Una pareja encuentra mil monedas de hace cuatro siglos valoradas en 40.000 euros mientras renovaba la cocina



Cuando Betty y Robert Fooks decidieron renovar la cocina de su vivienda en el municipio inglés de Dorset nunca imaginaron lo que encontrarían bajo el suelo. Convencidos de que la reforma de la estancia supondría un desembolso considerable, se llevaron una grata sorpresa al encontrar más de 1.000 monedas del siglo XVII.

Ambos estaban quitando el suelo de hormigón de la cocina para ganar altura en su granja de Dorset y realizando otras obras cuando Robert, ingeniero agrónomo, halló, a la luz de las linernas, un cuenco de cerámica vidriada destrozado lleno de monedas de 400 años de antigüedad. El tesoro fue localizado en 2019, pero los objetos salen ahora a subasta en Reino Unido, en concreto, el 23 de abril.

Betty, visitadora del Servicio Sanitario de Salud de Reino Unido, explica que se trata de una casa de 400 años de antigüedad, por lo que requería una reforma sustancial: «Fuimos quitando todos los suelos y techos para dejar las paredes originales de piedra. Decidimos rebajar la planta baja para darnos más altura».
«Una noche estaba yo con los niños mientras mi marido cavaba con un pico cuando llamó para decir que había encontrado algo. Puso todas las monedas en un balde. Si no hubiéramos rebajado el suelo, las monedas todavía estarían escondidas allí».


Tras el hallazgo, la pareja informó a las autoridades locales y el descubrimiento fue enviado al Museo Británico para su limpieza e identificación. Las monedas, conocidas como el tesoro de Poorton por el nombre de la granja donde se encontraban, saldrán a la venta en la casa de subastas Duke y se espera que alcancen un valor de unas 35.000 libras.

Este tesoro incluye monedas de oro, medias coronas de plata, chelines y peniques de Jaime I y Carlos I, así como otras de Isabel I, Felipe y María. La cabaña donde se encontraban está situada en una pequeña aldea en West Dorset y es una casa comunal del siglo XVII.

Los actuales propietarios adquirieron la propiedad en 2019 y comenzaron un extenso proyecto de renovación. En algunas áreas había losas viejas debajo de hormigón, pero el área donde se encontraron las monedas era tierra desnuda.







Fuente: ABC.es

Resuelto el misterio de las monedas de plata de la Inglaterra medieval


 


Entre los años 660 y 750 d.C., la Inglaterra anglosajona vivió un renacimiento del comercio, lo que provocó un espectacular aumento del uso de monedas de plata, rompiendo con la dependencia del oro. Se han registrado unas 7.000 de estas monedas, una cifra enorme, casi tantas como las que existen para el resto de todo el periodo anglosajón (que abarca desde el siglo V hasta 1066).

Durante décadas, los expertos se han preguntado de dónde procedía la plata con que se acuñaron. Ahora, un equipo de investigadores de las universidades de Cambridge y Oxford (ambas en Reino Unido) y Vrije Universiteit Amsterdam (Holanda) ha resuelto ese misterio mediante el análisis de la composición de unas monedas conservadas en el Museo Fitzwilliam de Cambridge. Los resultados del trabajo se publican en la revista Antiquity.

Según indica Rory Naismith, coautor del estudio y catedrático de Historia Inglesa Medieval de Cambridge, “se había especulado que la plata procedía de Melle, en Francia, o de una mina desconocida, o que podría haber sido plata de objetos de iglesia fundidos. Pero no había ninguna prueba sólida que nos dijera una cosa u otra, así que nos pusimos a buscarla”.

El profesor Rory Naismith 
sosteniendo una moneda bizantina de plata 
en el Museo Fitzwilliam.

Los investigadores llevaron 49 de las monedas de este museo (datadas entre el 660 y el 820 d. C.) al laboratorio de Jason Day, del departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge, con el fin de analizar sus elementos traza.

El método de análisis elegido fue la ablación láser portátil, en la que se recogieron muestras microscópicas en filtros de teflón para analizar isótopos de plomo. Se trata de una nueva técnica, de la que es pionera la Universidad Libre de Ámsterdam, que combina el muestreo mínimamente invasivo del láser con los resultados de alta precisión de métodos más tradicionales en los que se toman muestras físicas de plata.

Aunque las monedas contenían plata en su mayor parte, la proporción de oro, bismuto y otros elementos orientó a los autores hacia los orígenes desconocidos hasta entonces de la plata. 

El catedrático de Historia indica que “la plata –al menos en Europa en esta época– se refinaba generalmente a partir de minerales de plomo, por lo que normalmente se conservaba algo de este metal con la plata incluso una vez refinada, fundida y convertida en moneda, etc. Estas dos métricas juntas nos dieron una buena idea de la procedencia y nos ayudaron a descartar tanto la de Melle como otras fuentes más mezcladas”, subraya.

En las 29 monedas analizadas del periodo anterior (660 - 750 d. C.), acuñadas en Inglaterra, Frisia y Francia, los investigadores hallaron una firma química e isotópica muy clara que correspondía a la plata de los siglos III a principios del VII procedente del Imperio Bizantino en el Mediterráneo oriental. 

Ninguna fuente mineral europea conocida se corresponde con las características elementales e isotópicas de estas primeras monedas de plata. Tampoco existe ningún solapamiento significativo con las monedas de plata romanas occidentales tardías u otros objetos. Estas monedas no estaban recicladas de plata tardorromana.

Para Naismith, “ha sido un descubrimiento muy emocionante. Hace una década propuse el origen bizantino, pero no pude demostrarlo. Ahora tenemos la primera confirmación arqueométrica de que la plata bizantina fue la fuente dominante detrás del gran auge de la acuñación y el comercio en torno al Mar del Norte en el siglo VII”.

La coautora del estudio Jane Kershaw, de la Universidad de Oxford, afirma que “estas monedas se encuentran entre los primeros indicios de un resurgimiento de la economía del norte de Europa desde el final del Imperio Romano. Muestran profundas conexiones comerciales internacionales entre lo que hoy es Francia, los Países Bajos e Inglaterra”.

Los investigadores subrayan que esta plata bizantina debió de entrar en Europa occidental décadas antes de ser fundida, ya que el final del siglo VII fue un momento bajo en los contactos comerciales y diplomáticos.

“Es casi seguro que las élites de Inglaterra y Francia ya la poseyeran. Tenemos ejemplos muy famosos de ello: los cuencos de plata descubiertos en Sutton Hoo y los objetos de plata ornamentada del tesoro de Staffordshire [ambos en Reino Unido]”, dice Naismith.

El experto espera establecer cómo y por qué se trasladó tanta plata del Imperio Bizantino a Europa Occidental. Sospecha de una mezcla de comercio, pagos diplomáticos y mercenarios anglosajones al servicio del ejército bizantino. 

Pero cuando el equipo analizó 20 monedas de la segunda mitad del periodo (750 - 820 d.C.), descubrió que era muy diferente. Contenía bajos niveles de oro, que es lo más característico de la plata extraída en Melle, al oeste de Francia. Los datos de radiocarbono obtenidos anteriormente han demostrado que la minería en Melle fue especialmente intensa en los siglos VIII y IX.

El estudio propone que esa plata francesa impregnó las reservas regionales de plata después de c.750 y se mezcló con reservas más antiguas, de mayor contenido en oro, incluida la plata bizantina. 

Los autores sostienen que Carlomagno impulsó este repentino y generalizado aumento de la plata de Melle al asumir un control cada vez mayor sobre cómo y dónde se fabricaban las monedas de su reino.

“Ahora sabemos que, tras la llegada al poder de la dinastía carolingia en 751, Melle se convirtió en una fuerza importante en toda Francia y cada vez más también en Inglaterra”, indica Naismith, “en la década 790 se produjo un aumento especialmente repentino y generalizado del uso de la plata de Melle, en concreto, a partir de 793, cuando Carlomagno emprendió una importante reforma de su acuñación: el peso, el grosor y el aspecto de la moneda cambiaron, y todas las monedas antiguas fueron retiradas de la circulación”.

“Nuestros resultados  muestran que bajo Carlomagno la economía y las declaraciones políticas estaban unidas: la reforma de la moneda pretendía enviar un mensaje de restauración y renovación, liderado por el monarca”.







Fuente: agenciasinc.es/

Los Estados miembros, entre ellos España, emiten nuevas monedas de euro como homenaje



Veinte países de la Unión Europea utilizan el euro como moneda oficial y, cada año, algunas de estas naciones pueden emitir monedas conmemorativas.

Alemania, Bélgica y España son algunas de las naciones europeas que emiten nuevas monedas para celebrar lugares y acontecimientos de importancia nacional.

Alemania

Alemania ya ha lanzado dos monedas conmemorativas este año. Una rinde homenaje al estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el norte de Alemania, y representa una escena de su Parque Nacional de Jasmund. El diseño es obra del artista Michael Otto y muestra los emblemáticos acantilados de creta y hayedos del parque. También se ve a un caminante paseando por el paseo marítimo. Cada año, Alemania rinde homenaje con sus monedas a uno de sus 16 estados federados, y la obra de arte representa un edificio o monumento significativo de esa zona.



La segunda moneda de este año tiene un significado más nacional que regional, ya que rinde homenaje al 175 aniversario de la Constitución de Fráncfort. También conocida como la Constitución de la Iglesia de San Pablo, este acontecimiento fue el primer intento -en marzo de 1849- de establecer una constitución democrática de ámbito nacional para Alemania.
La Asamblea Nacional de Fráncfort no consiguió el apoyo de Prusia ni de Austria, por lo que el intento de Constitución acabó fracasando. Sin embargo, sigue siendo un momento de importancia nacional. La moneda, diseñada por el artista berlinés Bodo Broschat, representa a los representantes de la Asamblea Nacional constituyente entrando en la iglesia de San Pablo de Fráncfort.
Detrás se ve el papel sobre el que está escrita la Constitución, una pluma de ave, la bandera nacional alemana y tres alegorías femeninas: Unidad, Justicia y Libertad.


Bélgica

Bélgica presentó el diseño de su nueva moneda para este año tras la reunión de ministros de Economía y Hacienda del Eurogrupo celebrada en enero. La pieza conmemorativa de 2 euros es una celebración del Consejo de la UE y rinde homenaje a los 25 años de cooperación en el seno de la Unión Económica y Monetaria.
En el centro de la moneda podemos ver 27 golondrinas: un ave por cada Estado miembro de la UE. Creada por la artista Iris Bruijns, la elección de las golondrinas es significativa, ya que se sabe que estas aves se mueven juntas detrás de un líder.


España

Otro país que ha lanzado dos nuevas monedas este año es España. Una de ellas rinde homenaje al Cuerpo Nacional de Policía, que este año cumple 200 años. Lleva el emblema de la organización.

El director general de la Policía española, Francisco Pardo, declaró: "Esta moneda es una pieza única que representa el compromiso inquebrantable de la Policía Nacional con la seguridad de España".

El otro diseño de este año rinde homenaje a Sevilla, ciudad que alberga tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Uno de estos lugares, el emblemático Patio de Doncellas, aparece en la moneda.




Cornadillo


El cornado (forma sincopada de coronado) es el nombre vulgar de varias monedas de vellón (aleación de plata y cobre) de los reinos de Castilla y Navarra, acuñadas en el caso castellano desde la época de Sancho IV de Castilla (siglo XIII) hasta los Reyes Católicos (siglo XVI), mientras en el caso navarro su acuñación se prolongó al menos hasta el siglo XVIII.

El apelativo de cornado derivaba en que la moneda representaba en su anverso la cabeza coronada del rey.

En el año 1286, diez cornados equivalían a un maravedí, y ocho cornados a un sueldo. Sus sucesores los acuñaron posteriormente con una menor calidad de aleación. En la época un poco anterior de Gonzalo de Berceo, dos cornados equivalían a un dinero.

Cornado acuñado en Toledo durante el reinado de Sancho IV de Castilla 
(1284-1295).



Cornado navarro acuñado en 1757, reinando Fernando VI de España.








La nueva moneda de 2 euros en honor al 200 aniversario de la Policía Nacional entra en vigor



La Policía Nacional celebra su 200 aniversario y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) le rinde homenaje con el lanzamiento de una nueva moneda de dos euros de curso legal, de la que se han emitido un millón y medio de ejemplares y que ya está en circulación desde este martes, 12 de marzo. Con ella se podrá realizar “cualquier transacción económica” realizada en los 20 países de la eurozona, según anuncia la página web del Ministerio del Interior.

Tal y como recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) número 266, de 7 de noviembre de 2023, en el reverso de la moneda aparece el escudo oficial del cuerpo policial y, sobre él, una leyenda circular en la que se lee en mayúsculas “Policía Nacional 1824-2024”. En la parte inferior del emblema aparece escrito “España”, también en sentido circular y en mayúsculas. El diseño está rodeado por las doce estrellas de la Unión Europea, situadas en la zona exterior de la moneda.

Por lo demás, esta moneda conmemorativa de la Policía Nacional “posee las mismas características, propiedades y cara común que las demás monedas de dos euros” emitidas por España y por el resto de los países que tienen el euro como moneda oficial, que es la segunda más utilizada del mundo. La diferencia es el motivo en la cara nacional.


Junto a esta moneda que celebra el bicentenario de la Policía Nacional, creada por el rey Fernando VII, se ha emitido una moneda de colección de diez euros. En el anverso se reproduce el retrato del Rey Felipe VI que, a diferencia de otras monedas, aparece con barba. En el reverso se reproduce el logotipo del bicentenario de la Policía Nacional a color. En la parte inferior, aparecen las leyendas “Servicio, dignidad, entrega y lealtad”.


También se ha lanzado una medalla que tiene un precio de cinco euros. En el anverso de la misma aparecen en color un vehículo tipo “Z”, y una pareja de agentes de la Policía Nacional. En el reverso se reproduce el logotipo elegido para este aniversario, según detalla la la FNMT.


La científica Margarita Salas, la imagen de una moneda de colección de 10 euros por el 8-M



El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha ordenado la emisión de 7.000 de monedas de colección con un valor de 10 euros con la imagen de la científica española Margarita Salas, en el marco del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 2024, según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este martes 5 de marzo.


La emisión de esta moneda responde a un homenaje a la que es considera como la precursora de la biología molecular en España, además de ser la primera investigadora española en ingresar en la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en 2007, la primera mujer en presidir el Instituto de España, o la primera científica en ocupar un sillón en la Real Academia Española.


La moneda reproducirá en su reverso una fotografía de la bioquímica e investigadora Margarita Salas, fallecida en noviembre de 2019, que estará acompañada de una cadena de ADN y el símbolo de la mujer. A su izquierda, aparecerá la marca de Ceca; a su derecha, en dos líneas y en mayúsculas, el valor facial de la pieza de 10 euros. Rodeando estos motivos y leyendas, aparecerán las leyendas "8-M Día Internacional de la Mujer" y "Margarita Salas".

En el anverso, se reproducirá el retrato a izquierda del Rey Felipe VI, en la parte superior, en sentido circular y en mayúsculas, aparecerá la leyenda "Felipe VI Rey de España", y en la parte inferior, entre dos puntos, el año de acuñación 2024.

La moneda se comercializará por un precio de venta inicial de 60 euros, debido a que el contenido mínimo de tolerancia de ley de las mismas será de 925 milésimas de plata, con un peso de 27 gramos, un diámetro de 40 milímetros y una forma circular con canto estriado.

 


George Michael tendrá su propia moneda en Reino Unido



La Royal Mint homenajeará al artista británico George Michael en su nueva colección de monedas dedicada a las 'Leyendas de la Música'.

Este tipo de colecciones ya han honrado a destacados perfiles como David Bowie, Elton John o Queen.

Ahora es el turno de la moneda dedicada cantautor británico, que saltó al estrellato en los años 1980 con Wham!, antes de desarrollar su etapa como solista.

La moneda ha sido aprobada por los herederos de Michael, y, diseñada por la artista y escultora Sandra Deiana, girará en torno a la etapa del rotundo éxito mundial del cantante, en 1987, con 'Faith'.

El artista ha sido recordado por su filantropía y su talento musical como uno de los músicos más vendidos de todos los tiempos.

George Michael, una superestrella mundial cuyo trabajo ha inspirado e influido a generaciones con su música y su estilo único, amado por millones de fans en todo el mundo, falleció el día de Navidad en 2016 a los 53 años.








Fuente: telemadrid.es

Una moneda y un sello conmemoran el triunfo de la selección femenina de fútbol en el Mundial

Cultura paga 215.000 euros para devolver importantes monedas andalusíes a España



La colección Tonegawa es una de las más importantes de numismática del mundo, sobre todo en cuanto a monedas procedentes del Al Andalus. Se originó en los años setenta y pese a su nombre no se sabe bien ni quién es su propietario -las webs solo remiten a la colección virtual alojada en la web del CSIC- ni dónde se encuentra, si bien las informaciones ya publicadas señalan que estaría en algún lugar de España. Lo que sí se sabe es que el Estado acaba de adquirir 88 de ellas por un valor de 215.000 euros que irán a parar al gabinete numismático del Museo Arqueológico Nacional. Además, también se hizo con cuatro lotes más del periodo nazarí (acuñadas entre 1238 y 1492), por un valor de 13.600 euros que irán al Museo de la Alhambra, institución que se ha hecho cargo de este importe.

Y se sabe porque todo ocurrió en una subasta el pasado jueves. La casa Auró&Calicó de Barcelona sacó cerca de medio millar en lotes individuales. El Ministerio de Cultura se apresuró a la compra ya que estas monedas podrían haber salido perfectamente de España, ya que antes de la subasta no habían sido declaradas Bien de Interés Cultural y ni Cultura las había declarado “inexportables”, que es lo que ocurre con obras maestras consideradas imprescindibles del patrimonio cultural español.

Sin embargo, cuando se tuvo conocimiento de la subasta 16 de ellas sí se declararon inexportables de forma cautelar porque, según el Ministerio, “todas ellas corresponden a acuñaciones realizadas, o en la Península Ibérica, o en el ámbito de influencia de la cultura islámica desarrollada en España durante la Edad Media. Las piezas son, además, ejemplares de gran rareza, con escasa o nula representación en las colecciones públicas españolas, todo lo cual justifica la adopción de esta medida cautelar que impide la salida de las mismas del país y el consiguiente demerito para el patrimonio histórico español". Con las 72 restantes, el Estado ejerció el derecho de tanteo.


La colección Tonegawa contiene, según los expertos, más de 2.000 monedas del periodo de Al Andalus. A la subasta salieron desde la época de los gobernadores, el emirato, el califato, los reinos de Taifas, Almorávides, Almohades y finalmente la dinastía nazarí de los reyes de Granada. Entre las piezas, ejemplares únicos (unicum) de dirhams de Abderramán III y dinares de los nazaríes.

Como se señala en la web We are numismatics, es una colección bastante especial porque contiene toda la historia del Al Andalus en monedas más algunas norteafricanas. De hecho, como dice en esta web el experto en ese periodo, Sebastián Gaspariño, ya fallecido, “la Colección Tonegawa no es que sea extraordinaria, ni enorme, ni única, lo que realmente la caracteriza es que es, de lejos, la mejor colección numismática andalusí que se ha formado jamás”.

Si no se hubieran comprado no sería la primera vez que una importante colección de monedas antiguas españolas se pierde. De hecho, algunas de las más emblemáticas están en el British Museum y en la Hispanic Society de Nueva York porque no se pudo pujar por ellas. En tiempos de descolonización igual toca volver a pensar en ellas.






Fuente: elconfidecial.com

La Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla formarán parte de las nuevas moneda de dos euros



Los amantes de la numismática tienen una buena noticia. El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha informado a través del Boletín Oficial del Estado (BOE) el lanzamiento de una nueva moneda de dos euros conmemorativa que está inspirada en varios monumentos de Sevilla. 

La Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias de la capital andaluza formarán parte de la nueva moneda de dos euros que ha anunciado el Gobierno. En total, se emitirán un millón y medio de unidades que entrarán en circulación entre particulares y entidades durante el primer trimestre de 2024.

El diseño de la moneda reproducirá el Patio de las Doncellas del Real Alcázar de Sevilla en una de sus caras. También aparecerán la leyenda ESPAÑA y el año de su acuñación (2024). Los motivos y estrellas asociados a la Unión Europea tampoco faltarán en la pieza.

La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre continúa fabricando monedas conmemorativas sobre el patrimonio mundial de la UNESCO. La Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla forman parte de estos bienes.








Fuente: ideal.es

Descubren en Francia una caja repleta de monedas enterrada hace 850 años


Hace cientos de años, alguien llenó una caja de roble con una gran cantidad de monedas. La caja terminó enterrada cerca de lo que en la actualidad es una calle que lleva al centro de una ciudad en Francia, y permaneció allí hasta 2021, cuando un equipo de arqueólogos la encontró. 

Los expertos realizaban una excavación preventiva antes de que comenzara un proyecto de bienes raíces en la localidad de Guérande, según un comunicado fechado el 31 de enero del Institut National de Recherches Archéologiques Préventives (INRAP). Fue entonces que descubrieron la caja con las monedas, junto con otras tres, que se remontan a los tiempos medievales. 

Otros tres depósitos se hallaron en las ruinas de un inmueble del siglo XIV

Archivos antiguos mencionan a Guérande como una localidad fundada en el siglo IX y, de acuerdo con los expertos, la ciudad levantó un muro en algún momento entre los siglos XIII y XV. 

Una investigación reveló que entre los siglos XII y XIII, tuvo lugar una ocupación en el lugar, dijeron los especialistas. La caja con las monedas estaba en un depósito aislado que se remonta a los años 1180 y 1204, según los arqueólogos. 

Los otros tres depósitos se hallaron en las ruinas de un inmueble de mampostería del siglo XIV, dijeron los expertos. Se remontan al 1341 y al 1342 y su estado de conservación varía. 

La colección de monedas mejor conservada se descubrió en un jarrón con el cuello roto que después de usó como envase. El jarrón estaba sellado con una maceta vuelta al revés. 

Envases de tela con monedas se encontraron en uno de los depósitos

 Los investigadores utilizaron imágenes en 3D para poder ver dentro del jarrón sin dañar al artefacto, señalaron. 

Los otros dos depósitos del inmueble estaban menos conservados, dijeron los expertos. También estaban sellados en envases de cerámica y tenían rastros de fragmentos de telas entre las monedas. 

Los envases de tela estaban dentro de otros envases de piel. 

Según dijeron los arqueólogos, hasta el momento se ha podido identificar más de 2,000 monedas de las que se descubrieron.

 El equipo de arqueólogos seguirá examinando las monedas y las telas de los depósitos. 

Guérande está a unas 330 millas al suroeste de París, la capital del país. 



Fuente: elnuevoherald.com

Estas son las monedas que utilizaron los celtas



La moneda es uno de los testimonios arqueológicos más importantes para el conocimiento de las sociedades celtas.  Pero su relevancia va más allá de su obvio uso económico: a través de ellas podemos definir las estructuras políticas en las que se organizaban los pueblos celtas, acercarnos a su organización territorial, conocer nombres de ciudades y personas o atisbar la mentalidad de quienes decidieron acuñarlas y de quienes, en definitiva, las usaron. 

El inmenso territorio que abarca la Europa céltica, su enorme parcelación y la distinta personalidad de cada comunidad se materializan en un gran número de emisiones monetarias muy diversas, desarrolladas a lo largo de 300 años, en las que cuesta encontrar un factor común.

Quizá el factor más compartido sea, precisamente, cómo se introdujo en las sociedades celtas la moneda, una forma de dinero nacida en torno a 600 a. C. en el extremo oriental del mundo griego, en lo que hoy es la costa mediterránea de Turquía. Desde allí su uso se extendió por las ciudades griegas y más allá, alcanzando todo el litoral mediterráneo y las regiones adyacentes. Fue un proceso rápido pero desigual; los territorios periféricos, como la mayoría de los célticos, no comenzaron a incorporarse a la vida monetaria hasta el siglo III a. C.

Antes de la moneda

Lo que sabemos del mundo griego previo a la aparición de la moneda, de los usos en Mesopotamia y Egipto, y de las comparaciones con otras sociedades, antiguas y modernas, que tampoco usaban la moneda permiten suponer que en la Europa de la Segunda Edad del Hierro pudieron funcionar como dinero desde cabezas de ganado y cereales hasta objetos como los torques, asadores o calderos. Pero el dinero mejor conocido es el metal al peso, gracias a los paralelos en el Próximo Oriente, a algunas alusiones de los geógrafos e historiadores clásicos —como la de Estrabón sobre las «láminas» de plata de algunos pueblos del interior de la península ibérica— y a los hallazgos arqueológicos.

Lingotes y fragmentos de plata del tesoro de Driebes. Hacia 200 a. C. (MAN)

Conjuntos como el tesoro de Driebes (Guadalajara), compuesto por cerca de 14 kg de lingotes de diversos tamaños, objetos de plata troceados y 19 monedas también partidas, muestran el uso de la «plata picada» al menos en algunas de las zonas consideradas célticas. Está fechado al final de la Segunda Guerra Púnica o poco después, en torno a 200 a. C. Un conflicto importante para Hispania, pues fue el punto de inflexión para la difusión masiva del uso de la moneda.
De la imitación a la identidad

El origen de las primeras acuñaciones celtas está en la copia directa de monedas griegas. La imitación de las divisas de prestigio, o bien aceptadas en el comercio local o internacional, es un fenómeno recurrente en la historia. En este caso, las emisiones copiadas son las de Filipo II de Macedonia (359-336 a. C.) y las de las colonias griegas del extremo Occidente, Massalia (Marsella, Francia), Emporion y Rhode (San Martín de Ampurias y Rosas, Gerona).

Las tetradracmas de plata de Filipo fueron la moneda de referencia para los celtas de la cuenca del Danubio, mientras que las imitaciones de sus estáteros de oro se produjeron en un área extensísima, que recorre la Europa central hasta Britania. En el sur de la Galia, las dracmas de Rhode, acuñadas en el siglo III, inspiraron unas abundantes emisiones en plata conocidas como monedas «à la croix», «con cruz», por estilizar al máximo la rosa original de Rhode. No llevan inscripciones que identifiquen a la autoridad emisora, por lo que su atribución a pueblos o poderes concretos es un tema abierto.

Estátero de oro de los nervios (norte de la Galia). Siglos ii-i a. C. (MAN)

Las imitaciones del sur se justifican por las relaciones comerciales y personales con las zonas costeras mediterráneas, mientras que los vínculos entre el reino de Macedonia y las poblaciones celtas próximas explican la copia de las monedas de Filipo. La principal vía de entrada debió ser el salario de los mercenarios enrolados en los ejércitos macedonios, aunque para la difusión de las monedas de oro —que por su altísimo valor intrínseco tienen usos más restringidos—, se han propuesto otros estímulos, como presentes diplomáticos o ceremoniales entre las élites gobernantes.

Las imágenes macedonias casaban bien con la mentalidad celta. Las cabezas de los dioses griegos serían también percibidas como sagradas, unidas a la especial significación de la cabeza humana en su imaginario religioso. La biga victoriosa y el jinete encajan con la simbología ecuestre de las élites, al tiempo que el estilo del grabado se adapta a la sensibilidad artística celta, creando diseños propios.

Imitación celta de la tetradracma de Filipo II de Macedonia (359-336 a. C.). (MAN)

A partir del siglo II, las acuñaciones celtas se expanden y diversifican, incorporando el bronce y las piezas romanas como nuevo modelo. Las monedas en metales pobres, como los potines galos —fundidos en moldes en una aleación de cobre, estaño y plomo—, que pudieron funcionar como pequeño cambio local, evidencian un uso relativamente extendido de la moneda en la vida cotidiana.

La Galia, el territorio celta más conocido a nivel popular, aúna todas las características de su moneda, desde la imitación hasta la multiplicidad de tipos y de potenciales poderes emisores. Como en Hispania, las fuentes clásicas proporcionan los nombres de pueblos y ciudades que los romanos enfrentaron desde finales del siglo III a. C., pero es muy complicado asignar las series monetarias a pueblos concretos. En el caso galo, sus inscripciones, siempre en latín, parecen referirse a personas, algunas de ellas citadas en los textos literarios, como el mítico Vercingétorix, líder de los arvernos, o Dumnorix, de los eduos, derrotados durante la Guerra de las Galias. 

Moneda de plata de los eduos, a nombre de Dumnorix. ¿Bibracte? (Mont Beauvray, Francia), hacia 60-54 a. C. (MAN)

El caso de la celtiberia

La dificultad de determinar qué se considera celta en la península ibérica se trata en otros artículos de este especial, pero no hay ninguna duda sobre la Celtiberia, el ámbito mejor identificado tanto por las fuentes clásicas como por la cultura material. De hecho, la moneda es uno de los materiales esenciales, más numerosos y con más tradición investigadora para conocer su proceso histórico en los siglos II y I a. C.

Los celtíberos adoptaron el signario ibérico para escribir sus textos. A diferencia de sus parientes al norte de los Pirineos, la práctica de incluir leyendas en las monedas fue general, y los nombres que aparecen son, exclusivamente, nombres de ciudades. Gracias a ellas sabemos de la importancia, incluso de la propia existencia, de lugares no citados por las fuentes clásicas o escasamente conocidos por otros medios. Al ser documentos oficiales, las monedas nos confirman que la unidad política que articula el territorio celtibérico no es la etnia o el pueblo, sino la ciudad.

Acuñadas en plata y en bronce, ostentan los mismos tipos que sus vecinas ibéricas: cabezas masculinas y jinetes. Una uniformidad que no desentona con los usos celtas; se ha sugerido una imposición romana, pero parece responder más a la mecánica de la imitación. Para un usuario que no supiera leer ibérico, todas las monedas celtibéricas e ibéricas en circulación en un mismo punto parecerían similares, de modo que se insertarían con naturalidad en los circuitos económicos.

Las acuñaciones se inician hacia mediados del siglo II a. C., aunque cada taller llevaría su ritmo según sus necesidades, con comienzos, volúmenes de producción y periodos de emisión muy dispares. Como su aparición coincide con el proceso de conquista se ha interpretado tradicionalmente como una exigencia de Roma para el pago de impuestos y tropas; sin embargo, además de la presión romana, caben otras razones ligadas a las necesidades de la vida urbana. Obras públicas, vías de comunicación, tributos y gastos militares, así como la voluntad de difundir una imagen de soberanía e independencia, debieron influir en la decisión de acuñar moneda propia.


Unidad de Sekeiza, ciudad celtíbera (Poyo de Mara, Zaragoza). Mediados del siglo ii a. C. (MAN)

Por mucho que las monedas celtas «hablen» por sí mismas, es imprescindible contar con contextos arqueológicos fiables que permitan evaluar cómo se usaron realmente, definir las áreas de circulación de las emisiones y acotar su cronología. Por ejemplo, los hallazgos en explotaciones mineras y campamentos militares indican que mineros y soldados usaban la moneda más que otros sectores de la población, probablemente por no tener fácil acceso a dineros alternativos. Su aparición en santuarios denota un uso ritual, como ofrenda a la divinidad. En todos los casos, la pérdida de monedas de bronce, un dinero que viaja en los bolsillos, permite visualizar la movilidad de las personas, a veces a grandes distancias.

El fin de las monedas celtas

La República Romana nunca impuso su moneda en los territorios que iba controlando, aunque esta llegaba, incluso en grandes cantidades, de la mano de los ejércitos y de los negociadores itálicos que se instalaban en las nuevas tierras. Aunque su acción directa o su creciente influencia fomentaran que pueblos y ciudades usaran y emitieran moneda, o que se adaptaran a su sistema, las acuñaciones celtas tuvieron vida propia. Una vida que se fue apagando en el curso del siglo I a. C., a medida que el mundo iba cambiando y con él una población cada vez más romanizada.
 
Denario de Arekorata, ciudad celtíbera (¿Muro de Ágreda?, Soria). Hacia 140- 130 a. C. (MAN)

En Hispania, la mayoría de las ciudades celtíberas dejaron de acuñar en el primer tercio del siglo. Solo algunas de ellas retomaron años después sus emisiones, ya en latín. Aunque el poeta Marcial, nacido en Bilbilis (Calatayud, Zaragoza), aún podía proclamar en el siglo I d.C. «Nosotros, nacidos de celtas y de iberos», lo cierto es que nada quedaba ya en las monedas de aquellos tiempos pasados.





Fuente: muyinteresante.es
* Este artículo fue originalmente publicado en la edición impresa de Muy Historia.

Hallan una excepcional moneda de hace 2.500 años en Israel: una de las primeras de la historia



Una moneda de plata de la época del Primer Templo ha salido a la luz durante las excavaciones en un yacimiento israelí situado en los montes de Judea, al suroeste de Jerusalén. La acuñación, datada en el periodo persa, entre los siglos VI-V a.C., es "extremadamente rara", según ha anunciado la Autoridad de Antigüedades de Israel en un comunicado: en esta región solo se ha descubierto otra media docena de piezas similares.

"Fue acuñada en un momento en el que el uso de las monedas acababa de empezar. El excepcional descubrimiento arroja información sobre las relaciones comerciales y el proceso mediante el cual el comercio global pasó del pago mediante el pesaje de piezas de plata al uso de monedas", ha detallado Robert Kool, director del Departamento de Numismática de la AAI. "Pertenece a un grupo de monedas muy antiguas que se acuñaron fuera de Israel, en las regiones de la Antigua Grecia, Chipre y Turquía", ha añadido el experto.

 
Imagen de las excavaciones en el yacimiento. 

Los trabajos arqueológicos se enmarcaban en unas obras para la renovación de una carretera que sacaron a la luz un edificio datado en el siglo VII a.C. La moneda, que tenía un sello cuadrado incrustado en una de las caras, se rompió y se partió en dos de forma intencionada. Según los investigadores, se habría utilizado también como peso para las operaciones comerciales de la época.

Los arqueólogos Michal Mermelstein y Danny Benayoun, directores de la excavación, han explicado que el yacimiento se encontraba en una zona rural del antiguo reino de Judá y se fundó hace unos 2.700 años.  Además de la moneda, los investigadores han sacado a la luz una punta de flecha y una pesa de piedra de unos 11 gramos.

El peso de piedra con la inscripción. 

"La pesa de piedra en forma de cúpula se habría usado para pesar metales, especias y otros productos habituales", han señalado los investigadores. "Tiene un antiguo sello para la palabra shekel y un trazo que lo representa. El peso era estándar para la región del reino de Judá, lo que demuestra que las mercancías se pesaban cuidadosamente en los mercados", han apuntado Mermelstein y Benayoun en el citado comunicado.
 





Fuente: elespanol.com

Hallan un conjunto de monedas de plata de la Antigua Grecia de "extraordinaria rareza"




Según los textos de autores antiguos como Pausanias o Estrabón, los habitantes de la ciudad griega de Tenea, localizada en el actual municipio de Chiliomodi o Jiliomodi, al sur de Corinto, en la península del Peloponeso, afirmaban que eran troyanos capturados por los griegos de Ténedos durante la guerra mítica a quien Agamenón les entregó ese lugar para establecerse y venerar a Apolo. Allí supuestamente también se crio el joven Edipo, el rey de Tebas que acabaría matando a su padre sin saberlo y casándose con su madre.

El yacimiento está siendo excavado desde el año 2013 por un equipo del Departamento de Antigüedades Prehistóricas y Clásicas del Ministerio de Cultura griego. Los trabajos, liderados por la arqueóloga Elena Korka, han sacado a la luz en la última campaña, terminada el pasado mes de octubre, un tramo del acueducto de Adriano, una de las mayores obras hidráulicas del siglo II d.C. en la Antigua Grecia. La construcción estaba destinada a surtir de agua a la ciudad de Corinto, situada a unos 15 kilómetros al noroeste de Tenea.

En total se ha documentado una sección de 31 metros de longitud del acueducto, construido con una cubierta abovedada de sección semicircular cuya superficie sería visible en la Antigüedad. La estructura cuenta con muros exteriores laterales verticales que alcanzaban los 3,20 metros de altura. En el interior del conducto las paredes se revistieron de mortero.

Una parte del acueducto de Adriano identificado en Tenea. 
Ministerio de Cultura de Grecia

Los investigadores también han encontrado un singular conjunto de monedas de plata datadas entre finales del siglo VI a.C. y la época de Alejandro Magno, hacia la década de 330 a.C. Las acuñaciones son de "excepcional importancia y rareza arqueológica", según detallan los expertos en un comunicado del Ministerio de Cultura. En total, se trata de 20 estáteros —de Helios, de Egina con una tortuga terrestre en lugar de una tortuga marina, de Estínfalo (Arcadia), Argos y Lócrida Opuntia, de Tebas que representa a Hércules ahogando con sus manos a dos serpientes o acuñadas en Olimpia durante diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos—, 5 dracmas, 3 semidracmas y un dióbolo. Las piezas se han hallado asociadas al figurillas femeninas y jarrones en miniatura que desvelan un carácter ritual de la zona.


Al mismo tiempo, los arqueólogos han identificado vestigios del primer asentamiento humano en Tenea, fechado a finales de la Edad del Bronce (2600-2300 a.C.). En concreto se han documentado varios caminos con viviendas a los lados, herramientas de obsidiana, cerámicas hechas a mano con la que se fabricaron todo tipo de objetos (pithos o vasijas grandes, cántaros, platillos, etcétera), así como cucharas o un peine de hueso. La procedencia de estas piezas indica los contactos del asentamiento con otras regiones de la Antigua Grecia.

Imagen aérea de uno de los complejos documentados en Tenea. 
Los restos en amarillo son de época arcaica o helenística. 
Ministerio de Cultura de Grecia

Pero los hallazgos de esta campaña no se terminan ahí. Se ha podido identificar un interesante complejo de edificios con una cronología que abarca desde el final de la época arcaica hasta la helenística, con lugares de culto individuales, incluidas tres cisternas extremadamente elaboradas, una de ellas con escala catódica-anódica. También otras dos grandes instalaciones de época romana con numerosas estancias, corredores, hornos y zonas de almacenamiento, posiblemente una zona industrial. En esta zona han salido a la luz monedas de bronce que van del siglo I al VI d.C., acuñadas durante los gobiernos de Nerón, Domiciano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Galieno, Constantino el Grande, Teodosio II o Justiniano II.

Las excavaciones en la zona de la necrópolis del yacimiento han documentado cuatro enterramientos de época arcaica ricamente decorados y seis tumbas del periodo romano: datadas entre los siglos III-IV d.C., escondían uno o varios cadáveres, principalmente de niños, y objetos como lámparas, monedas, vasijas de barro y vidrio o alguna joya.








Fuente: elespanol.com

En cada uno de estos puntos hemos encontrado monedas romanas. La pregunta es ¿qué demonios pasa con Sri Lanka?



En Oxford, hay todo un equipo de gente poniendo puntitos en un mapa. 15.202 puntitos que representan 15.202 'tesoros de monedas romanas'. 5.986.657 de monedas acuñadas entre el 30 antes de Cristo y el 400 d.C. que han sido encontradas, validadas y documentadas por todo el mundo.

El mapa es alucinante y da una visión muy certera de qué fue realmente el poder económico del Imperio. Se han encontrado tesoros en Yemen, en los Urales y hasta en la prefectura de Okinawa en Japón.

Sin embargo, lo que más llama la atención es Sri Lanka y el sur de la India. ¿Cómo es posible allí miles de monedas romanas?

¿Qué hace una moneda como tú en un sitio cómo este? Sorprende, sobre todo, porque repasando el mapa podemos ver que en la península arábiga, Irán o Pakistán no hay apenas ningún tesoro. Es más, siguiendo la "ruta de la seda" (una ruta que sabemos que los romanos transitaron y utilizaron a menudo) tampoco hay demasiados tesoros.

Y es que el sur de la India está muy lejos. Sobre todo, si tomamos como referencia los puertos romanos (que se concentraban en el mar rojo y, durante algún tiempo, en el golfo pérsico). Lo lógico, como ocurre en la subida del Nilo o en la ruta de la seda hasta China, es que viéramos un "línea de puntos" (más o menos definida) que conectara el Imperio con los destinos finales, pero no es el caso.

Hemos encontrado cosas en torno al estrecho del Mandeb y en la costa arábiga del estrecho de Ormuz; pero nada más hasta Guyarat, ya en la India. ¿Por qué hay tantísimas monedas tan lejos de Roma?

La clave está en el tiempo. En el tiempo atmosférico. Los romanos utilizaban los monzones (un tipo de vientos estaciones características del océano Índico) para navegar desde sus bases navales hasta los reinos tamiles del sur de la India. Aquellos reinos tenían intensas relaciones comerciales con Indochina e Indonesia.

De esa forma, los barcos romanos llegaban cargados de cristalería, vino, oro y plata y volvían, meses después (cuando el tiempo era propicio), cargados de especias, perlas, marfil y otros productos exóticos. Se cree que en Muzuris, uno de los grandes puertos del subcontinente en ese periodo, había un templo dedicado a Augusto. O sea, que la colonia romana era numerosas y posiblemente estable.

Esto encaja muy bien con el mapa, la verdad. Porque, recordemos, no marca sitios donde se han encontrado monedas de forma aislada. Marca el hallazgo de 'tesoros' y para trasportar grandes cantidades de monedas es mejor un barco que cualquier tipo de transporte de carretera de la época.

El caso de Sri Lanka. En la antigua isla de Ceilán se suman, además, dos grandes oleadas comercailes con Roma. La primera durante el siglo I (como el resto del subcontinente indio) y la segunda ya a partir de Constantino en el siglo IV. Eso (y la relativa estabilidad del reino ceilandés hasta la llegada de los europeos siglos más tarde) fue lo qe ha facilitado la conservación de tantísimas monedas.

En conclusión, ¿cómo no vamos a pensar en el Imperio Romano? Hace unos meses estallaba la polémica sobre si los hombres demasiado a menudo en el Imperio Romano. Sonaba raro, pero viendo este tipo de cosas... las proezas que lograban los romanos con una tecnología mucho menos poderosa que la nuestra son dignas de admirar.







Fuente: Javier Jiménez