Florida oculta oro español en el mar
La noche del 30 de julio de 1715, una flota española cargada de oro y plata sucumbió cerca de la costa de Florida arrasada por los fuertes huracanes que azotan periódicamente el Caribe. Eran 11 barcos que llevaban metales preciosos, pero también madera y tabaco, para aliviar las exhaustas arcas del rey Felipe V, el primero de la dinastía de los Borbones, asfixiadas tras la Guerra de Sucesión. El cargamento, inferior al que llegaba a España en los años más pujantes del imperio, se lo tragaron las aguas de Florida, entre arrecifes y bancos de arena. Casi 300 años después (mañana se cumple el aniversario del naufragio), parte de las monedas y joyas que transportaban las embarcaciones siguen escondidas en el fondo del mar. Y los cazatesorosno lo han olvidado.
La empresa estadounidense 1715 Fleet Queens Jewels, que tiene los derechos de búsqueda del cargamento, ha hecho público que el pasado mes de junio de 2015, rescató una pequeña parte de la mercancía. En concreto, la firma ha encontrado 51 monedas de oro, entre ellas una muy apreciada con la imagen de Felipe V, y una cadena, también de oro, de 12 metros de largo. El hallazgo lo hizo una familia de Florida que trabaja subcontratada por la empresa de la que es propietario Brent Brisben, quien tiene una amplia experiencia en la búsqueda de barcos españoles hundidos frente a la costa de Florida. En 1985, participó en el descubrimiento del galeón Nuestra Señora de Atocha, víctima también, en 1622, de otro devastador huracán y cuyas bodegas iban repletas de tesoros.
Brisben subrayó que seis de los 11 barcos que componían la flota española que se hundió en 1715 ya están plenamente identificados, pero que el fondo del mar aún esconde la carga de los otros cinco navíos. Según sus estimaciones, las monedas y la cadena encontradas ahora pueden valer un millón de dólares (unos 900.000 euros), una minucia comparado con lo que todavía está en el fondo del océano. Brisben calcula que las otras cinco naves pueden acumular tesoros que superen los 400 millones de dólares.
El tesoro ha sido encontrado por la familia Schmitt en las aguas de Fort Pierce, una localidad situada a unos 200 kilómetros al norte de Miami. Las monedas y la cadena se hallaban a cinco metros de profundidad. En 2014, esta familia ya encontró algunas monedas de oro procedentes del naufragio en la misma zona en la que ahora ha hecho el descubrimiento.
La Embajada de España en Estados Unidos está recopilando información sobre el hallazgo antes de decidir qué pasos legales o políticos puede dar el Gobierno. El Estado de Florida se quedará, según la normativa local, con el 20% del descubrimiento para su exhibición.
Junto a los piratas, los huracanes fueron el principal enemigo de la flota que alimentaba de recursos a la corona española. Los vendavales acabaron trágicamente con las expediciones de 1622 y 1733, además de la de 1715, que capitaneaba Esteban de Ubilla y que partió de La Habana con destino a España. Ubilla estaba al frente de la nave principal de la expedición, llamada Capitana. En esta tragedia fallecieron más de 1.000 personas, incluido Ubilla, y otras 1.500 consiguieron salvar sus vidas llegando a nado o agarrados a los restos de los barcos a las costas de Florida. En los meses siguientes al naufragio, se recuperó buena parte del tesoro, pero otra permanece oculta, 300 años después, a la espera de ser rescatada, de forma definitiva, del fondo del mar.
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