la ciudad que trabajaría los cuños y el resto de trabajadores básicos de la ceca, quienes llegaron a producir una serie de monedas de tal calidad, que actualmente siguen siendo muy reconocidas en el mundo del coleccionismo.

En la casa de la moneda de Jaén se fabricaron de tres tipos: dos de vellón (maravedíes y cuartillos) y monedas de oro, conocidas como Enriques de Silla. La característica principal de la moneda jahenciana es que la marca de ceca presentaba todas las letras: «IAEN», lo cual no ocurría en el resto de cecas castellanas, tan sólo representadas por un símbolo o una letra.


El texto íntegro redactado en nombre de Enrique IV dice lo siguiente: 

“E quanto a lo que me enbiaste suplicar que me pluguise de ordenar que en esa dicha çibdad oviese e aya casa de moneda y la mandase faser con las preheminençias e esençiones e prerrogativas ofiçiales que tiene la my casa de la moneda de la muy noble e leal çibdad de Seuilla, yo acordando y considerando la nobleza, grandesa y sitio de esa dicha çibdad e los derechos grandes, señalados y famosos serviçios que me a fecho y fase y queriendole ennobleçer e acreçentar, a my me plase de ello y por esta mi carta ordeno, quiero y mando que de aquí adelante, perpetuamente para sienpre jamás, aya en esa dicha çibdad mi casa de moneda y se pueda labrar y labren en ella monedas de oro y plata y de vellon, cada que yo e los reyes que despues de mi suçedieren las mandaren [...] labrar, segun y por la forma y manera y como se labran y pueden labrar en las otras mis casas de [moneda], en las otras çibdades de mis reinos. E que aya en ella tesorero y alcaldes y alguaçil y escrivano e guardas e ensayor e entablador e capatas e maestro de balança e fundidor y blanqueçedor y los otros ofiçiales e obreros y monederos que ay en la dicha my casa de la moneda de la dicha çibdad de Seuilla e de las otras dichas çibdades e villas, en que ay casas de moneda, las quales todas en la dicha casa de moneda de esa dicha çibdad ayan e lleven los dineros e quitaçiones e salarios que an de aver los ofiçiales de la dicha my casa de moneda de la dicha çibdad de Seuilla, e gosen y puedan gosar de todos los previllejos, esençiones e franquesas, libertades, juridiçión y preheminençias que an y tienen e de que puedan y deven gosar en la dicha casa de la dicha çibdad de Seuilla el dicho tesorero y otros ofiçiales de ella y segun que por los previllejos y cartas que la dicha mi casa de Seuilla e ofiçiales de ella, de mi han y tienen, los deven aver e les deven ser guardadas, sobre lo qual mando que vos sean dadas mys cartas e provisiones e previllejos, las que para ello cunplen y menester sean con todas y qualesquier firmesas e rrogaçiones y derogaçiones que convengan y puedan y devan ser dadas. E a lo que me enbiastes suplicar que las monedas e paños e otras qualesquier cosas que en esa dicha çibdad se fisieren y labraren e crien ayan nonbre jahençianas, tuvelo por bien e por esta dicha mi carta quiero y mando que las monedas de oro y plata e de vellon que en dicha çibdad se fisieren y labraren sean llamadas y nonbradas y se llamen y nonbren jahençianas a los paños y a las otras cosas que en ella se fisieren y labraren y crien los llamen y sean llamados y ayan por nonbres jahençianas”.






Fuente: jaenhoy.es

La moneda con la Plaza de España a todo color y en plata que se puede convertir en un objeto muy ansiado para el coleccionista



La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda (FNMT-RCM) aún tiene a la venta la que puede ser una oportunidad en el mundo de la numismática. Se trata de una moneda conmemorativa dentro de la XIII Serie Iberoamericana, dedicada en esta ocasión a las Capitales Iberoamericanas. La moneda española, acuñada en 2024, contará con una imagen a todo color de la emblemática Plaza de España de Sevilla, uno de los monumentos más representativos y visitados de la capital andaluza.

En el anverso de la moneda se podrá apreciar el Escudo de España dentro de un círculo, rodeado por la leyenda "FELIPE VI REY DE ESPAÑA" y la fecha de acuñación "2024". Alrededor del tema central, se encontrarán los escudos nacionales de los países participantes en esta emisión, dispuestos en orden alfabético: Argentina, Ecuador, España, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y Portugal.


Por su parte, el reverso de la moneda estará protagonizado por una impresionante imagen en color de la Plaza de España de Sevilla, construida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Este monumento, ubicado en el Parque de María Luisa, se ha convertido en un símbolo de la ciudad y un testimonio de la estrecha relación entre España y los países iberoamericanos.

La Plaza de España de Sevilla es una obra maestra de la arquitectura regionalista, diseñada por el arquitecto Aníbal González. Su construcción se llevó a cabo entre 1914 y 1928, con el objetivo de albergar la Exposición Iberoamericana de 1929, un evento que buscaba estrechar lazos entre España y las naciones iberoamericanas.

El conjunto arquitectónico destaca por su grandiosidad y su rica decoración, que combina elementos del Renacimiento español, el Barroco y el estilo mudéjar. La plaza, de forma semicircular, está rodeada por un impresionante edificio de ladrillo visto y cerámica vidriada, con una longitud de 200 metros. En su interior, se encuentra un canal navegable que atraviesa la plaza, con cuatro puentes que representan los antiguos reinos de España: Castilla, León, Aragón y Navarra.

Uno de los elementos más llamativos de la Plaza de España son los 48 bancos de azulejos que se distribuyen a lo largo de la plaza, cada uno dedicado a una provincia española. Estos bancos están decorados con escenas y motivos representativos de cada provincia, realizados en cerámica vidriada.

Según la información proporcionada por la FNMT-RCM, la moneda conmemorativa de Sevilla acuñada en 2024, como parte de la XIII Serie Iberoamericana se puede adquirir en la tienda de FNMT por el valor de 42,35 euros. Se espera que esta pieza despierte un gran interés entre coleccionistas y amantes de la numismática, tanto por su diseño a todo color como por su significado histórico y cultural.





Fuente: diariodesevilla.es

Unos excursionistas descubren sin querer casi 600 monedas de oro en un sendero: un tesoro histórico valorado en más de 300.000 euros



Dos excursionistas encontraron de forma inesperada unas cajas llenas de monedas de oro mientras paseaban por los montes de los Gigantes, una cordillera ubicada al noreste de la República Checa. El hallazgo, de gran valor histórico, consiste en una primera caja de aluminio que encontraron sobresaliendo del sendero por el que caminaban, que contenía 598 monedas de oro aplicadas en once montones y envueltas en un paño negro. Después, los paseantes vieron una segunda caja con una serie de objetos con alto valor económico e histórico, entre los que se encontraban 16 cajas de cigarrillos, diez pulseras de oro, un peine, un polvero, una cadena y un maletín.

Los dos paseantes acudieron al Museo de Bohemia Oriental de Hradec Králové (República Checa) para enseñar las monedas a un experto en esta materia. Miroslav Novak, jefe del departamento arqueológico del museo, explicó a CNN que los excursionistas “se presentaron ante el numismático de nuestro museo sin cita previa”.

Fue a partir de ese momento que el equipo arqueológico inició las exploraciones y análisis en el lugar donde se encontró el tesoro, ya que este tipo de hallazgos no solo tiene un valor económico significativo, sino que también aporta información histórica relevante sobre las épocas y circunstancias en las que pudo haber sido ocultado.

Una de las piezas claves para datar el hallazgo fue una moneda fechada en 1921. Esto indica que el tesoro tiene menos de un siglo, situando su posible ocultación en un contexto histórico muy concreto. Según Novak, el botín podría haber sido enterrado “antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando la población checa y judía abandonaba la zona fronteriza”, o en 1945, “cuando los alemanes se marcharon”.


Estas fechas coinciden con momentos de gran tensión y desplazamientos demográficos en la región, lo que podría explicar la necesidad de ocultar bienes de valor para protegerlos en tiempos de incertidumbre.

El análisis de las monedas indica que aproximadamente la mitad proviene de la región balcánica, mientras que la otra mitad es de origen francés. Novak destacó que “no se encontró ninguna moneda de Europa Central”, un detalle relevante teniendo en cuenta que el lugar del hallazgo se encuentra en la antigua frontera étnica entre las poblaciones checa y alemana. Este dato podría reflejar las complejas relaciones y movimientos de personas y bienes en esa área durante la primera mitad del siglo XX.

Además de las monedas, los objetos recuperados (pulseras, un peine, un polvero, cadenas y un maletín), amplían el valor cultural e histórico del tesoro, reflejando el estilo y las costumbres de la época.

Según las primeras estimaciones realizadas por expertos en numismática, el peso total de las monedas de oro es de 3,7 kilogramos, y su valor podría ascender a unos 360.000 dólares, equivalentes a aproximadamente 318.000 euros. Actualmente, el museo está llevando a cabo análisis detallados para determinar el valor exacto de los demás objetos encontrados.

Este tipo de descubrimientos no solo enriquecen el patrimonio cultural de la República Checa, sino que también ofrecen una ventana al pasado, permitiendo entender mejor la historia reciente y las circunstancias vividas en épocas de conflicto.







Fuente: infobae.com

El tesoro romano de Tomares se muda a Madrid: tres ánforas y más de 2.800 monedas se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional





El conocido como tesoro de Tomares se muda por unos meses a Madrid, aunque en versión reducida. El Museo Arqueológico Nacional (MAN) expone en la Sala de Novedades Arqueológicas, desde este lunes y hasta el próximo mes de septiembre, una muestra del mayor conjunto de monedas romanas descubierto en España guardadas en ánforas y enterradas bajo lo que fue una villa agrícola en Sevilla.

Monedas que brotan de la tierra es el nombre de una pequeña exposición de tres de las 19 ánforas de aceite que se utilizaron como contenedores para más de 50.000 monedas (llamadas nummi), datadas entre finales del siglo III e inicios del IV d.C. y que fueron encontradas en abril de 2016 por un obrero que cavaba una zanja en el Parque del Olivar del Zaudín de Tomares (Sevilla).

En concreto, en la muestra temporal del MAN, pueden verse tres de las 19 ánforas olearias originales, dos de ellas selladas y con su contenido intacto. En cambio, la tercera está rota por una excavadora. Sin embargo, ese accidente la convierte en un verdadero tesoro arqueológico por las monedas halladas en su interior. De hecho, esta última pieza se exhibe junto con las 2.800 monedas, tal y como aparecieron en el momento del hallazgo.

Además de las tres ánforas y las monedas, se expone una selección de piezas representativas de la época y monedas singulares por su iconografía. Por una parte se pueden observar nummi de bronce con un enriquecimiento superficial de plata, pertenecientes a los nueve emperadores que se sucedieron durante este periodo, así como ejemplos de los distintos talleres monetales donde fueron acuñadas. También se muestran siete monedas singulares por la iconografía de sus reversos.

Exposición 'Monedas que brotan de la tierra. 
El Tesoro de Tomares, Sevilla' que del 3 de mayo al 28 de septiembre de 2025 
se puede visitar en el MAN EFE/ Borja Sanchez-trillo

Los visitantes del MAN no solo podrán detenerse ante objetos que suman siglos de historia, sino que el ayuntamiento sevillano y los arqueólogos recuerdan que este conjunto aporta una información muy valiosa sobre la economía, la sociedad y la política durante la época de la Tetrarquía romana, fundada por Diocleciano y que finaliza con Constantino el Grande.

El tesoro de Tomares no solo constituye uno de los más excepcionales hallazgos de la reciente arqueología andaluza y estatal, sino que es considerado como un auténtico referente a nivel internacional, solo superado en tamaño por el hallado en la ciudad libia de Misurata.

La exposición Monedas que brotan de la tierra, bautizada así por la manera en que fue descubierto hace nueve años, se puede visitar hasta el próximo mes de septiembre en el MAN, con horario de martes a sábado por la mañana y por la tarde; y durante los domingos y festivos por la mañana. También se han preparado una serie de actividades relacionadas, con mesas redondas y conferencias acerca del proyecto y de la época tetrárquica.





Fuente: eldiario.es

Se pagan hasta 2 millones de dólares por la moneda norteamericana de 10 centavos de Barber de 1894-S




La historia detrás de esta moneda de 10 centavos comienza a fines del siglo XIX, cuando la Casa de la Moneda de Estados Unidos acuñó una edición limitada que, por razones aún debatidas por los expertos, tuvo un número ínfimo de ejemplares en circulación, por eso es que es tan buscada y codiciada.

Conocida como Dime de Barber de 1894-S, esta moneda pasó de ser un objeto cotidiano a transformarse en un símbolo de riqueza oculta. En los círculos de coleccionistas, el simple hecho de poseer esta pieza equivale a tocar la historia con las manos, lo que justifica que su precio supere los dos millones de dólares.

No se trata únicamente de una rareza monetaria, sino de un reflejo de un período económico, político y social muy particular de la historia norteamericana. La moneda fue emitida en la casa de San Francisco y, según registros, solo se acuñaron 24 unidades. Hoy en día, se estima que existen menos de diez en manos privadas, lo que convierte en una verdadera reliquia.

El estado de conservación es clave en la tasación de cualquier moneda, pero con ejemplares como este, incluso las imperfecciones pueden incrementar su valor. La pieza ha sobrevivido más de 130 años con marcas mínimas y sin haber sido pulida mantiene una conexión directa con su época de origen.

La moneda de 10 centavos de 1894 se ha convertido en la protagonista de este auge, atrayendo tanto a veteranos numismáticos como a nuevos inversores. 
Plataformas digitales y casas de subastas internacionales compiten por ofrecer estas piezas únicas, y cada aparición pública de la famosa moneda genera una oleada de noticias y análisis especializados.









Descubren un misterioso tesoro de monedas de oro oculto en la República Checa



Lo que prometía ser un tranquilo paseo por las laderas de la colina Zvičina, cerca de la ciudad nororiental de Trutnov, en la República Checa, se convirtió en todo un acontecimiento para dos afortunados excursionistas que acabaron desenterrando un tesoro que ha sido valorado en más de 300.000 euros.

El hallazgo de este fabuloso conjunto de piezas se llevó a cabo el pasado mes de febrero, pero ha sido ahora cuando las autoridades checas han dado a conocer la noticia de su descubrimiento. En un comunicado, los responsables del Museo de Bohemia Oriental han confirmado que el tesoro esta compuesto por 598 monedas de oro, delicadas joyas y diversos objetos de gran valor.

El ocultamiento se hallaba en el interior de un cofre de aluminio que contenía 598 monedas de oro dispuestas unas encima de las otras en once cartuchos envueltos cada uno en tela negra. A poca distancia del cofre se encontraba una caja de hierro dentro de la cual se documentaron dieciséis pitilleras, diez pulseras, un monedero de alambre, un peine, una cadena y una polvera.

Para los expertos del Museo de Bohemia Oriental es todavía un misterio como este valioso tesoro pudo haber llegado hasta allí y, sobre todo, permanecer oculto durante tanto tiempo sin que nadie lo descubriera. El especialista en numismática Vojtěch Brádle ha dicho: "Me quedé boquiabierto al ver el hallazgo. A juzgar por sus marcas, las monedas vinieron desde Serbia en algún momento de las décadas de 1920 y 1930, lo que convierte su llegada a Bohemia Oriental en un enigma fascinante".

Como en todos los misterios, han surgido varias teorías para explicar la llegada de este tesoro a esta parte de Europa. Se ha sugerido la posibilidad de que fuese escondido por ciudadanos checos que huían de la ocupación nazi después de 1938, mientras que otra hipótesis plantea que lo habrían ocultado los propios alemanes ante su inminente expulsión tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Incluso existe una tercera teoría que apunta a las reformas monetarias que se llevaron a cabo durante el régimen comunista en Checoslovaquia en 1953.


El análisis llevado a cabo por especialistas en numismática ha revelado que las monedas de oro no son de origen checo, sino que proceden de diversas partes de Europa como Francia, Bélgica, Austria-Hungría, algunas de Rumanía, Italia e incluso de Turquía y Rusia. "Es difícil decir si era oro checo, alemán o judío", ha comentado el director del museo, Petr Grulich.

Un examen más detallado de las marcas en las monedas austrohúngaras sugiere que es muy probable que su destino final no fuera Bohemia, sino más bien alguna región de la antigua Yugoslavia, como Serbia o Bosnia y Herzegovina.


"Es posible que después de 1921, las monedas fueran acuñadas de nuevo en las casas de la moneda locales, y solo más tarde, en circunstancias desconocidas, llegaron desde regiones de la antigua Yugoslavia a nuestro país", aclara Vojtěch Brádle.

Para Peter Novák, jefe del Departamento Arqueológico del Museo de Bohemia Oriental, se trata de un hallazgo único. "Ocultar objetos valiosos en la tierra en forma de tesoros ha sido una práctica común desde la Prehistoria. Inicialmente, los motivos religiosos eran los más comunes, pero, más tarde, los objetos se guardaban en tiempos de incertidumbre con la intención de recuperarlos más tarde". Evidentemente, no siempre era posible.





Fuente: historia.nationalgeographic.com.es

El extraordinario hallazgo de mil monedas del siglo XVII durante la remodelación de una cocina



Reformar la cocina en cualquier hogar del mundo supone un importante desembolso económico, algo que en muchas ocasiones no está al alcance de todos los bolsillos. Esto seguramente es lo que pensaron Betty y Robert Fooks, un matrimonio del municipio inglés de Dorset, cuando se dispusieron a reformar la suya. Lo que nunca imaginaron es que esta reforma les podría acabar saliendo gratis.

Una vez iniciadas las obras, la gran sorpresa se produjo cuando, al rebajar el suelo de hormigón de la cocina para ganar más altura, el ingeniero agrónomo que estaba ayudando en el proyecto de reforma encontró un cuenco de cerámica vidriada que contenía mas de ¡  mil monedas de siglo XVII  !

Tras el sorprendente hallazgo, la pareja informó rápidamente a las autoridades locales y el tesoro fue enviado al Museo Británico para que los especialistas de la institución procediesen a documentarlas y restaurarlas. El descubrimiento, que fue bautizado como Tesoro de Poorton por el nombre de la granja donde las monedas fueron encontradas, tuvo lugar en el año 2019 y ahora es noticia porque ha salido a subasta este 23 de abril por un valor de 35.000 libras (40.514,98 euros).

Betty, visitadora del Servicio Sanitario de Salud de Reino Unido y propietaria de la vivienda junto con su marido, explica que el escenario del hallazgo es una casa de 400 años de antigüedad que requería una reforma prácticamente integral del edificio. En cuanto al singular descubrimiento, Betty ha explicado cómo tuvo lugar:

"Fuimos quitando todos los suelos y techos para dejar las paredes originales de piedra. Decidimos rebajar la planta baja para darnos más altura. Una noche estaba yo con los niños mientras mi marido cavaba con un pico cuando llamó para decir que había encontrado algo. Puso todas las monedas en un cubo. Si no hubiéramos rebajado el suelo, las monedas todavía estarían escondidas allí".

Imagen de dos de las monedas del siglo XVII 
descubiertas durante la remodelación de una cocina.

Imagen del cuenco de cerámica vidriada 
en cuyo interior se hallaron las mil monedas del siglo XVII.

Por su parte, Julian Smith, especialista de la casa de subastas Duke's Auctions, que es la encargada de sacar el Tesoro a subasta, ha detallado la composición del mismo: "El tesoro que se encontró en la granja comunal del siglo XVII lo conforman monedas de oro, medias coronas de plata, chelines y peniques de Jaime I y Carlos I, así como otras de Isabel I, Felipe y María".

Asimismo, Smith cree que estas monedas fueron depositadas en el lugar en el que se aparecieron en una única ocasión. El cómo y el porqué continuarán siendo un misterio.





Fuente: J.M.Sadurní - historia.nationalgeographic.com

¿Por qué Judas entregó a Jesús a cambio de 30 monedas?



Como era de esperar, algún que otro experto en numismática se ha lanzado al interesante ejercicio de averiguar qué valor tendrían esas monedas hoy en día. Claro, para ello hay que determinar de qué monedas se trataba, y eso no es fácil, ya que había un montón de tipos de dineros en aquella región, dominada en los tres siglos anteriores por los persas, los griegos y los romanos (talentos, dracmas, didracmas, tetradracmas, denarios, estateros, leptos). En los propios Evangelios se mencionan varias. Pero debemos tener en cuenta que el pago lo realizaron, según Mateo, los sacerdotes del Templo de Jerusalén, y en el Templo solo se podían atesorar siclos de Tiro (tetradracmas), ya que el pago de tributos de los habitantes de Judea debía de hacerse en esa moneda (en didracmas, medio siclo, que era el pago ordenado según la Torá). Tenían la imagen del dios Melcart por un lado y un águila en el otro, y contaban con un 92 % de plata.

De hecho, en el propio Evangelio de Mateo se menciona esto: "Llegaron a Cafarnaún, se acercaron a Pedro los recaudadores del didracma del Templo y dijeron: '¿Vuestro maestro no paga el didracma?" (Mt 17,24).

Un experto mexicano llamado Carlos Amaya Guerra plantea que, en función del grado de conversión, el precio unitario actual oscilaría entre 800 y 3.000 dólares. Sea como fuere, la paga de un trabajador cualificado era más o menos de un dracma diario. Por lo tanto, si Judas cobró 30 didracmas (dos dracmas cada uno), sería el equivalente a dos meses de trabajo. Una miseria, teniendo en cuenta el valor mercantil de lo que el supuesto traidor ofreció a cambio. Esa parece ser la idea de Mateo: mostrar que Judas entregó a Jesús por una cantidad irrisoria. Ahora bien, desde una perspectiva teológica, se podría plantear que, por esa cantidad irrisoria de dinero, Jesús se sacrificó por todos nosotros. Salió barato.

Esto vendría a estar legitimado por algo que aparece en el libro bíblico del Éxodo: "Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, el dueño dará a su amo treinta siclos de plata, y el buey será apedreado". (Éx 21,32). ¡Era la mitad del precio de un esclavo! Es más, en el Génesis se cuenta que los hermanos de José (todos hijos de Jacob, los que encabezaron las doce tribus), lo vendieron como esclavo a unos mercaderes madianitas por "veinte piezas de plata" (Gn 37,28).

Además, según una antigua tradición babilónica, o quizás anterior (sumeria), cuando algo carecía de valor, se decía que valía tan solo treinta monedas. Esto guarda relación con el sistema sexagesimal que se usaba en la antigua Mesopotamia, un sistema que emplea como base el número 60 (se trata del número más pequeño que se puede dividir por los seis primeros), que aún empleamos para medir el tiempo y los ángulos. Pues bien, el 30, en cambio, no era útil ni necesario, ni servía para medir nada.

Tetradracma de Tiro, 
la moneda en la que Judas habría recibido el pago por entregar a Jesucristo. 







Fuente: elconfidencial.com

El país que "no existe" (ni sale en los mapas) tiene una de las monedas más curiosas del mundo



Pese a las ideas preconcebidas que hay, irse de vacaciones por Europa puede ser algo "loco e inesperado". Más allá de los países que conocemos, hay uno del que probablemente no te suene ni el nombre y es que, oficialmente no existe. Pese a ello, sí que podemos hablar de sus 4.000 kilómetros cuadrados y de su medio millón de habitantes, un poco contradictorio. Como es de esperar, tampoco aparece en los mapas.

Estamos hablando de la Transnistria, ubicado entre Moldavia y el oeste de Ucrania. Pasear por sus calles es como viajar al pasado, ya que se trata del último reducto de la Unión Soviética y parece que se haya quedado anclado en aquella época. Ejemplo de ello son las estatuas que sigue habiendo de Lenin y Stalin.

A pesar de no estar reconocido como un país oficial, cuenta con su propia constitución, gobierno, ejército y hasta su propia moneda. Esta es una de las cosas que más llaman la atención a los pocos turistas que se animan a visitar su capital, Tiraspol. Se llama rublo transnistrio y aunque solo es válido dentro de sus fronteras, sus colores, su forma y material.

A parte de sus billetes y sus monedas normales, existen estas otras monedas que parecen sacadas de algún juego de colores y de plástico. 


Estas monedas de plástico se pusieron en circulación en Transnistria en 2014 porque lo consideraban un material más resistente que el de los billetes y porque las distintas formas las hacían reconocibles y fáciles de usar para la gente mayor. Sin embargo, no tuvieron mucho éxito entre sus habitantes, así que no siguieron fabricándolas, pero aún hay muchas en circulación, aunque como últimamente los turistas vamos buscando las monedas, cada vez es más dificil verlas en uso y la gente las tiene guardadas para venderlas. También se pueden conseguir en el banco a modo de souvenir: comprar las 4 monedas cuestan unos 7 u 8€, aunque su valor real total es poco más de 1€.




Fuente: eleconomista.es

Un hombre encuentra un conjunto de monedas de Guillermo el Conquistador: las ha vendido por más de 5 millones de euros



Un grupo de aficionados a la detección de metales realizó un hallazgo excepcional en el valle de Chew, en el condado de Somerset, Inglaterra. Durante una expedición en 2019, encontraron un tesoro compuesto por 2.584 monedas de plata de la época de la conquista normanda. Esta colección, una de las más importantes descubiertas en el Reino Unido, ha sido valorada en 5,1 millones de euros, marcando un hito en la arqueología británica.

El conjunto de monedas incluye ejemplares con los retratos de Haroldo II, el último rey anglosajón de Inglaterra, y de Guillermo el Conquistador, quien asumió el trono tras la batalla de Hastings en 1066, según informan desde Associated Press (AP). Según los expertos, este hallazgo ofrece información clave sobre la transición política y económica de la época, además de reflejar la inestabilidad que llevó a muchas personas a ocultar sus riquezas.

Gracias al apoyo del South West Heritage Trust y el National Lottery Heritage Fund, el tesoro fue adquirido para su conservación y exhibición pública. A partir del pasado 26 de noviembre, las monedas pueden verse en el Museo Británico, antes de ser trasladadas a otros museos del Reino Unido. Esta exhibición permitirá a historiadores y visitantes conocer mejor el contexto de la conquista normanda.

De acuerdo con la Ley del Tesoro de 1996, los descubridores y el propietario del terreno donde se encontraba la colección han recibido una compensación económica. Las ganancias, repartidas entre las partes involucradas, han supuesto una oportunidad única para los aficionados, quienes han logrado beneficios económicos significativos tras su hallazgo.





Fuente: elconfidecial.com