Unos hallazgos de gran interés histórico y patrimonial, en el caso de las monedas, tanto por su valor numismático como para el conocimiento de la historia de estos edificios, de las personas que vivieron en ellos y de su economía, según las fuentes.
Las monedas han estado ocultas durante 600 años en uno de los muros del Palacio de Calatayud y pertenecen a tres de los antiguos territorios de la Corona de Aragón (València, Zaragoza y Barcelona) y los expertos datan su origen a finales del siglo XIV y principios del siglo XV.
Su estado de conservación era deficiente y se han sometido a un proceso de limpieza y consolidación para evitar su deterioro, mediante el uso de modernas técnicas de láser, según las fuentes, que añaden que, por su aspecto, parece que las monedas tuvieron un largo periodo de circulación.
Los 6 dineros de vellón de la ceca de Zaragoza presentan en el anverso un busto coronado de perfil del Rey y en el reverso cruz patriarcal o doble y se lee parcialmente el nombre "Petrus", por lo que pertenecerían a Pedro IV de Aragón y II de Valencia, antecesor de Joan I, rey entre 1336 y 1387.
Los 2 dineros de la ceca de Barcelona presentan en el anverso el busto coronado de perfil del Rey y en el reverso cruz patada y en los cuarteles aros y puntos, aunque es difícil conocer a qué reinado pertenecen porque están muy desgastadas.
Los trabajos arqueológicos también han hecho aflorar el antiguo horno de los Apóstoles, que da nombre a la calle contigua a este edificio. Un horno cuya existencia hasta ahora se presumía, pero que no había sido descubierto.
Esos trabajos, que también han sacado a la luz dos pavimentos de azulejos de finales del siglo XVIII y del XIX, incluyen la restauración de varios mosaicos de principios del siglo XX fabricados por Pavimentos Nolla, firma fundada en Valencia por un empresario de Reus tatarabuelo de Rita Barberá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario