¿Por qué se colocan monedas en las paredes de algunos restaurantes de Santiago de Compostela?




En más de una ocasión habremos visto paredes de piedra llenas de monedas en alguno de los bares compostelanos, sobre todo en la rúa del Franco y sus alrededores. Y es que si en lugares emblemáticos del planeta como la Fontana di Trevi, los turistas habitúan tirar sus monedas al agua, los muros de piedra se fusionan con los reflejos del cobre en el casco antiguo de Santiago de Compostela.


Esto se ha convertido en toda una tradición en Compostela, que tiene como base un ritual muy sencillo: llegar a un establecimiento, observar su pared de piedra y colocar una moneda en sus ranuras. Sin embargo, el significado de la tradición no es tan sencillo de identificar y está rodeado de diversas teorías.

No está tampoco claro cual fue el primer espacio de Santiago en llenarse de esta característica decoración, pero sí parece que surgió de manera espontánea por parte de los clientes de los propios establecimientos. Algunos de los primeros locales compostelanos que empezaron a ver cubiertas sus paredes fue A Casa das Crechas, Paraíso Perdido, Novena Porta o el restaurante Abellá.


Esta costumbre se fue extendiendo y ha sido adoptada por lugares de más tardía apertura en rincones de toda Galicia, como es el caso del popular Fogar de Breogán, en Santiso.

Monedas en las paredes de bares compostelanos. 
Restaurante O Filandón TRIPADVISOR

Las rumores no terminan de ponerse de acuerdo acerca del motivo que llevó a iniciar esta tradición compostelana. Muchos afirman que antiguamente era una forma de dejar propina, otros que realizar ese gesto atrae la suerte e incluso algunos dicen que se hace a modo de recuerdo, para dejar una pequeña huella de su visita al local.

También está muy aceptado que se trata de una prueba. Si colocas un la moneda y no se cae, quiere decir que volverás. Además, mientras pones la moneda en el muro, son muchos los que sugieren pedir un deseo. Por pedir que no sea.

Sea cual sea la teoría correcta, los muros de los bares compostelanos son ya difíciles de imaginar sin esas pequeñas monedas brillantes, un cariz mágico más de los espacios de la capital gallega. ¡Que siga la tradición!







Fuente:elcorreogallego.es

Una pareja encuentra mil monedas de hace cuatro siglos valoradas en 40.000 euros mientras renovaba la cocina



Cuando Betty y Robert Fooks decidieron renovar la cocina de su vivienda en el municipio inglés de Dorset nunca imaginaron lo que encontrarían bajo el suelo. Convencidos de que la reforma de la estancia supondría un desembolso considerable, se llevaron una grata sorpresa al encontrar más de 1.000 monedas del siglo XVII.

Ambos estaban quitando el suelo de hormigón de la cocina para ganar altura en su granja de Dorset y realizando otras obras cuando Robert, ingeniero agrónomo, halló, a la luz de las linernas, un cuenco de cerámica vidriada destrozado lleno de monedas de 400 años de antigüedad. El tesoro fue localizado en 2019, pero los objetos salen ahora a subasta en Reino Unido, en concreto, el 23 de abril.

Betty, visitadora del Servicio Sanitario de Salud de Reino Unido, explica que se trata de una casa de 400 años de antigüedad, por lo que requería una reforma sustancial: «Fuimos quitando todos los suelos y techos para dejar las paredes originales de piedra. Decidimos rebajar la planta baja para darnos más altura».
«Una noche estaba yo con los niños mientras mi marido cavaba con un pico cuando llamó para decir que había encontrado algo. Puso todas las monedas en un balde. Si no hubiéramos rebajado el suelo, las monedas todavía estarían escondidas allí».


Tras el hallazgo, la pareja informó a las autoridades locales y el descubrimiento fue enviado al Museo Británico para su limpieza e identificación. Las monedas, conocidas como el tesoro de Poorton por el nombre de la granja donde se encontraban, saldrán a la venta en la casa de subastas Duke y se espera que alcancen un valor de unas 35.000 libras.

Este tesoro incluye monedas de oro, medias coronas de plata, chelines y peniques de Jaime I y Carlos I, así como otras de Isabel I, Felipe y María. La cabaña donde se encontraban está situada en una pequeña aldea en West Dorset y es una casa comunal del siglo XVII.

Los actuales propietarios adquirieron la propiedad en 2019 y comenzaron un extenso proyecto de renovación. En algunas áreas había losas viejas debajo de hormigón, pero el área donde se encontraron las monedas era tierra desnuda.







Fuente: ABC.es

Resuelto el misterio de las monedas de plata de la Inglaterra medieval


 


Entre los años 660 y 750 d.C., la Inglaterra anglosajona vivió un renacimiento del comercio, lo que provocó un espectacular aumento del uso de monedas de plata, rompiendo con la dependencia del oro. Se han registrado unas 7.000 de estas monedas, una cifra enorme, casi tantas como las que existen para el resto de todo el periodo anglosajón (que abarca desde el siglo V hasta 1066).

Durante décadas, los expertos se han preguntado de dónde procedía la plata con que se acuñaron. Ahora, un equipo de investigadores de las universidades de Cambridge y Oxford (ambas en Reino Unido) y Vrije Universiteit Amsterdam (Holanda) ha resuelto ese misterio mediante el análisis de la composición de unas monedas conservadas en el Museo Fitzwilliam de Cambridge. Los resultados del trabajo se publican en la revista Antiquity.

Según indica Rory Naismith, coautor del estudio y catedrático de Historia Inglesa Medieval de Cambridge, “se había especulado que la plata procedía de Melle, en Francia, o de una mina desconocida, o que podría haber sido plata de objetos de iglesia fundidos. Pero no había ninguna prueba sólida que nos dijera una cosa u otra, así que nos pusimos a buscarla”.

El profesor Rory Naismith 
sosteniendo una moneda bizantina de plata 
en el Museo Fitzwilliam.

Los investigadores llevaron 49 de las monedas de este museo (datadas entre el 660 y el 820 d. C.) al laboratorio de Jason Day, del departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge, con el fin de analizar sus elementos traza.

El método de análisis elegido fue la ablación láser portátil, en la que se recogieron muestras microscópicas en filtros de teflón para analizar isótopos de plomo. Se trata de una nueva técnica, de la que es pionera la Universidad Libre de Ámsterdam, que combina el muestreo mínimamente invasivo del láser con los resultados de alta precisión de métodos más tradicionales en los que se toman muestras físicas de plata.

Aunque las monedas contenían plata en su mayor parte, la proporción de oro, bismuto y otros elementos orientó a los autores hacia los orígenes desconocidos hasta entonces de la plata. 

El catedrático de Historia indica que “la plata –al menos en Europa en esta época– se refinaba generalmente a partir de minerales de plomo, por lo que normalmente se conservaba algo de este metal con la plata incluso una vez refinada, fundida y convertida en moneda, etc. Estas dos métricas juntas nos dieron una buena idea de la procedencia y nos ayudaron a descartar tanto la de Melle como otras fuentes más mezcladas”, subraya.

En las 29 monedas analizadas del periodo anterior (660 - 750 d. C.), acuñadas en Inglaterra, Frisia y Francia, los investigadores hallaron una firma química e isotópica muy clara que correspondía a la plata de los siglos III a principios del VII procedente del Imperio Bizantino en el Mediterráneo oriental. 

Ninguna fuente mineral europea conocida se corresponde con las características elementales e isotópicas de estas primeras monedas de plata. Tampoco existe ningún solapamiento significativo con las monedas de plata romanas occidentales tardías u otros objetos. Estas monedas no estaban recicladas de plata tardorromana.

Para Naismith, “ha sido un descubrimiento muy emocionante. Hace una década propuse el origen bizantino, pero no pude demostrarlo. Ahora tenemos la primera confirmación arqueométrica de que la plata bizantina fue la fuente dominante detrás del gran auge de la acuñación y el comercio en torno al Mar del Norte en el siglo VII”.

La coautora del estudio Jane Kershaw, de la Universidad de Oxford, afirma que “estas monedas se encuentran entre los primeros indicios de un resurgimiento de la economía del norte de Europa desde el final del Imperio Romano. Muestran profundas conexiones comerciales internacionales entre lo que hoy es Francia, los Países Bajos e Inglaterra”.

Los investigadores subrayan que esta plata bizantina debió de entrar en Europa occidental décadas antes de ser fundida, ya que el final del siglo VII fue un momento bajo en los contactos comerciales y diplomáticos.

“Es casi seguro que las élites de Inglaterra y Francia ya la poseyeran. Tenemos ejemplos muy famosos de ello: los cuencos de plata descubiertos en Sutton Hoo y los objetos de plata ornamentada del tesoro de Staffordshire [ambos en Reino Unido]”, dice Naismith.

El experto espera establecer cómo y por qué se trasladó tanta plata del Imperio Bizantino a Europa Occidental. Sospecha de una mezcla de comercio, pagos diplomáticos y mercenarios anglosajones al servicio del ejército bizantino. 

Pero cuando el equipo analizó 20 monedas de la segunda mitad del periodo (750 - 820 d.C.), descubrió que era muy diferente. Contenía bajos niveles de oro, que es lo más característico de la plata extraída en Melle, al oeste de Francia. Los datos de radiocarbono obtenidos anteriormente han demostrado que la minería en Melle fue especialmente intensa en los siglos VIII y IX.

El estudio propone que esa plata francesa impregnó las reservas regionales de plata después de c.750 y se mezcló con reservas más antiguas, de mayor contenido en oro, incluida la plata bizantina. 

Los autores sostienen que Carlomagno impulsó este repentino y generalizado aumento de la plata de Melle al asumir un control cada vez mayor sobre cómo y dónde se fabricaban las monedas de su reino.

“Ahora sabemos que, tras la llegada al poder de la dinastía carolingia en 751, Melle se convirtió en una fuerza importante en toda Francia y cada vez más también en Inglaterra”, indica Naismith, “en la década 790 se produjo un aumento especialmente repentino y generalizado del uso de la plata de Melle, en concreto, a partir de 793, cuando Carlomagno emprendió una importante reforma de su acuñación: el peso, el grosor y el aspecto de la moneda cambiaron, y todas las monedas antiguas fueron retiradas de la circulación”.

“Nuestros resultados  muestran que bajo Carlomagno la economía y las declaraciones políticas estaban unidas: la reforma de la moneda pretendía enviar un mensaje de restauración y renovación, liderado por el monarca”.







Fuente: agenciasinc.es/

Los Estados miembros, entre ellos España, emiten nuevas monedas de euro como homenaje



Veinte países de la Unión Europea utilizan el euro como moneda oficial y, cada año, algunas de estas naciones pueden emitir monedas conmemorativas.

Alemania, Bélgica y España son algunas de las naciones europeas que emiten nuevas monedas para celebrar lugares y acontecimientos de importancia nacional.

Alemania

Alemania ya ha lanzado dos monedas conmemorativas este año. Una rinde homenaje al estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el norte de Alemania, y representa una escena de su Parque Nacional de Jasmund. El diseño es obra del artista Michael Otto y muestra los emblemáticos acantilados de creta y hayedos del parque. También se ve a un caminante paseando por el paseo marítimo. Cada año, Alemania rinde homenaje con sus monedas a uno de sus 16 estados federados, y la obra de arte representa un edificio o monumento significativo de esa zona.



La segunda moneda de este año tiene un significado más nacional que regional, ya que rinde homenaje al 175 aniversario de la Constitución de Fráncfort. También conocida como la Constitución de la Iglesia de San Pablo, este acontecimiento fue el primer intento -en marzo de 1849- de establecer una constitución democrática de ámbito nacional para Alemania.
La Asamblea Nacional de Fráncfort no consiguió el apoyo de Prusia ni de Austria, por lo que el intento de Constitución acabó fracasando. Sin embargo, sigue siendo un momento de importancia nacional. La moneda, diseñada por el artista berlinés Bodo Broschat, representa a los representantes de la Asamblea Nacional constituyente entrando en la iglesia de San Pablo de Fráncfort.
Detrás se ve el papel sobre el que está escrita la Constitución, una pluma de ave, la bandera nacional alemana y tres alegorías femeninas: Unidad, Justicia y Libertad.


Bélgica

Bélgica presentó el diseño de su nueva moneda para este año tras la reunión de ministros de Economía y Hacienda del Eurogrupo celebrada en enero. La pieza conmemorativa de 2 euros es una celebración del Consejo de la UE y rinde homenaje a los 25 años de cooperación en el seno de la Unión Económica y Monetaria.
En el centro de la moneda podemos ver 27 golondrinas: un ave por cada Estado miembro de la UE. Creada por la artista Iris Bruijns, la elección de las golondrinas es significativa, ya que se sabe que estas aves se mueven juntas detrás de un líder.


España

Otro país que ha lanzado dos nuevas monedas este año es España. Una de ellas rinde homenaje al Cuerpo Nacional de Policía, que este año cumple 200 años. Lleva el emblema de la organización.

El director general de la Policía española, Francisco Pardo, declaró: "Esta moneda es una pieza única que representa el compromiso inquebrantable de la Policía Nacional con la seguridad de España".

El otro diseño de este año rinde homenaje a Sevilla, ciudad que alberga tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Uno de estos lugares, el emblemático Patio de Doncellas, aparece en la moneda.