Explorador en prácticas descubre monedas y joyas medievales al norte de Alemania



El tesoro, que data de hace unos 800 años, fue encontrado durante un entrenamiento con detector de metales.

El arqueólogo aficionado alemán Nicki Andreas Steinmann comenzó a formarse como buscador de metales con el objetivo de solicitar permiso para buscar artefactos antiguos con un detector.

Al tercer día, el explorador encontró, en un área agrícola cerca del antiguo asentamiento vikingo de Haithabu, un tesoro de varias monedas de plata y dos joyas de oro, según un comunicado de la Oficina Estatal de Arqueología de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania. .

Investigaciones posteriores revelaron alrededor de 30 monedas de plata más, así como artículos de plata y oro, incluidos colgantes, anillos y broches. Con base en el grabado en relieve de las monedas, los expertos suponen que un viajero escondió los objetos en ese lugar hace alrededor de 800 años. Restos de tela en las monedas indican que fueron enterradas en una bolsa.

El tesoro medieval fue descubierto en la península de Jutlandia, no lejos de Hedeby, un asentamiento comercial de los vikingos daneses, mencionado por primera vez en los anales del reino franco y ubicado en el norte de Schleswig-Holstein. En esta región alemana está permitido buscar antigüedades con un detector de metales, pero para ello es necesario completar una formación y aprobar un examen en la Oficina Estatal de Arqueología.






Fuente: RT.com

La peseta de los “Peseteros” (1836-1837 Barcelona)



Detrás de don Carlos están los partidarios del absolutismo más tradicional, los llamados “Apostólicos” de los últimos años de Fernando VII, que habían llegado a conspirar contra el rey por su excesiva moderación.

En defensa de Isabel II se agrupaban aquellos que defendían la necesidad de una evolución más liberal para la sociedad española, (Isabelinos o Cristinos).

Carlistas: Fueron apoyados por, religiosos de las órdenes afectadas por las desamortizaciones, militares que nunca destacaron, nobles provincianos (viejos hidalgos-propietarios) y campesinos que les era difícil salir adelante por la situación en la que se encontraba el país. El bando carlista recibió apoyo de: Austria, Prusia y Rusia.


Isabel II niña. Retrato de V. López Portaña.

Isabelinos o Cristinos:  La mayoría de la población defendió al bando isabelino, también la mayor parte de los cargos de la administración, la burocracia provincial y municipal, los miembros del ejército, clases medias, financieros y comerciantes, los de profesiones liberales, alta nobleza, gran parte del clero secular y la mayoría de los sectores populares. El bando isabelino recibió apoyo de: Inglaterra, Francia y Portugal.

En 1836 mientras los dos bandos luchaban y la guerra se extendía por toda España, se labraron una serie de monedas por el bando Isabelino.

La casa de la moneda de Barcelona se cerró por orden gubernamental en 1823, pero conservó toda la maquinaria y útiles de que disponía.

Durante el reinado de Isabel II, y siendo Espoz y Mina capitán general del Principado, la Diputación provincial de Barcelona dispuso la reapertura de la Casa de Moneda de Barcelona en agosto de 1836. El gobierno central no estaba de acuerdo en la apertura de esta ceca ya que cuando se cerró esta ceca por última vez se mandó llevar a la ceca de Madrid todas las maquinas, cuños y de más materiales de acuñación, por lo que se promulgó una Real Orden en diciembre de 1836 en la que dispuso el inmediato cierre de la ceca barcelonesa, pero la Diputación de Barcelona alegó la imposibilidad de cumplir esta disposición a causa de “la necesidad y del apuro en que se encuentran para poder socorrer al ejército, para atender a los gastos de la guerra civil y su urgencia para pagar a las tropas ”.

Las acuñaciones de la moneda de 1 peseta en plata y calderilla de 3 y 6 cuartos en cobre se iniciaron el 11 de septiembre de 1836, y la ceca quedó bajo control y responsabilidad de la Diputación de Barcelona que nombró una comisión gestora presidida por Joan Reynals. La dirección del establecimiento en su vertiente técnica se encomendó a Francesc Paradaltas.

Estas monedas fueron de necesidad durante la I Guerra Carlista (1833-1840), y tendrían carácter de moneda provincial y su circulación quedaría limitada al Principado.

A esta peseta se le llamará “la peseta de los peseteros”.

Peseteros

Al comenzar la Primera Guerra Carlista el ejército isabelino no era demasiado grande como para invadir y poder adentrarse en los territorios carlistas, por lo que inmediatamente se crearon tropas francas sobre todo en las zonas fronterizas del País Vasco y Navarra. Estos soldados se dividían en cuerpos y compañías como los Chapelgorris, Tiradores de Isabel II, Cazadores de montaña, Urbanos, Compañías sueltas y Peseteros, etc. Solían ser personas sin recursos, campesinos, etc., todos ellos voluntarios liberales.

Recibían armas, munición y equipo pagado por el gobierno y su sueldo variaba de una a dos pesetas diarias.

Por este sueldo que recibían eran llamados genéricamente “Peseteros” por las tropas carlistas. (Éstas recibían solamente un real al comenzar la guerra).

Con el tiempo, “peseteros” fue el mote que los carlistas dieron a todos los soldados isabelinos.

Estas tropas francas solían cometer muchos saqueos y abusos, por lo que en cuanto eran atrapados por el ejército carlista eran fusilados.

Pero esto cambió rápidamente cuando el general isabelino Baldomero Espartero los incorporó a al ejército regular, imponiendo una dura disciplina.

Cazadores de la Guardia Real de Isabel II
Biblioteca Nacional de Paris.

Eran tiempos difíciles y el transporte del dinero para pagar a las tropas isabelinas a veces se hacía esperar, los pagos en el frente norte eran irregulares y poco puntuales, por lo que en ocasiones los motines solían estar presentes, como el motín que llevó al asesinato del general moderado Pedro Sarsfield por sus tropas el 26 de agosto de 1837 en Pamplona.


Año: 1836 – 1837. Valor: 1 Peseta. Metal: Plata. Peso: 5,9 gr. Diámetro: 25 mm. Canto: Las monedas acuñadas en 1836 tienen diferentes cantos, unas se labraron con el canto estriado y otras con el canto labrado con un cordoncillo. Y las monedas acuñadas en 1837 solamente se labraron con el canto estriado. Ceca y Marca: Barcelona, “B”.

Anverso: Escudo, en el que aparecen las armas de la Corona de Aragón, y encima la corona real, rodeado por la leyenda "ISABEL 2A REYNA CONST. DE LAS ESP.". Abajo; Estrella de cinco puntas, Marca de ceca, Estrella de cinco puntas, Marca de ensayadores, Estrella de cinco puntas, (+ B + PS +).

Reverso: Leyenda “1 PESETA” entre dos estrellas de cinco puntas. Principado de Cataluña. Fecha.

Ensayador: Francisco Paradaltas y Simeón Sala i Roca.

No fue acuñada con virola.

Esta moneda circulo junto al sistema monetario de reales de vellón y maravedís: 1 peseta = 4 reales; 1 Real = 34 maravedís.


La palabra “peseta” viene del siglo XVII, así se llamaba popularmente a las monedas de 2 Reales, pero no aparece inscrita en moneda alguna.





Fuentes:

http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/la-primera-guerra-carlista-1833-1840
https://albalathistoria.files.wordpress.com/2010/01/las-guerras-carlistas.pdf
http://slideplayer.es/slide/3504859/
http://es.slideshare.net/artesonado/la-oposicin-al-sistema-liberal-el-carlismo
http://jadonceld.blogspot.com.es/2013/11/la-primera-guerra-carlista-1833-39.html
Pere Pascual Domènech, “La reforma de 1824 y la acuñación de moneda en Barcelona (1836-1848).”

Monedas españolas época medieval - Denominación




AGNUS DEI - Moneda de vellón de los reyes Juan I y Juan II. Por una parte tenían una Y coronada y por la otra el cordero de San Juan Bautista. 


ALFONSI - Moneda castellana de oro de Alfonso XI.


ARDITE - Moneda catalana de vellón y de cobre, del valor de un dinero catalán.


BARBA ROBEA ó BARBOT - Moneda catalana de oro, circulaba durante los primeros años del siglo XIII en el Principado con el nombre de Morabatín de la Barba Rogé.

BLANCA - Moneda de vellón de Castilla, empezó posiblemente en el tiempo de don Pedro I hasta los Reyes Católicos.


BRUNA - Moneda posiblemente de vellón negro: 'Anno Domici MCC currebat Barchina moneta quae dicebatur Bruna, et duravit usque in anno MCCIX' (cita por Pedro de Marca).

CASTELLANO - Moneda castellana de oro. Se daba este nombre al alfonsi de oro, a la dobla, al enrique y al excelente. 


CINQUEN - Moneda castellana de vellón. Es la misma que la Blanca.


CORNADO - Moneda castellana de vellón, se llamaba también dinero cornado, posiblemente por la cabeza coronada del anverso.


CROAT- Moneda barcelonesa de plata, acuñada desde don Pedro III hasta Felipe V. Se llamaban también dineros de plata barceloneses, reales de plata y gruesos blancos. Su nombre viene de la cruz grande que llevan en el reverso.


CUATERNO - Moneda catalana de vellón creada por don Pedro II de Aragón por decisión del IX de las Calendas de Abril de 1212. Su fabricación duró doce años, fue llamada también 'moneda de Cort', su pasta se componía de cuatro marcos de plata y de ocho de cobre.

DINERO - Palabra que proviene del denario romano, cuyo valor era el de diez ases. En Castilla, antiguamente diez maravedises hacían un dinero, después su valor y su ley fueron cambiando continuamente. En el siglo XI eran los dineros de plata con muy poca liga, pero llegaron a ser de verdadero vellón. Había dineros de Castilla, viejos y nuevos, jaqueses, dineros barceloneses, prietos de Navarra, etc., nombres que se les daba según el lugar donde se los acuñaba. En el siglo VIII un dinero de Aragón equivalía a 20 dineros de Castilla, o un dinero y 5/16 de Cataluña, o un dinero y 11/34 de los mismos según se hacían los pagos en oro o plata.

DINERILLO - En Aragón y Cataluña llamaban 'dinerillo de la cruz' a una moneda de vellón acuñada en Aragón que valía la mitad de un dinero, era tanto como una meaja o un óbolo. La fabricación de los dinerillos de la cruz de Aragón fue suprimida de real Orden en 1718.

DINERILLOS DE LA CRUZ - Moneda aragonesa de vellón. Abolida en 1718.


DOBLA - Moneda de oro de Castilla. Se daba el nombre de Doblas mayores las que valían 4, 8,10, y más doblas. Las Doblas de la banda de ley inferior a las demás fueron emitidas por Juan II.


DOBLER o DOBLENGA • Moneda de vellón a la ley de tres dineros creada en 1510 y 1513 por Fernando el Católico, tenían 20 sueldos, ocho dineros por marco, y cada onza debía rendir 31, y el marco, 248, en un lado llevaban la cabeza real, y en el otro, las armas de la ciudad.


DUCADO - En Castilla era la unidad de las monedas de oro, por consiguiente, valía medio doblón, su valor variaba según su ley.


DUPLO - Moneda de vellón barcelonesa, cuyo marco se componía de dos partes de plata con diez de cobre.

ENRIQUE - Monedas de oro castellano que valía una dobla, un castellano o dos ducados, se labraban enriques de dos, cuatro y más. Había también medios enriques. Se batieron de diferentes leyes, desde 23 1/2 quilates hasta 18 y menos.


ESCARACHELLE DE ARGENTO - Moneda acuñada en tiempos del conde de Barcelona don Ramón Borrell.

FLORIN - Moneda de oro aragonesa labrada en 1346 por los reyes de Aragón, por orden de don Pedro IV en la Ceca de Perpiñan y a imitación de los de Florencia. Se acuñaron en Perpiñan, Barcelona, Gerona, Valencia y Mallorca, pero nunca en Aragón.


GRUESO DE PLATA - Es uno de los nombres que recibían los reales de plata en Cataluña.

JAQUESA - Moneda de vellón aragonesa creada por don Jaime el Conquistador.


LIBRA - La libra aragonesa o jaquesa valía 320 dineros aragoneses, 320 octavos de Castilla. La libra de Cataluña valía 240 dineros de Cataluña, 182 ochavos, uno y 5/7 maravedís. La libra de Navarra valía 620 maravedises de Navarra o 53 ochavos y dos tercios de maravedí de vellón. Moneda imaginaria

MEGALONA o MELGORIENSE - Moneda de vellón de los condes de Melgueil, durante el siglo XII tuvo curso en Rosellón y en Cataluña. Tenía de ley cuatro dineros. Jaime I prohibió su circulación en Cataluña, por privilegio de primero de agosto de 1258.

MALLA o MEALLA - Moneda de vellón catalana que valía un medio dinero del Principado. Era lo mismo que un óbolo.


MANCUSO - Moneda árabe de oro y plata, tuvo curso en Rosellón, Cerdeña y Cataluña desde el siglo IX hasta el XII. Los mancusos habían sido imitados por algunos príncipes cristianos. Siete mancusas barcelonesas de oro pesaban una onza.


MARAVEDI - El origen de este nombre proviene de morabithis, devotos a Dios, calificación dada por Abd Allah-ben-Yasim o los sectarios que llamamos almorávides. La palabra moravedinos se encuentra después de la invasión de los almorávides en España. Los árabes labraron monedas de oro, plata y cobre que se llamaban, respectivamente, dinars, dirhems y felous. Los cristianos acabaron por dar el mismo nombre de morabatín a los tres metales, haciendo a esta moneda sinónimo de moneda. En efecto, había maravedís de oro, de plata y de cobre.


MEAJA - Malla u óbolo, valía la mitad de un dinero catalán o seis dineros melgorienses.


MENUT o MENUDO - Moneda de vellón catalana, valía lo mismo que un dinero.

ÓBOLO - Moneda de plata ligada y de vellón, valía medio dinero, en Cataluña más tarde se llamó malla.

PACIFICO - Moneda de oro aragonesa y barcelonesa, se acuña por primera vez después de la derrota del ejército del contestable de Portugal en 1465 por don Fernando, el hijo primogénito de don Juan II de Aragón. Estas monedas tenían en el anverso la cabeza del rey de frente, con cetro en la mano, y en el reverso las armas coronadas. Se conocen pacíficos de oro de don Juan II y de los pretendientes de Renato de Anjou y don Pedro de Portugal, pesaban un florín, valían 20 sueldos y eran a la ley de 20 quilates. Se labraron también medios pacíficos.

PEPION - Moneda de vellón castellana labrada en Burgos en el siglo XIV, en tiempo de don Alfonso X valía un medio dinero burgalés. 


PICHOL - Llamada también marca de cabildo y pallofa, monedita de latón o de cobre.

PRINCIPAT - Moneda de oro mandada acuñar el 4 de noviembre de 1493 por don Fernando el Católico. Fue acuñada en las Cecas de Barcelona y de Perpiñan a la ley de los ducados de Venecia y con los tipos de los ducados de Barcelona, es decir, que los ducados de Barcelona acuñados en estas ciudades después del 4 de noviembre de 1493, con la efigie de don Fernando el Católico, son los 'principáis' de que habla la precipitada ordenanza. Las monedas acuñadas en Cataluña durante el levantamiento de 1640 también se llamaron principats.


PUGESA - El nombre de Pogesus, Pogesia y Pogesius tiene su origen de la moneda Pictaviense que tuvo mucho curso en Aragón durante los siglos XIII, XIV y XV. En las monedas de cobre de Lérida se lee con todas las letras el nombre de Pugesa, valían la cuarta parte de un dinero. Don Alfonso IV de Aragón concedió privilegios a simples particulares para batir pugesas.


QUARTILLO - Moneda de vellón castellana del valor de la cuarta parte de un real de vellón. En las cuentas se hacía uso de monedas de tres cuartillos.


QUATERNO - Moneda de vellón hecha con cuatro partes de plata y ocho de cobre. Moneda creada por don Pedro III de Aragón por mandamiento de 11 de las calendas de abril de 1212, su fabricación duró nueve años.

REAL - Había real, medio real, cuarto y sexto de real de plata de once dineros y cuatro granos de ley y talla de sesenta y seis piezas de un real por un marco desde don Pedro I. Los reyes don Enrique II, don Juan I, don Enrique III, don Juan II y don Enrique IV, labraron los suyos a la misma ley y talla.


ROCABERTINS - Dineros menudos, probablemente acuñados a nombre de los vizcondes de Rocaberti que tenían el fuero de labrar moneda.

SEISENO - Moneda de plata que valía seis dineros menudos de terno. En 1400, , don Martín mando que el croat se dividiese en tres partes. Como el croat valía 18 dineros, la tercer parte era el seiseno. Cuando el croat tuvo el valor de un sueldo, el seiseno era un medio croat y cuando el croat valía 24 dineros, el seiseno era el cuarto de croat.


SUELDO - Don Pedro III de Aragón mando batir en 1285 sueldos de plata barcelonesa que valían cada uno 12 dineros de moneda de terno. 

TARJA - Moneda imaginaria del reino de Navarra que valía 14 2/9 maravedís de vellón.


TERNO - Se daba este nombre en Aragón y Cataluña a las monedas labradas con plata de tres dineros. La moneda jaquesa era moneda de terno. En Valencia se estableció la misma moneda de terno.


Monedas hispánicas de la Edad Antigua. Sylloge Nummorum Graecorum España online



El Museo Arqueológico Nacional conserva la colección de moneda hispánica más importante del mundo, formada por cerca de 16.000 ejemplares de todas las series acuñadas en la Península Ibérica en la Edad Antigua: con leyendas en escritura griega, feno-púnica, indígena o latina y, finalmente, las emisiones hispanorromanas o provinciales.

Desde las primeras acuñaciones en el siglo V a.C. hasta su desaparición en el I d.C., con Hispania ya plenamente integrada en el Imperio romano, las monedas se revelan como un testimonio arqueológico esencial para conocer la enorme complejidad cultural y política de la Península en la Antigüedad.

El catálogo, integrado en la serie internacional Sylloge Nummorum Graecorum (SNG), está compuesto por fichas de consulta en línea complementadas por documentos descargables, organizados por series culturales y cecas emisoras, para facilitar el acceso completo a la información. Dichos documentos proceden de los catálogos impresos publicados hasta el momento, a los que se añade una adenda con las nuevas incorporaciones.

Es un trabajo en constante crecimiento, al que se van añadiendo nuevas aportaciones a medida que se van digitalizando los fondos, actualizando catalogaciones e incorporando piezas mediante compras y donaciones.


Las monedas son el testimonio arqueológico más revelador de la complejidad, cultural y política, de la Península Ibérica en las últimas centurias antes de la Era, hasta su integración en el Imperio romano.

Exceptuando las series acuñadas por los cartagineses en las décadas finales del siglo III a.C., así como algunas emisiones romanas supeditadas a necesidades de guerra, en Iberia la fabricación de moneda está vinculada a las ciudades. Desde que los griegos de Emporion (Ampurias, Gerona) comenzaran a producir sus primeras piezas en el siglo V a.C., más de 150 ciudades, especialmente durante el siglo II y parte del I a.C., emitieron en algún momento moneda propia, con una gran variedad en tipología, pesos y escrituras.

A finales del siglo I a.C. las ciudades hispanas están ya completamente integradas en las estructuras romanas y también lo están sus monedas, auténticos documentos oficiales de la reorganización llevada a cabo por Roma. Las acuñaciones hispanorromanas, o “provinciales”, ya todas en latín, tuvieron una existencia de menos de un siglo, pero fueron uno de los signos de identidad de las grandes ciudades de Hispania.

La identidad hispana permanece bajo las formas romanas, tal como el poeta Marcial, nacido en Bilbilis (Calatayud), decía aún bien entrado el siglo I d.C.: nos Celtis genitos et ex Hiberis. "Nosotros, nacidos de celtas y de iberos".


En la actualidad están disponibles en línea, en formato SNG, 3564 monedas hispánicas correspondientes a las emisiones hispano-cartaginesas, las ciudades feno-púnicas y las acuñaciones con escritura indígena del área meridional.

Además puede descargar en ficheros independientes (pdf) en alta calidad los catálogos de cada ceca, textos explicativos e índices, tal como fueron publicados en los volúmenes impresos, conservando el orden de las emisiones y la paginación original.

Por otro lado, en el Catálogo General del Museo  podrá encontrar monedas acuñadas en otras cecas hispanas que aún no han sido incluidas en el catálogo SNG.


Desde 1931, los catálogos de la serie Sylloge Nummorum Graecorum (SNG) publican sistemáticamente las monedas acuñadas en el ámbito cultural griego presentes en las mejores colecciones numismáticas de los museos del mundo, con el objetivo de dar acceso y promover el conocimiento y la investigación de la moneda en la Antigüedad. Su nombre, Colecciones de monedas griegas, refleja el concepto numismático tradicional y un tanto ambiguo de “mundo griego”, que abarca desde la costa atlántica europea hasta el noroeste de la India, aunque excluyendo las acuñaciones de Roma.

El proyecto nació en el Reino Unido de la mano de la British Academy y pronto se extendió como referencia fundamental para la catalogación y estudio de la moneda antigua. Está patrocinado y dirigido por la Unión Académica Internacional y el Consejo Internacional de Numismática, cuya autorización deben solicitar todas aquellas instituciones que deseen participar. Con ello se garantiza el rigor científico de los trabajos publicados, que deben seguir, además, un formato normalizado.

España se incorporó en 1994 a través de las colecciones del MAN, que ha publicado hasta el momento tres volúmenes impresos y, desde 2007, la base de datos en línea.

La versión en línea se ajusta a la ficha normalizada SNG, basada en la imagen y una breve y clara descripción, una herramienta imprescindible para investigadores de todo el mundo y para contribuir a proyectos colaborativos, y también muy eficaz para dar a conocer nuestras ricas colecciones de moneda antigua al público no especializado.






Fuente: man.es